La sordera de Francisco Bojórquez
¬ José Antonio López Sosa viernes 8, Abr 2011Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Hace poco tiempo expusimos en este espacio el incumplimiento de las autoridades del Sistema de Transporte Colectivo Metro en la Ciudad de México. La promesa del director Francisco Bojórquez era que a partir de diciembre de 2010 no habría un “vagonero” más en los trenes, desafortunadamente el tiempo ha pasado y la promesa sigue sin cumplirse.
Los andenes y trenes del Metro capitalino representan un jugoso negocio para las asociaciones ilícitas e ilegales que representan a este gremio, por llamarle de algún modo. Apropiándose de espacios públicos se vende de todo, desde piratería hasta libros de cocina.
La pregunta de nuevo es ¿hasta cuándo cumplirá su promesa el director del Metro?, ¿acaso hay algún interés de fondo para con omisión permitir que estos grupos sigan ocupando nuestros espacios para convertir un sistema de transporte en mercado público?
LA MIOPÍA DEL C.P.T.M.
Cada que alguien se acerca al Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) resulta que para tal o cual cosa carecen de presupuesto. Siguiendo con el tema, el Metro, hace un par de semanas estando en Toronto, Canadá, me percaté que las estaciones del Metro en aquella ciudad estaban plagadas de anuncios promoviendo Cancún, evidentemente pagados por el CPTM, pues la marca que le caracteriza estaba al pie de cada uno de los mismos.
Uno.- Sin ser especialista en publicidad no entiendo si con ello creerán que la gente viajará más a México (en especial a Cancún), llenando de anuncios un sistema de transporte como lo es el Metro de Toronto-
Dos.- Teniendo México tantos destinos, ¿por qué sólo promover Cancún?, de las decenas que conté no ví ni uno de Ixtapa, Acapulco, Puerto Vallarta, Manzanillo, Mazatlán, entre otros. Quizás argumentarán estrategia mercadológica pero lo que más me interesa, es el costo-beneficio que una estrategia de esa naturaleza tiene. ¿Acaso hemos visto en el Metro capitalino anuncios para visitar Centro o Sudamérica? (ya no digamos Canadá o Estados Unidos).
“MI PATRIMONIO”
La lideresa Elba Esther Gordillo aseguró que el sindicato que le pertenece (no dirige, lo posee) no es propiedad de ningún partido político. ¡Obvio señora Elba Esther!, bien sabemos que usted es la única dueña y si un día le convino la relación con Calderón se pintó de azul, si hoy día le conviene el tricolor se pinta de rojo.
Liderazgos “gangsteriles” como este son los que tienen al sindicalismo y a la política mexicana por debajo de las cloacas.
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