Legisladores morenistas le cumplen al Presidente
Miguel Ángel Rivera martes 2, Mar 2021Clase Política
Miguel Ángel Rivera
- El auditor superior se arrepiente y busca la absolución
“De los arrepentidos es el reino de los cielos”, dice una sentencia atribuida a la Iglesia católica y a esa sabiduría milenaria se acogió el titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), David Colmenares Páramo, al comparecer ante diputados para mostrar su arrepentimiento por los errores metodológicos que lo llevaron a afirmar públicamente que el costo de la cancelación del nuevo aeropuerto en Texcoco resultó tres veces más costosa de lo que admite el gobierno de la llamada Cuarta Transformación.
Esa declaración, acompañada de otras denuncias acerca de irregularidades en programas sociales del gobierno encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, causó indignación al primer mandatario, quien de inmediato demandó que se hicieran las rectificaciones correspondientes y, en segundo término, pidió a los diputados federales llamar a cuentas al impertinente auditor que se atrevió a poner en entredicho las decisiones de su gobierno y del “pueblo sabio”, pues se supone que la cancelación de esa importante obra fue respaldada por una consulta popular.
Más que prestos, los diputados de Morena y sus aliados exigieron la presencia del titular de la ASF, al parecer dispuestos a castigar su insolencia. Inclusive se habló de la posibilidad de destituirlo con base en lo dispuesto por el artículo 92 de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación, ya sea por utilizar indebidamente la información que está a su cuidado o por aceptar la injerencia de partidos políticos.
Precisamente, en su petición a la Cámara de Diputados de intervenir para aclarar los supuestos errores de la ASF, el presidente López Obrador apuntó que el reporte de ese organismo había sido aprovechado por sus opositores para criticarlo.
Como se sabe, la ASF depende de la Cámara de Diputados y concretamente está bajo el cuidado de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación.
Pues bien, los integrantes de ese órgano legislativo, bajo la atenta supervisión del coordinador de la bancada de Morena, Ignacio Mier Velazco, se reunieron ayer con Colmenares Páramo y su estado mayor.
Por principio, el auditor mayor mostró arrepentimiento. Dijo que no hay presiones ni mala fe en torno a los resultados de la revisión de la Cuenta Pública, de donde salieron los datos que provocaron tanto revuelo y admitió que “efectivamente hay una discrepancia, que algunos consideran un error” en dicha auditoría.
En particular, anunció que la institución a su cargo presentará un nuevo reporte de resultados sobre la auditoría relacionada con los costos de cancelación del proyecto del aeropuerto en Texcoco, con una nueva metodología, para lo cual se conformará un grupo de trabajo junto con el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México.
Además, afirmó que la ASF no confronta ni mucho menos enfrenta a ningún orden de gobierno, además de ser apartidista y apolítica. Asimismo, recordó que, cualquier dependencia aludida tiene derecho a presentar aclaraciones conforme a la ley.
Colmenares no se quedó en posición defensiva, sino que se lanzó al ataque, al anunciar que se aplicarán sanciones en caso de comprobarse que algún servidor público actuó con intereses partidistas o particulares en las auditorías.
“Pediré que se cese a todo servidor público que haya actuado con intereses personales en su participación en el proceso de fiscalización, y que en el resultado de su participación se imputen hechos que obedezcan a un interés político o personal”, agregó.
Al respecto, el presidente de la Comisión de Vigilancia de la ASF, Mario Alberto Rodríguez, informó que el auditor especial de desempeño de la ASF, Agustín Caso Raphael, fue “separado momentáneamente” por la investigación que inició la Unidad de Evaluación de Control.
Además, el legislador solicitó a Colmenares que el mencionado funcionario sea convocado a la próxima sesión de la Comisión para tener todos los elementos metodológicos de la auditoría relacionada con la cancelación del proyecto del Aeropuerto en Texcoco.
El titular de la ASF manifestó, además, que “en los próximos días estaremos teniendo el resultado consensuado con el ente auditado dentro de las posibilidades de aclaración, y sacar una cifra correcta, que tenga que ver con un método de fiscalización y de elaboración de estimación de los costos diferente al utilizado en la auditoría de desempeño”.
