En el río revuelto electoral
Roberto Vizcaíno lunes 22, Feb 2010Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
De los 15 estados con elección sólo dos –Baja California y Tlaxcala- podrían garantizar ciertos triunfos blanquiazules. En el resto la suerte parece estar echada de antemano para el PAN a favor del PRI
Durante el pasado fin de semana el presidente Felipe Calderón envió a su gerente en Acción Nacional, al diputado federal César Nava a definir sus candidaturas a gobernador en Aguascalientes, Tamaulipas y Veracruz que recayeron en: Martín Orozco Sandoval, José Julián Sacramento y en Miguel Ángel Yunes Linares, respectivamente.
De igual forma avanzó en la integración e inscripción de alianzas electorales con el PRD y Convergencia en Hidalgo y Puebla, que junto con las de Durango y Oaxaca suman las 4 en total y al parecer ahí quedarán si no se decide en las próximas horas la coalición en Sinaloa.
Con estas decisiones sólo le quedan a Calderón por definir sus candidatos a gobernador en Chihuahua, Quintana Roo, Sinaloa y Tlaxcala.
Es obvio que a Felipe no le sirvió la experiencia de las derrotas en Yucatán, San Luis Potosí y Campeche.
Su ingerencia en la selección de candidatos a gobernador en los estados cumple con todos los parámetros del más antiguo de los recursos del viejo PRI: el del dedazo.
Es por demás evidente que al Presidente de origen panista no le importan ni las tendencias (es decir, la suma de votos de las elecciones anteriores), ni las encuestas que advierten que el PAN se encuentra hoy en sus expectativas electorales más bajas de todos los tiempos.
Así, de los 15 estados con elección sólo dos -Baja California y Tlaxcala- podrían garantizar ciertos triunfos blanquiazules.
En el resto la suerte parece estar echada de antemano para el PAN a favor del PRI.
Ni qué decir que la decisión de imponer al ex priísta Miguel Ángel Yunes Linares como candidato panista a la gubernatura de Veracruz, es quizá su mayor osadía de este fin de semana.
Al hacerlo casi prefiguró un final similar al de San Luis Potosí de hace un año. Ya lo veremos. En San Luis, Calderón se empecinó en imponer al senador Alejandro Zapata Perogordo por sobre el otro senador, Eugenio Guadalupe Govea Arcos quien contaba con un gran apoyo fuera de la capital potosina.
Al final Govea apoyó al candidato del PRI, Fernando Toranzo quien hoy gobierna ese estado.
Algo similar ocurrió antes en Yucatán y luego en Campeche.
No es un secreto que Yunes Linares es un ex priísta que, como secretario general en el gobierno de Patricio Chirinos, se distinguió por su carácter represivo.
Hoy el candidato de Calderón para Veracruz tiene un ejército de enemigos, empezando por el panista Gerardo Buganza, quien compitió hace 6 años por el cargo y quien se había preparado para hacerlo de nuevo con el apoyo de las mayores preferencias electorales, según lo señalaban las encuestas más serias.
Quizá le siga en tamaño de odios el candidato de Convergencia y senador Dante Delgado a quien Yunes metió a la cárcel siguiendo instrucciones superiores.
Y así un caudal de otros veracruzanos que como el cuestionado dirigente de los 400 Pueblos, César del Ángel, han jurado que no lo dejarán llegar a ocupar el cargo que hoy tiene Fidel Herrera.
“¡Cualquiera… menos él!”, dicen. Quizá en una boca no sea tan importante, pero en todas las que ahora pronuncian este juramento, vaya que es de preocupar.
Y es que Calderón quizá pensó que Yunes sólo se la rifaría con Fidel. Pero no, Yunes tiene a un buen porcentaje de los políticos veracruzanos en su contra.
Así la muy posible derrota de Yunes significará incrementar la amargura de un político ya amargado, a quien no pocos tricolores consideran un traidor, pero para Calderón representará un golpe seco para retener el PAN la Presidencia de la República.
No hay que olvidar que Veracruz está entre los 5 estados que por su votación deciden una elección presidencial.
En fin, el asunto está decidido y Yunes Linares será quien contienda contra Fidel Herrera por la gubernatura de Veracruz. Sí, leyó usted bien contra Fidel porque será el gobernador Herrera -con todo su conocimiento del estado, de sus políticos, su gente y con todos los recursos económicos, institucionales y políticos-, quien opere sin duda a favor del joven Javier Duarte. ¿O a poco cree usted que Fidel dejará que Duarte se la parta solo frente al lioso y mañoso de Yunes?
