Condena de muerte
Armando Ríos Ruiz miércoles 3, Mar 2021Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
Tal parece que en México, las autoridades están empeñadas en condenar a muerte a sus habitantes. En todas partes se ven los intentos por exterminar la vida de lo que respira. Si se trata del Congreso, la Cámara de Diputados obedeció solícita la orden de aprobar “sin cambiar una coma”, la Ley de la Industria Eléctrica, que autoriza a la empresa del Estado a utilizar las energías más contaminantes y no renovables, derivadas de productos fósiles.
¿Qué legislador se tomó la molestia de leerla, para enterarse de su contenido? ¡Nadie! Con la capacidad que han exhibido no hubieran entendido una línea. Al fin en estos tiempos no es necesario que siquiera sepan leer. Menos entender. Lo único que se necesita es que aunque un poco adormilados en sus curules, sean capaces de levantar la mano a favor del que manda.
El Presidente aseguró con una sonrisa de confianza, que su homólogo norteamericano se mostrará respetuoso con las decisiones de México en su política energética. Lo más seguro es que habrá un roce bastante serio y enérgico, en virtud del proyecto ambicioso del mandatario vecino, sobre el uso de energías renovables y puras.
No podemos pensar en que sólo le importa que Estados Unidos y Canadá se ajusten al programa y permitir que aquí se haga lo que se desee, aunque se trate de contaminar. Tampoco es posible pensar en que sus empresas generadoras del energético más saludable, salgan del mercado o pierdan demandas derivadas de los contratos cancelados.
Pero por si fuera poco, apenas se conoció que la Suprema Corte autorizó a la Comisión Reguladora de Energía, reducir en 5.8 por ciento el contenido de etanol como oxigenante en las gasolinas. Esto quiere decir que ahora serán más contaminantes.
El etanol es un producto que de por sí cuenta con un octanaje de 113 y contra lo que es la gasolina, su composición química incluye oxígeno que favorece una mejor combustión. Añadida al combustible, sirve además para reducir emisiones de hidrocarburos sin quemar, así como de monóxido de carbono.
“La Asociación Mexicana para la Movilidad Sustentable promueve el uso de etanol al 10 por ciento en gasolinas con el argumento de que ayuda a disminuir los gases de efecto invernadero y desarrolla a la industria agrícola, especialmente de la caña”.
La resolución tomada por la Suprema Corte ordena que a partir del próximo 19 de marzo, el etanol empleado en las gasolinas se reduzca a 5.8 por ciento. Eso quiere decir que nuestra atmósfera se contaminará más de lo que ya está y se envenenará aún más, con el uso de energías no renovables, de acuerdo con la ley aprobada por la Cámara de Diputados y que seguramente será avalada también por el número aplastante de morenistas en la Cámara de Senadores.
Los expertos, de acuerdo con la información, afirman que liberar el uso del etanol, generaría una demanda que podría satisfacerse con la producción en el campo y que podría elevar los ingresos del sector, hasta en tres mil 500 millones de pesos. También aseguran que su uso al 10 por ciento eliminaría de la atmósfera más o menos cuatro millones de toneladas de CO2 al año.
¿Acaso los abogados de la Corte se hacen asesorar en casos como éste, por los verdaderos conocedores que deben ser químicos o algo así, para emitir el mejor juicio? ¿O simplemente utilizan un criterio sin el conocimiento suficiente, para emitir una orden que debe acatarse? Si no actúan con el conocimiento del que sabe, simplemente están condenados a emitir un juicio irresponsable.
De pronto, lo que contamina parece haberse vuelto muy importante. Al grado, de que hay que emplear todo lo que envenene. Tal vez nuestras autoridades creen que somos muchos y que, como los defensores de las teorías de la conspiración, es necesario eliminar al mayor número posible de habitantes.