No busco quién me la hizo, sino quién me la paga
Por lo pronto, con sus aclaraciones y su promesa de presentar nuevos resultados, Colmenares Páramo parece haber detenido, al menos por el momento, la amenaza que pesaba en su contra de ser separado del cargo.
En tanto, el presidente López Obrador aplaudió que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) haya rectificado su postura respecto al cálculo sobre la cancelación del aeropuerto de Texcoco. “Se equivocaron en sus cuentas y celebro que hayan rectificado. Imagínense que estaban cargándole a la cancelación del aeropuerto de Texcoco 75 por ciento más”, indicó.
Hasta allí, todo parecía estrictamente vinculado con la ASF, sus revisiones y conclusiones, pero el primer mandatario aprovechó para lanzarse nuevamente contra uno de sus reiterados “enemigos”, la prensa “conservadora y corrupta”.
Agregó que el informe de la Auditoría Superior, respecto de la cancelación del aeropuerto, significó un festín para todos los defensores del antiguo régimen corrupto y la mayoría de los medios de comunicación, por lo cual su gobierno recibió ataques por ese tema durante cuatro o cinco días. “Causaron daño, aunque aceptaron el error. Dan elementos a nuestros adversarios, a la oposición conservadora, a los que quieren mantener el régimen que imperaba antes de llegar al gobierno”.
Por cierto, al regreso de su gira de fin de semana sufrió agresiones verbales de parte de otros pasajeros del mismo avión que lo trajo de Guadalajara. Seguramente esas personas no se pueden considerar parte del “pueblo sabio”.
Lo que comentó el primer mandatario fue que tales sucesos “son gajes del oficio”.
En su conferencia mañanera, el jefe del Ejecutivo señaló que, así como hay gente inconforme con su administración, también hay gente que lo apoya fielmente.
“Son gajes del oficio. Imagínense si me pongo preocupado por los insultos, recibo muchos, muchos insultos porque tengo que llevar a cabo cambios”, señaló López Obrador.
“Me eligieron para eso, para encabezar un movimiento de transformación. Y así como hay gente inconforme hay muchos otros que están conformes y así es la democracia. a diferencia de la dictadura”.
“Cuando hay dictadura no se puede protestar o se protesta, pero con los dientes apretados”, añadió el Presidente.
“Cuando hay democracia somos libres. Estoy muy consciente de eso”, subrayó.
Por otra parte, en esa misma conferencia, el presidente López Obrador volvió a defender el feminismo de su gobierno y de paso hizo una nueva defensa del candidato de Morena al gobierno de Guerrero, Félix Salgado Macedonio, quien es acusado de violación y violencia contra mujeres.
“Ya hablé sobre este tema. Yo pienso que debe de haber democracia, creo en la democracia, creo que se debe tomar en cuenta a hombres y mujeres de Guerrero y que no puede haber linchamientos políticos ni politiquería, porque ahora resulta que son feministas los conservadores, hay mucha hipocresía en todo esto.
“Pero yo ya no puedo hablar, seguir hablando de este tema porque no me corresponde, sólo le respondo porque me pregunta. Yo no estoy en contra de las mujeres, tan es así, respeto tanto a las mujeres, que la mayoría de quienes me ayudan en el gobierno son mujeres; pero no ahora, fui el primero en México en tener un gobierno con un gabinete en donde predominaban las mujeres.
Por cierto, el caso de la nominación de candidato de Morena a gobernador de Guerrero parece haberse allanado, pues el otro precandidato destacado, el ex superdelegado del gobierno federal, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros —hermano de la secretaria de la Función Pública— decidió retirarse del proceso interno de Morena.
El ex delegado explicó que tomó la decisión de abandonar el proceso interno a la gubernatura, porque no es factor de división, aseguró que él no se va a prestar a “las guerras intestinas”, ni tampoco será un instrumento útil a los adversarios de Morena.