Peña Nieto enseña lo que trae
Roberto Vizcaíno lunes 11, Abr 2011Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- La obviedad indica que tal concentración se logró para apoyar la precandidatura presidencial de Peña Nieto. Para demostrarle al presidente Felipe Calderón, al PAN, a AMLO , a Ebrard y PRD que el lanzamiento del candidato a sucederlo, no restará poder al gobernador saliente
Durante el medio día del sábado pasado en pleno Toluca el gobernador Enrique Peña Nieto dio una muestra de lo que trae para ganar la Presidencia de la República.
Amparado legalmente dentro de un día inhábil, el puntero en la contienda del 2012 aprovechó la toma de protesta de Eruviel Ávila como candidato del PRI a la gubernatura, para concentrar y mostrar a su alrededor al grupo de poder político más importante en el país.
El evento masivo -pero que destacó por su orden-, realizado en la sede del PRI mexiquense estuvo presidido por el líder nacional del tricolor, Humberto Moreira quien tomó la protesta a Eruviel Ávila como candidato del PRI a gobernador ante el pleno del Consejo Político Estatal.
Pero la diferencia de ésta a todas las demás tomas de protesta ocurridas durante al menos tres decenios dentro del PRI, fue que ahí estuvieron los gobernadores de Aguascalientes, Carlos Lozano; Campeche, Fernando Eutimio Ortega Barnés; Chihuahua, César Duarte; Durango, Jorge Herrera Caldera; Hidalgo, Francisco Olvera; Querétaro, José Calzada; Quintana Roo, Roberto Borge; San Luis Potosí, Fernando Toranzo; Veracruz, Javier Duarte; Yucatán, Ivonne Ortega y de Zacatecas, Miguel Alonso encabezados por supuesto por Enrique Peña Nieto.
En primera fila destacaron los ex gobernadores del Estado de México, Alfredo del Mazo González, Alfredo Baranda García; Ignacio Pichardo Pagaza; Emilio Chuayffet Chemor y César Camacho Quiroz. Sólo faltó Arturo Montiel.
Un poco más allá se ubicaron el líder de la CNOP, Emilio Gamboa; el coordinador de los diputados federales del PRI, Francisco Rojas; el dirigente de la CNC, Gerardo Sánchez García así como los dirigentes nacionales del PVEM, Jorge Emilio González y el de Nueva Alianza, Jorge Kahwagi.
En la mesa principal estuvo Luis Videgaray, hoy presidente del PRI en el estado en sustitución de Ricardo Aguilar, quien pasó a la secretaría de Organización del CEN del tricolor y quien fue ubicado en lugar preferente al lado de Alfredo del Mazo Maza y de Ernesto Nemer, todos ellos los precandidatos perdedores en esta contienda.
En la mesa principal estuvo también Miguel Ángel Osorio Chong quien apenas hace 10 días dejó de ser gobernador de Hidalgo y hoy es el delegado especial del CEN del PRI en el Estado de México para colocarse así como uno de los verdaderamente cercanos a Peña Nieto.
Pero no sólo ocurrió todo lo anterior, sino que al evento asistieron los casi 100 alcaldes priístas mexiquenses y quizá unos 100 más venidos de todas las latitudes de México. No que decir que ahí estuvo un buen segmento de los diputados federales del tricolor y dirigentes intermedios de todas las organizaciones.
En este cónclave de unidad y poder fue sumamente notoria la ausencia del senador Manlio Fabio Beltrones , la del líder de la CTM, Joaquín Gamboa Pascoe así como de los gobernadores de Coahuila, Jorge Torres; Colima, Mario Anguiano; Nayarit, Ney González; Nuevo León, Rodrigo Medina; Tabasco, Andrés Granier; Tamaulipas, Egidio Torre Cantú y de Tlaxcala, Mariano González Zarur, casi todos ellos muy apoyados por Peña Nieto.
Los pronunciamientos fueron los de estos casos. Hablaron primero Videgaray, luego Moreira y finalmente Eruviel Ávila. El grito de victoria anticipada estuvo en la boca de todos.
¿Y es que quién podría ganarle ahora a este conglomerado y partido?
La demostración de unidad y fuerza acumulada que se concentró en Toluca el sábado nadie más la puede mostrar que el PRI… que Peña Nieto.
Las fotos de Marcelo Ebrard, sus tres o cuatro secretarios capitalinos y la media decena de perredistas que acudieron a apoyar a Alejandro Encinas, o la de Bravo Mena con 4 secretarios de estado y la coordinadora de los diputados del PAN quedan simple y llanamente en una muestra ridícula ante este trabuco tricolor.
