Empresas públicas y privadas
Alberto Vieyra G. miércoles 10, Mar 2021De pe a pa
Alberto Vieyra G.
“A nosotros no nos interesan los negocios privados, nos interesan los negocios públicos o, para no ser tan tajante, los únicos negocios a los que se les debe de dar toda la atención es a los negocios públicos”. Fue la infame e infortunada declaración de AMLO del pasado 23 de octubre de 2020 en la que dejómuy claro que, para los regímenes populistas y comunistas, las empresas privadas no deben existir, sino que el Estado rector debe ser el papá que le de todo o lo que pueda al pueblo y entre más miseria se pueda, mucho mejor.
Si, son las empresas privadas nacionales y extranjeras las que crean los empleos y, por ende, el desarrollo o la riqueza de los pueblos. Las empresas públicas sólo crean ponzoñosas burocracias improductivas que chupan nuestros dineros públicos. Empero para AMLO debe ser la empresa pública en manos del gobierno lo más importante y por ello, ha hecho de Pemex y de la CFE sus juguetes sexenales, convirtiéndolos en dos ineficientes monopolios con la rectoría del Estado mexicano.
Y como para AMLO y muchos de sus secuaces que hoy buscan cargos de elección popular, entre ellos gubernaturas, para ellos las empresas públicas y no las privadas deben ser las que sean primero en México. En esa infame tónica, AMLO desterró de México a empresas norteamericanas y canadienses generadoras de energías limpias y más baratas que la electricidad que produce de la CFE, que seguramente después de las elecciones federales del 6 de junio, electrocutará a los mexicanos con aumentos en los recibos de luz y en todo lo que se consuma, pues a las empresas privadas, se les aumentara la luz y con ello, sálvese quien pueda porque es el espíritu de la antipopular reforma eléctrica amlista, que los diputados y senadores morenistas aprobaron sin cambiarle ni un punto, ni una coma en obediencia ciega al dios sexenal, lo que se traducirá en una carísima factura de votos en contra de Morena.
Apenas el 28 de febrero, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken exigió a AMLO “dar certeza a las inversiones extranjeras en México”, mientras algunas empresas generadoras de electricidad limpia iniciaron ya las demandas contra México en los paneles internacionales por violaciones al Tratado de Libre Comercio entre México, Canadá y Estados Unidos y también en violación a los contratos realizados con el gobierno mexicano, tras la reforma energética peñista.
Siguiendo la infame escuela comunista de AMLO, el candidato de Morena al gobierno de Michoacán, Raúl Morón, acatarra a los michoacanos sobre que “las empresas privadas no deberían de existir, son enemigas de México” o “traidoras a la patria”, como AMLO les llama. Ese candidatito anda tronando como chinampina porque los michoacanos y los mexicanos sabemos que, si no hay empresas privadas, no hay empleos y si no hay empleos, no hay bienestar en las mesas, las panzas y los bolsillos de los mexicanos. No tengo la menor duda de que éste obtuso profesor Raúl Morón está trabajando para que Cristóbal Arias se convierta en el próximo gobernador en las tierras de Juan Colorado.
Estas desastrosas políticas públicas de AMLO, más el encendido pleito que se trae con las mujeres de México que son mayoría en el padrón electoral y amenazan convertirse en la tumba política de AMLO y de su dizque “Cuarta Transformación” en las próximas elecciones del 6 de junio, sobre todo porque AMLO rinde culto a la mentira y a su compadre, el llamado toro sin cerca, Félix Salgado Macedonio, que representa al más vivo ejemplo de transgresión sexual contra las mujeres, pero AMLO no se baja de su macho. Allá él y su loca cabeza.