Nuestro pasado y nuestros niños
¬ Claudia Rodríguez lunes 22, Feb 2010Acta Pública
Claudia Rodríguez
Una mañana de domingo confusa para mí, donde los conflictos dentro del Vaticano y hacia afuera, sobre todo con el gobierno italiano de Silvio Berlusconi, que rayan en los extremos del moralismo y el libertinaje; informaciones diversas sobre la posibilidad científica de que no sólo lluvias torrenciales, sino hasta movimiento telúricos pueden ser creados por la acción del hombre; movilizaciones de migrantes que radican en los Estados Unidos y que exigirán mediante protestas organizadas al gobierno de Barack Obama cumpla con sus promesas sobre reforma migratoria e incluso, un secretario de Gobernación mexicano que está dispuesto a dar la batalla a sus enemigos políticos desde una trinchera privilegiada. Todo esto y más me hace reflexionar que nuestros niños merecen más que ser guiados. Ellos son la verdadera respuesta al por qué de la humanidad y hacia ellos y su bienestar deberían estar enfocadas todas las acciones.
La niñez de ahora, es una retrospectiva de nuestro pasado. Cuando se es niño se tiene la innata confianza de decir y hacer lo que se piensa pero los límites sin explicación nos van coartando hasta la idea de expresarnos y de crear, y es así como el pasado parece peor que el futuro.
Pero mal haría si entre tanto reclamo, no reconociera el esfuerzo que los niños del mundo hacen por expresarse aunque los sigamos tratando como a quienes no entienden, ni tienen voto.
El pasado sábado tuve la oportunidad de acudir a una increíble exposición de arte infantil y juvenil, a invitación expresa de dos de mis increíbles sobrinos: Arantza y Sebastián. Ambos estudiantes de los talleres de artes plásticas de Pimpleia, donde coordinan las actividades maestras egresadas de la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La exposición en cuestión, se titula “México a través de la mirada de niños y jóvenes” y está conformada por las obras de más de 100 chicos que con 600 obras de arte, expresan su visión de lo que han aprendido del pasado de nuestro país: Conquista, Colonia, Independencia y Revolución.
Pero más allá del tema de la exposición que en la ciudad de México se exhibe en el Centro Cultural del México Contemporáneo (CCMC), ubicado en la calle de Leandro Valle del Centro Histórico, pude ver lo que muchos niños de México perciben de su país y su pasado. Lo que viví me sorprendió y me permiten comprometerme a que sus ideas y sentimientos sean escuchados.
Nuestros niños, somos nosotros en el pasado. No hay futuro más que el que se imagina. El pasado es a la vez nuestro presente.
Acta Divina… La coordinadora de Plimpleia, Alejandra Gutiérrez, considera que en términos generales, no se acostumbra tomar en cuenta las opiniones infantiles, pero “los pequeños y jóvenes tienen mucha necesidad de ser oídos, de dejar de estar aislados. Eso lo sabemos al ver sus dibujos, donde expresan cosas que los otros no ven”.