Más impuestos
Alberto Vieyra G. viernes 2, Abr 2021De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¿Más impuestos para los mexicanos en pleno desastre económico? ¡Irracional, demencial!… ¿verdad?
El tema lo anunció AMLO hace un par de semanas, pero dadas las repercusiones que causo su infame declaración, el asunto se volvió tabú, y tan es así que a la señora Ranquel Buenrostro, que cobra como titular del SAT, le tuvo que dar un fuerte manotazo su jefe, Arturo Herrera y seguramente le ha de haber dicho “shhh…ya cállate, chachalaca”.
¿En qué cabeza sensata cabe llevar a cabo una reforma fiscal en tiempos de pandemia y de un desastre económico? ¿Cuál es la razón fundamental?
Mire usted. Las tributaciones en el último año en el desgobierno de AMLO se desplomaron y las arcas de la nación han dejado de recibir, sobre todo por las metidas de pata de AMLO y la falta de políticas públicas que den certidumbre, sí confianza a inversionistas nacionales y extranjeros, la monumental suma de 1 billón de pesos.
Con fines estrictamente electoreros, la política social de AMLO está centrada en la entrega de dádivas electorales a 23 millones de compatriotas a los que considera su base electoral para perpetuarse en el poder, solo que el resquebrajamiento en las filas de Morena, la imposición de candidatos con cola larga y corta que les pisen a las próximas elecciones, sobre todo los que conformar parte de las mafias, y sin faltar la conformación de la alianza PRI-PAN-PRD le ha quitado a AMLO hasta el sueño, a sabiendas de que difícilmente volverá a tener una mayoría ficticia y sobrerrepresentada, como actualmente ocurre en la Cámara de Diputados. El INE ya le advirtió que aplicará con rigor la fracción quinta del artículo 54 constitucional para evitar esos chanchullos hechos por Morena, lo que ha dado lugar a una feroz campaña de desprestigio contra el Árbitro Electoral de México, a cargo de AMLO y sus secuaces, entre ellos el ojos de sapo, Mario Delgado, a quien Porfirio Muñoz Ledo le llamada “vulgar raterillo” que se robó las elecciones de Morena y recibió millonarios apoyos económicos que hasta el momento no ha aclarado de dónde le cayeron como por arte de magia. Muñoz Ledo le llama también a Mario Delgado, “muñeco morboso”, “mentiroso”, “Pinocho”, “aspirante a Pinochet” y le dijo que forma parte del brazo armado de la dedocracia de Palacio. No está lejos el día en que Muñoz Ledo mande a AMLO a la purititita chingad…. sí, a su rancho que así se llama.
La cuestión es que después de las elecciones, sálvese quien pueda porque AMLO sacará dinero hasta por debajo de las piedras. Y es que AMLO jura y perjura que no habrá aumentos de impuestos. ¿De veras, de veras, señor presidente?, ¿Su reforma fiscal será para exprimir sus bolsillos de los causantes cautivos? ¿Se hará un nuevo censo fiscal para meter al aro a más de 20 millones de mexicanos que viven en la economía informal y que representan para los partidos políticos un auténtico botín electoral? ¿Buscará AMLO establecer impuestos para las grandes fortunas en México, es decir al millón de súper, súper ricos que concentran el 75% de la riqueza nacional, le entren con su cuerno?
Recordemos que AMLO lleva ya más de 29 mil mentiras y el “no”, siempre ha sido un sí.
Me pregunto: ¿Aceptaría Ricardo Salinas Pliego, aliado de AMLO pagar impuestos sobre su fortuna de más de 12 mil millones de dólares o Carlos Slim que ostenta un poco más de 60 mil millones de dólares?…
No mire usted, será más fácil invitarle una chela al caballito de Troya que desplomar a uno de estos gansos. Así que los nuevos impuestos de AMLO saldrán de los bolsillos de los más fregados de México, es decir usted y yo que hemos sido convertido por la partidocracia en pagadores de impuesto y viles objetos de uso electoral. Pero todo dependerá de que los mexicanos voten con la cabeza en las próximas elecciones y no vuelvan a cometer otro error político perpetuando en el poder al partido de quien encabeza ya otra dictadura perfecta en México.