Protesta feminista
Armando Ríos Ruiz miércoles 10, Mar 2021Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
Parece imposible que por una sola vez, el Presidente reaccione de manera positiva ante alguna demanda ciudadana. En este caso, ante el movimiento de las mujeres que solicitan protección para su género, que sufre violencia todos los días y en todos los rincones del país, al grado que diariamente muere un número superior a la decena por violencia, sin que los crímenes sean investigados.
En un mundo de machistas en el que participan las mismas autoridades, se antoja sumamente difícil que los que gobiernan decidan buscar una solución. En este momento, las protestas parecen más un agravio personal al que dirige la orquesta desde Palacio Nacional, que una llamada de auxilio.
El señor del castillo amurallado confunde las demandas de ayuda y como siempre, echa culpas por todos lados, por lo que las mujeres hacen para llamar la atención. La esperanza de que alguna vez reaccione con inteligencia o como cualquier mandatario lo haría, en el ánimo de resolver un problema que podría alcanzar otras dimensiones, está de plano perdida, por lo que ha podido verse desde el Día Internacional de la Mujer.
Dijo incoherencias. Cosas que sólo él entiende. Que no venían al caso. Porque el asunto era echar tierra al movimiento y no buscar culpables, porque ya los tiene, sino proferir las culpas de siempre. Dijo: “Antes no había estas protestas, empezaron con nuestro gobierno, porque valiéndose de un movimiento justo, noble, se aprovechan para lanzarse en contra del gobierno”. ¡Baño de pureza!
Y a manera de burla añadió: “Ya rompimos el pacto, pero el que había con la oligarquía que se dedicaban a saquear, a robar y eso los trae muy molestos”. Se refería de manera burlona al pacto que las mujeres pidieron que rompiera con un candidato al gobierno de Guerrero, acusado de cometer varios delitos.
En su mente, siempre ocupada con los fantasmas de los conservadores, neoliberales, fifís y otros que sólo él ve y que le sirven para limentar la flaca fantasía de sus simpatizantes, aseveró que los conservadores desean cooptar el movimiento feminista con gente que jamás ha defendido al llamado sexo débil. Como si quienes organizan estos eventos estuvieran dormidas o fueran retrasadas mentales, para no darse cuenta. El genio ha podido avizorar antes que ellas, lo que ocurre en los intestinos de sus organizaciones.
Presumió, inclusive, que hoy como nunca participan mujeres en su gabinete y hasta mencionó el nombre de la secretaria de Gobernación. Nada dijo de que están como adorno. Imposibilitadas de hacer algo por cuenta propia. Devengando un salario que no desquitan. Porque quien hace y deshace en todas las instancias es él. Todo mundo debe plegarse a sus designios y a sus caprichos. ¿Qué tiene que ver con la intención mostrada por las féminas demandantes?
Salvador Guerrero Cipres, presidente nacional de la Campaña de Prevención en Línea contra Niños, Niñas y Adolescentes, informó que 90 por ciento de los delitos sexuales se cometen sólo en la Ciudad de México. Se trata a todas luces de un problema que no inquieta a la autoridad. ¿Qué tiene que ver con los elucubraciones del Presidente, en las que aparecen los conservadores?
El señor de Palacio Nacional no se cansa de remachar todos los días lo mismo. Lejos de que el fenómeno de repetir sirva para que la mentira se convierta en realidad, un número elevadísimo de mexicanos y otro de extranjeros, no le creen un ápice. Ahora, también los diarios neoliberales, conservadores y fifís de Estados Unidos y de otros países se han convertido en blanco suyo, porque desde esas latitudes también se ven con claridad los desatinos en que incurre diariamente.
Por eso, acostumbrados a esta situación, muchos no creyeron la versión de que arriba del Palacio de Gobierno había personas con un dispositivo parecido a un rifle de largo alcance, que presumiblemente sirve para inhibir drones. En virtud de que todo lo que ocurre en contra lo revierten con los argumentos más burdos y desproporcionados, la gente pensó que se trató de francotiradores apostados para resolver cualquier problema”. ¿Quién tendrá la razón?