Los Dioses Ocultos resurgen 16 años después; más de 75 mil almas a los pies de Caifanes
* Especiales, Espectáculos lunes 11, Abr 2011- Tras dieciséis años de espera, la banda conformada por Saúl Hernández, Alfonso André, Diego Herrera, Sabo Romo y Alejandro Markovich fueron la sensación en la segunda jornada de la decimosegunda edición del Vive Latino; rompieron récord al protagonizar el concierto más impresionante en la historia del Foro Sol que se haya visto
Gloria Carpio
Pese a los inclementes rayos del sol, las hordas amantes del rock, rock-pop, ska, punk, rockabilly, reggae, funk, alternativo, electrónico y metal, asistieron desafiantes a la segunda jornada del festival Vive Latino celebrada este sábado en las instalaciones del Foro Sol y el óvalo del Autódromo Hermanos Rodríguez, donde las ovaciones y aplausos principales fueron para los integrantes originales del grupo Caifanes que fueron los encargados de cerrar las actuaciones del escenario principal.
La banda liderada por Saúl Hernández, que para esta ocasión se reconcilió con el guitarrista Alejandro Marcovich, agradeció a los miles de asistentes (cifras de Ocesa: 75 mil) el haber acudido a dicho evento que se convirtió en histórico, luego de 16 años de distanciamiento entre ambos músicos, lo que provocó el origen de Jaguares que actualmente se encuentra en receso.
Con gritos eufóricos y cantando a dueto con Saúl, el público se mostró emocionado de ser parte de este esperado reencuentro con temas como Será por eso, con la que abrieron, siguiendo con hits como No dejes que, Mátenme porque me muero, Cuéntame tu vida, Viento, Nubes, entre otros que dejaron plenamente complacida a la concurrencia.
Y es que hablar de Caifanes es hablar de toda una generación que vivió muy a su estilo la ola del rock en español de los 80’s, allá cuando Saúl, aún lucía más jovial y orgulloso portaba un estilo tipo The Cure a la mexicana, cautivando a miles de jóvenes que hoy, aún lo seguimos siendo y que nos sumamos a un encuentro de una época cargada de nostalgia y adrenalina, donde se unió la vieja generación con la nueva.
Donde con el Foro Sol como testigo se dio muestra de lo que la unión y el perdón pueden lograr, incluso Caifanes arrancando lágrimas de sus seguidores quienes a todo pulmón cantaban temas como La célula que explota, Afuera, Antes de que nos olviden, Dioses ocultos, Ayer me dijo un ave, Miedo, entre otros, todos ellos cargados de una nostalgia y tiempo que quizá nunca volverá pero que recordará el memorial colectivo incluso aquellos que no habían nacido en la época, pero que de igual modo ahora escuchan los temas con singular alegría y pasión, esa pasión que trajo de vuelta a la Caifanada, que por cierto se lució en un lugar totalmente lleno y donde las almas se unieron en una misma, por el recuerdo, por el amor y por el reencuentro.
Conforme transcurría el concierto, y entre condones (inflados como si fueran globos) que se aventaban como pelotas, y que nos ponía la piel de gallina a quienes recordamos viejos amigos, viejos amores de secundaria y preparatoria; Saúl Hernández observó el impresionante amor que le profesan a él y a la banda su fanaticada y con la voz sumamente emocionada exclamó: “Raza, Caifanes a tus pies”.
Saúl aprovechó tan emocionante e inigualable momento para hacer pública su solidaridad por el fallecimiento de Rita Guerrero, a quien calificó de “Hermana guerrera que nos enseñó el camino de la luz y resistencia, la valorización de artes de un México que nunca olvidó” y de Eugenio Toussaint a quien denominó como “baluarte en la estructura musical del país”.
Los saltos, lágrimas, alaridos y un coro monumental no dejaron de cesar y Sabo Romo rompió el silencio y expresó: “Hace 24 años Caifanes tocó por primera vez en Rockotitlán”, acto seguido Saúl gritó a los cuatro vientos “parece que han pasado 15 minutos no 16 años, para ustedes que no quitaron el dedo del renglón”. Y la mayoría de los ahí presentes que tenemos entre 30 y 40 años de edad se nos enchinó la piel de ver y ser parte de la historia del reencuentro de Caifanes, algo que pensamos jamás volvería a ocurrir, pero la fe pudo más y se dio 16 años después.
Saúl hizo una pausa para hacer un llamado al presidente Felipe Calderón para que haga justicia, en especial por todos aquellos que han sido asesinados. “Señor Presidente, para pedirle que le haga justicia a nuestros muertos así como se le dio todo su poder a un agente americano… pedimos señor Presidente paz para los mexicanos, Dios te bendiga”, expresó el vocalista.
Y qué mejor forma de cerrar con broche de oro, después de dos horas de concierto, al interpretar La negra Tomasa, con la que se despidieron de la doceava edición del Vive Latino.
Durante el desarrollo del festival sabatino, la convivencia fue similar a las del viernes, transcurriendo plena calma y concordia por lo que las decenas de elementos de seguridad, tanto del gobierno capitalino como de Ocesa, no tuvieron mayores problemas al desempeñar su trabajo.
Bellas edecanes en los diversos stands colocados alrededor del Foro Sol daban información a los jóvenes sobre diversos temas, además de promover los productos de las marcas patrocinadoras del evento que también tuvo en su seno a bandas como: Rebel Cats, Liber Terán, Enjambre, San Pascualito Rey, Los Pericos, Jarabe de Palo, Los Bunkers, Enanitos Verdes, Manchuria, Ansia, Natalia Lafourcade, Bengala y el grupo femenil Ruido Rosa.Otro de los atractivos que tuvo la jornada de este 9 de abril fue la proyección de los documentales De veras me atrapaste (del grupo Manchuria), Bunbury: Porque las Cosas Cambian, Joy Division y Look at What the Light did now, exhibidos en la Carpa Ambulante, logrando atraer gran cantidad de jóvenes que abandonaron el inmueble de Río Churubusco cerca de la medianoche.
El día de ayer el encuentro musical más grande del rock en América Latina siguió y con el la diversión y los encuentros juveniles, sin embargo, Caifanes superó las expectativas de los mismos organizadores, quienes, gustosos anunciaron que este año con tan solo la presencia de la banda mexicana se había roto el récord de asistencia en las pasadas ediciones. Y también se rompió récord en reventa, pues los mismos revendores daban las localidades en 2 mil pesos y hasta ellos mismos recompraban boletos. Fue tal la desesperación por ser parte del reencuentro de Caifanes que hubo portazo y 200 personas entraron sin boleto.
Un concierto para la historia y qué emoción haber sido parte de ella: la trascendencia del evento cayó en el reencuentro de dos genialidades de la música nacional: Saúl Hernández y Alejandro Marcovich.