Migración, tema candente
¬ Augusto Corro martes 2, Mar 2021Punto por punto
Augusto Corro
El problema migratorio continuará con pandemia o sin ella. Quizá en algunos países se detuvo, pero se volverá a las caravanas de indocumentados, sin duda alguna.
Son múltiples las razones por las que se abandonan los lugares de origen.
Van desde la pobreza hasta la violencia que no cesa en varias regiones. Concretamente, en Latinoamérica se conjugan estos factores que imposibilitan una vida justa y segura.
La pandemia provocó, además de los graves problemas de salud, una profunda crisis económica y social.
Se cerraron los caminos para encontrar soluciones a problemas que padecen millones de personas que habitan en países latinoamericanos.
Es decir que los pueblos ya arrastraban conflictos de injusticia que se agravaron a partir de la llegada de la Covid-19.
Ahora toca el turno a las naciones ricas ayudar a los países pobres a superar la pobreza, la falta de empleos, en ambientes de paz.
No será fácil. Sin embargo, los gobiernos deberán recurrir a fórmulas de cooperación para enfrentar el problema migratorio.
La acción de las autoridades deberá ser efectiva, lejos de los discursos cargados de demagogia. Es momento de actuar con sentido de justicia, lejos de los discursos demagógicos. En breve, dialogarán los presidentes de México y Estados Unidos (EU), Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden, respectivamente, para tratar asuntos comunes a ambos países.
En la agenda tienen el tema de la migración que provoca relaciones difíciles entre los gobiernos.
Serán muy importantes los acuerdos que surjan luego de la política deshumanizada de Washington hacia los indocumentados y de aquellos que buscan realizar el llamado “sueño americano”.
El gobierno de Donald Trump se distinguió por el incumplimiento de los derechos humanos a las personas sin papeles. Las avalanchas de indocumentados no cesaban, a pesar de que sabían la severidad que eran tratados.
Por ejemplo, los hijos eran separados de sus padres y enviados a diferentes sitios, convertidos en campos de concentración.
Se repitió la historia de Hitler contra los judíos. A la fecha, un sinnúmero de padres no encuentra a sus pequeños.
Con su actitud arbitraria, Trump amenazó a México con incrementar tarifas arancelarias si no frenaba el flujo migratorio en la frontera sur.
El gobierno no le dio vuelta al asunto y envió a la fuerza pública a evitar el paso de migrantes.
Al mismo tiempo el mandatario continuaba con la construcción del muro fronterizo con el pretexto de frenar el flujo migratorio y el trasiego de drogas.
Como se pudo, fue frenado el éxodo de indocumentados. Unos se quedaron en México en espera de obtener la visa que les permita el ingreso a EU.
Cuando se incrementó la llegada de migrantes, en México surgió la idea de que los gobiernos de los diferentes países se unieran para encontrar soluciones conjuntas.
Se efectuaron las reuniones para tal caso, pero el problema se saturó de demagogia y la situación sigue igual o peor.
El nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tendrá que aplicarse en la atención a un tema que, como señalamos líneas arriba, siempre estará presente.
Ojalá y que sea el pensamiento humanista el que presida la charla entre ambos mandatarios. No será con la deportación de indocumentados, ni con medidas hitlerianas como se frenará el problema migratorio.
Es necesario que se reactive la economía de los países centroamericanos con el propósito de crear fuentes de empleo, por un lado.
Por otra parte, ya es tiempo de que regrese la seguridad a esas regiones, que parecen habitadas por gente primitiva que todo lo hace por medio de la violencia.
Ya analizaremos que fue lo que acordaron López Obrador y Joe Biden, con la idea de que los presidentes demócratas no se diferencian mucho de los mandatarios republicanos.
¿Cómo la ve…?