Un gobernador “en capilla”
Alberto Vieyra G. viernes 26, Feb 2021De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Andrés Manuel López Obrador le declara al PAN la madre de todas las batallas electorales para evitar que junto con sus aliados del PRI y el PRD le quiten la mayoría parlamentaria en la Cámara de Diputados en las elecciones federales del próximo 6 de junio.
Es una guerra sin cuartel con nauseabundo lodo que saldrá desde Palacio Nacional y para los cuatro puntos cardinales
Por la vía de su fiscal carnal, Alejandro Gertz Manero, AMLO promovió un juicio político contra el gobernador panista de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, acusándolo de “delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y defraudación fiscal”, todo con base en declaraciones del pillo de pillos Emilio Lozoya Austin, quien, hasta hoy, sospechosamente no ha pisado la cárcel por haberse acogido a la figura jurídica del llamado “criterio de oportunidad”. Me parece que Lozoya se apegó al criterio de impunidad.
Pero todo parece indicar que se trata de una vil llamarada de petate electoral, un recurso de AMLO por no ser echado de Palacio Nacional, y es que mire usted AMLO y su Morena, no cuentan en el Senado de la República con las tres cuartas partes de un total de 128 votos, pero poner en capilla al gobernador panista tamaulipeco, hará que AMLO le saque mucha raja al asunto cacareando que seguirá implacable contra la corrupción sí, pero del pasado, es decir venganzas políticas y haciendo creer que la inmoralidad y corrupción en el régimen amlista ya fueron desterrados, cuando la realidad es que AMLO lucra solamente con la bandera de la anticorrupción, como lo hizo en su tiempo, Venustiano Carranza, que lucró con la bandera del constitucionalismo. Todos los politicastros lucran con una bandera. La bandera de AMLO es la anticorrupción. Pero sabe cuándo se acabará, NUNCA.
La guerra electorera emprendida por AMLO le dejará dividendos en las urnas, pero para los mexicanos quedará muy claro en pleno proceso electoral, que los mexicanos ya están hasta el gorro de una corrupta clase política, pues si no nos roban unos, nos saquean otros, mientras los que tienen el sartén por el mango, nos juran y perjuran que son unos angelitos.
Una prueba, sólo una prueba de la rampante corrupción que impera en el gobierno de AMLO está en el informe de la Auditoría Superior de la Federación hay que leerlo, en el que el fiscal, David Colmenares Páramo revela que las irregularidades en el primer año de desgobierno de AMLO sobrepasan a los 99 mil millones de pesos y que, hasta los adultos mayores, ya muertos siguen cobrando sus dadivas clientelares.
Lamentablemente, el auditor de la Federación se arrugó y como un vil cobarde se desdijo sobre que AMLO mandó a la basura auténticamente más de 350 mil millones de pesos con la cancelación del Aeropuerto en Texcoco. Lógico, ese vals, no le gusta a López Obrador y en cuestión de minutos doblegó a don David Colmenares Páramo.
¿Cómo queda ese señor auditor ante el pueblo de México, como un zacatón con cinturita de mantequilla, doblegado por el ponzoñoso dios sexenal?
El lacayismo de los burócratas qué importa, lo importante es que estos burócratas sexenales le dan en toda su chompeta a las instituciones del Estado mexicano, que quedarán sin credibilidad alguna o como el cohetero de mi pueblo: “Mal con todo el mundo”.