Sin estrategia y con recorte de recursos a la ciencia, AMLO quiere vacuna “Patria”
Adriana Moreno Cordero lunes 15, Feb 2021La Retaguardia
Adriana Moreno Cordero
El presidente Andrés Manuel López Obrador ya consiguió (a ver si es cierto, ojalá y sí) más vacunas contra la Covid-19 y ya no halla la forma de seguir haciendo campaña a favor de los cuestionables candidatos de su partido Morena, pero las más de las veces, pierde la dimensión. Desde Oaxaca -a donde estuvo de gira-, dijo que aspira a contar con su propio proyecto de vacuna contra el nuevo coronavirus, a través de un trabajo conjunto entre investigadores del Conacyt y de laboratorios públicos y cuyo nombre sería “Patria”.
No cabe duda que eso es propaganda electoral y para poder comprobarlo hay que remitirnos a varios detalles. Si gracias a los esfuerzos del tabasqueño, México ocupa los últimos lugares en cuanto a estrategia contra la Covid-19 y el mayor número de personal sanitario fallecido por los errores y omisiones, ¿cómo pensará hacerle?
Tampoco hay que soslayar que ni el mandatario, ni su funcionario “estrella”, el subsecretario de Promoción y Prevención de la Salud, Hugo López-Gatell, han podido hacer nada bien; sin una estrategia sólida, además, en esta llamada Cuarta Transformación se hace gala de realizar todo de manera improvisada pero eso sí, pensando en las elecciones del ya próximo 6 de junio.
Y por si lo anterior fuera poco o resultara insuficiente, si alguien ha recortado de forma severa recursos a la investigación y a la ciencia, así como la extinción de fideicomisos ha sido López Obrador, quien ya no sabe de dónde tomar dinero para destinarlo a sus programas electoreros como “Jóvenes Construyendo el Futuro”, cuyos malos manejos e ilegalidades, en suma, corrupción, van surgiendo poco a poco, de manera consistente y el secretario del Bienestar, Javier May, busca acallar adelantando recursos a ese y otros programas que en el fondo, pretenden captar votos.
De cualquier manera, ayer por la mañana, el Presidente, los titulares de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval y el siempre flamante canciller, Marcelo “misión cumplida” Ebrard, anunciaron el arribo de las vacunas. Entonces ya no hicieron tanto escándalo, desfile y honores para recibirlas; con un perfil un poco más bajo, simplemente las anunciaron.
Sin hablar de corridito, porque no puede, López Obrador dio a conocer que: “ya se tienen las vacunas que llegaron en la madrugada y van a seguir llegando, el martes, y no van a dejar de llegar para que no se detenga el Plan Nacional de Vacunación (¿cuál?). También se va a terminar de vacunar desde la semana próxima a los que están en espera de su segunda dosis de la Pfizer”.
Es más, el inquilino de Palacio Nacional, dijo que a mediados de abril se espera que haya, cuando menos con la primera dosis, 15 millones 717 mil 170 de personas mayores vacunadas en un poco más de 330 municipios del país; “vamos a ir avanzando”, prometió.
Por su parte, el secretario de Relaciones Exteriores, anunció que llegaron 870 mil dosis de AztraZeneca provenientes fabricadas en la India, “como ustedes saben la India es uno de los principales productores del mundo de vacunas y son parte de un contrato por 2 millones de dosis.
Y como ayer se celebró el día del Amor y la Amistad, Ebrard Casaubón se deshizo en halagos para la India, algo que esta llamada Cuarta Transformación nunca va a olvidar, y el sacrificio que hizo de quedarse con menos vacunas para dárselas a México. También hizo especial hincapié en que para mañana se reanuda el suministro de Pfizer que estuvo suspendido por tres semanas. Nada más le faltó agregar que ése era logro de él.
Tras de este anuncio, hecho por el inquilino Nacional, no hay que confiarse, es decir, no debe suponerse que porque ya hay vacuna, no deben seguirse guardando las medidas preventivas como por ejemplo, el uso del cubrebocas. Especialistas a nivel mundial calculan que después de las vacunas y de que se lograra romper la cadena de contagios, todavía habrá que usar el cubrebocas alrededor de 18 meses más. Esto es algo que el Presidente nunca va a entender.
Municiones
*** Sumada a ese ambiente de algarabía que hay en esta llamada Cuarta Transformación por el arribo de las vacunas, en la capital de la República, “ni tarda ni perezosa”, la jefa del gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, también dio su propio anuncio, que corrió a cargo de Víctor Hugo Borja, Coordinador del Programa nacional de vacunación en la CDMX, quien informó que 79 mil dosis serán destinadas para la CDMX. Anunció que habrá brigadas móviles para los adultos que tengan problemas de movilidad así como 1,750 brigadistas que cubrirán un horario de 9 de la mañana a ocho de la noche. Sin embargo, las suspicacias no se han detenido. Ojalá y el gobierno capitalino tenga capacidad y las vacunas sean una realidad y no “atole con el dedo”, como el Presidente lo ha venido dando. Por cierto, la señora Sheinbaum anunció que no habrá operativo especial para los ex presidentes que ya se tienen que vacunar y que son: Carlos Salinas, Luis Echeverría y Vicente Fox, que hasta ya se inscribieron en la lista. “Que se formen”, dijo la funcionaria capitalina. ¡Qué tal!, y como su jefe está a la espera de que su especializado equipo de médicos le diga cuándo es el momento de vacunarse o si también tiene que hacer fila, pues…
*** Allá en Oaxaca, el presidente López Obrador tuvo distinguidos invitados como Martin Luther King III y ¿cuánto le habrá tocado al mandatario traerlo a México? En fin, el caso es que el tabasqueño, en su discurso señaló: “muchas lecciones nos dejó Martin Luther King, pero quizás su enseñanza mayor fue que se puede transformar de manera pacífica con el arma poderosa de la razón y con el principio de la no violencia”. La mayoría de los asistentes al evento traían cubrebocas; incluso, el nieto del luchador social, traía doble cubrebocas y claro, el Presidente se sigue negando a portarlo, Pésimo ejemplo, pero ¿qué se hace ante la necedad?
*** Sobre la inminente candidatura de Félix Salgado Macedonio para la gubernatura de Guerrero, la alcaldesa de Acapulco, la también morenista Adela Román, se reservó su derecho a emitir opinión alguna, y menos contraria porque eso, le podría costar muy caro, más aún, cuando busca reelegirse; no sea que el dirigente nacional morenista, Mario Martín Delgado, no la vaya a “palomear”. ¡Qué pena!