Ni en sueños.
¿Y cómo andan los otros estados?
Mire, en Aguascalientes, donde competirán el priísta Carlos Lozano de la Torre contra el ex alcalde Martín Orozco, una encuesta de Buendía y Loredo –levantada en diciembre de 2009-, dice que PAN y PRI tendrían, cada uno, 40 por ciento de preferencias electorales, por 4 por ciento del PRD, el mismo porcentaje del PVEM y 9 por ciento de indecisos. Ahí la decisión de Calderón afectó al gobernador saliente, Luis Armando Reynoso Femat quien quería como su sucesor a Raúl Gerardo Cuadra. Por lo tanto no se extrañe usted que Reynoso Femat opere a favor… del PRI.
En Chihuahua donde el PRI ya nombró como su candidato a César Duarte Jaquez y donde ganó los nueve distritos federales el 2 de julio de 2009, una encuesta de Consulta Mitofsky encontró que la preferencia electoral favorece al PRI con 41 por ciento de la intención de voto; el PAN capta el 19 por ciento y el 31 por ciento de los ciudadanos aún no define el sentido de su voto.
En Durango, el PRI lanzó a Jorge Herrera Caldera y tiene como inmediato antecedente haber ganado las cuatro diputaciones federales de mayoría. Ahí se dio la primera coalición PAN-PRD con el ex priísta José Rosas Aizpuru Torres, como su candidato.
En Hidalgo el PRI todavía no tiene candidato, pero el PAN y el PRD ya registraron el sábado pasado su coalición denominada “Hidalgo nos une” que los blanquiazules quieren para Xóchitl Gálvez y que el perredista José Guadarrama Márquez quiere para él. Ahí el PRI ganó los 7 distritos federales en la pasada elección mientras que el PAN retrocedió hasta el cuarto lugar, por abajo del Panal.
En Oaxaca falta aún el candidato del PRI y la alianza PAN-PRD y otros ya lanzó al ex priísta -ahora senadorpor Convergencia-, el lopezobradorista Gabino Cué, como su candidato.
En Puebla, donde el PRI ganó 15 distritos electorales y dejó sólo uno al PAN, la más reciente encuesta de Mitofsky -fechada en octubre de 2009- , indica que el tricolor cuenta con el 41 por ciento de la intención de voto en tanto que el PAN tendría el segundo lugar con 18 por ciento de las preferencias. Es importante señalar que el 34 por ciento, la tercera parte de los votantes, aún no decide el sentido de su voto. Por el PRI va Javier López Zavala, contra el ex priísta Javier Moreno Valle hoy candidato por la coalición PAN-PRD
En Quintana Roo el PAN se ubica en el tercer lugar de las preferencias y la candidatura del PRI está entre los diputados federales Roberto Borge y Carlos Joaquín. El popular aspirante por el PRD, Gregorio “Greg” Sánchez ya lo quemaron al descubrirlo en un fraude.
En Sinaloa donde el PRI ganó los ocho distritos federales, otra encuesta de Mitofsky levantada también en noviembre, el tricolor adelanta con 46 por ciento en la intención de voto, mientras que el PAN cuenta con sólo 22 por ciento y el PRD apenas suma 4 por ciento. Ahí la contienda del PRI está entre los populares Jesús Vizcarra o Mario López Valdez. La alianza PAN-PRD espera que el primero gane y el segundo se vaya del tricolor a encabezar la coalición.
En Tamaulipas el PRI ganó los 8 distritos federales. Ahí según una encuesta levantada en diciembre pasado por Mitofsky, el 50 por ciento de los electores apoya al tricolor mientras que el PAN cuenta con el 18 por ciento de preferencias y el PRD apenas con el 2 por ciento, casi en la raya de desaparecer legalmente. Los indecisos suman el 28 por ciento. La pelea estará entre el priísta Rodolfo Torre Cantú y el panista José Julián Sacramento.
En Tlaxcala el PAN se llevó los tres distritos electorales federales y todos sus opositores coinciden en que en esta entidad los blanquiazules cuentan con la mayoría de las preferencias ciudadanas. Aquí no hay todavía candidatos de ninguno de los tres partidos mayoritarios.
En Zacatecas la pelea está cantada entre PRD, PT y PRI, pues el PAN casi no cuenta.
Hasta aquí y así van las cosas.