La obviedad indica que tal concentración se logró para apoyar la precandidatura presidencial de Peña Nieto. Para demostrarle al presidente Felipe Calderón, al PAN, a AMLO, a Ebrard y PRD que el lanzamiento del candidato a sucederlo, no restará poder al gobernador saliente.
Es un claro mensaje para que dentro del PRI no se equivoquen, para que no se hagan bolas, y crean que el ascenso de Eruviel significa el descenso de Peña, como podría ocurrir naturalmente en otros casos.
PREVISIONES: Muchas son las reglas no escritas que rigen la vida del poder. Una de ellas, fundamental dentro del PRI, es que una vez elegido el candidato para un cargo de elección también se debe elegir a su posible sucesor.
Eso, por ejemplo, le falló a Carlos Salinas y el costo de su error lo marcó para toda su vida y la de los suyos, familiares y amigos. Salinas no previó que Luis Donaldo Colosio pudiera ser eliminado. Y cuando esto ocurrió, no tuvo reemplazo previsto lo que lo obligó a decidir por el único que estaba en posibilidad de ser candidato: Ernesto Zedillo. ¡Y vaya que debe arrepentirse cada día desde entonces!
Hay testimonios que indican que al asesinato de Colosio, Salinas intentó habilitar a Pedro Aspe como el sucesor. Pero no lo dejaron. Simplemente no cumplía con el tiempo constitucional de separación de un cargo público para ser candidato.
El viejo sistema de sucesión priísta preveía que el posible sustituto de un candidato a Presidente, a gobernador o cualquier otro, pasara a formar parte de la estructura del PRI, como presidente, secretario o como coordinador de campaña. Así se cubría el expediente legal de la separación de un cargo público de acuerdo a los tiempos marcados por la Constitución General de la República o la de los estados.
¿Pero por qué digo todo esto? Porque pocos se dieron cuenta que Peña Nieto ya cubrió ese expediente:
-Promovió la designación de Luis Videgaray como presidente del PRI mexiquense, y coordinador de la campaña de Eruviel Ávila. Los hechos nos dicen que Videgaray era la segunda carta de Peña en su sucesión, y por lo tanto es el posible sustituto de Eruviel en caso de que pudiera darse la necesidad de ello.
– Si el sustituto hubiera sido Ricardo Aguilar, este se hubiera quedado al frente del tricolor estatal. Lo mismo hubiera ocurrido si hubiera considerado como posible sustituto a Alfredo del Mazo o a Ernesto Nemer.
El cambio lo aprovechó Peña para colocar a Ricardo Aguilar –quien le dio los más importantes resultados al frente del PRI estatal-, en la secretaría de Organización del CEN del PRI. Mire, le explico: ese cargo es sumamente importante porque es el área de operación política nacional de este partido y porque, si hubiera necesidad, ante la renuncia del Presidente y la ausencia de la secretaria general, el que asume la dirección nacional del PRI es el secretario de Organización.
¿Qué estará previendo Peña para colocar a Ricardo en ese cargo? Ya lo veremos.
MOREIRA, A PRUEBA: El actual presidente del PRI se ha puesto metas altas: no sólo rescatar a su partido y estructurarlo para rescatar la Presidencia de la República y ganar todas las gubernaturas en los siguientes tres años así como la mayoría de la cámara de diputados y del Senado en el 2012.
Hoy, a mes y medio de haber tomado posesión del cargo, ya logró fijar la agenda política y meter en su juego al presidente Felipe Calderón y su gabinete. Ya vapuleó al líder del PAN Gustavo Madero y sometió a Jesús Ortega a unos días de que dejara de ser líder del PRD.
Pero sobre todo bajó la semana pasada de la candidatura presidencial del PAN al expriísta secretario del Trabajo, Javier Lozano. Le puso una arrastrada fenomenal.
Esta semana Moreira sube su reto: se va a sentar en un debate con 4 secretarios de Calderón: con Ernesto Cordero, titular de Hacienda; con Javier Lozano, del Trabajo; con Heriberto Félix Guerra de Sedesol y con Bruno Ferrari, de Economía. Todos ellos llevan la instrucción de destruirlo.
¿Podrá con todos juntos? ¿Y si lo logra, cual será la siguiente meta?
LLAMADO DE BELTRONES: Suena por demás sensato, pero la verdad es que ni Calderón ni ninguno de sus colaboradores da muestra de que vayan a hacer nada.
El fin de semana el senador priísta Manlio Fabio Beltrones pidió a los panistas en el poder atender el clamor nacional ciudadano contra la violencia y la crisis de seguridad pública.
“Es urgente que las instituciones acudan al encuentro con la sociedad civil y dejemos muy claro que estamos con ella”, indicó.
¿Lo escucharán a él y al clamor?