Un espectáculo ridículo
Adriana Moreno Cordero lunes 15, Feb 2021De pe a pa
Alberto Vieyra G.
AMLO sacó el “teatro de Palacio Nacional” para trasladarlo a la pista clandestina de Santa Lucía, donde protagonizó un espectáculo por demás ridículo y peligroso, hablando políticamente.
Por principio de cuentas, encaramó en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana, un viejo Boeing 737-800 a toda la línea política sucesoria encabezada por los titulares de Gobernación, Defensa, Marina, Seguridad y Relaciones Exteriores, además del ministro presidente de la Corte y el líder del Senado, Ricardo Monreal en la misma aeronave y todo para que le fueran a aplaudir sus mentiras. ¡Qué peligroso!
¿Qué habría sucedido en caso de un letal avionazo? ¿Quién sucedería a AMLO, si en el mismo avión viajaba doña Olga Sánchez Florero, quien sería la que remplazaría interinamente al jefe del Ejecutivo en caso de una falta absoluta del presidente de la república, como lo mandata el artículo 84 constitucional y con un Senado descabezado, qué ocurriría?
La faramalla del Presidente para inaugurar una polvorienta y lodoza pista de lo que supuestamente será el Aeropuerto de Santa Lucía o el Aeropuerto Felipe Ángeles que hoy está sin torre de control y sin acceso de vías de comunicación, hizo que AMLO demostrara su falta de oficio político trasladando en un avión a medio gabinete presidencial y sin la menor previsión política. ¿Qué nos dice este singular hecho? Que México tiene un Presidente de la República que anda volando bajo, muy bajo, pues en esa terregosa pista clandestina nos echaría a los mexicanos muchas más de sus mentiras, como esa de que el Aeropuerto de Santa Lucía es la obra de ingeniería más importante del mundo y la más austera. ¿En dónde está la mentira del Presidente? Muy simple. Todo mundo sabe, menos él, que el Aeropuerto Internacional de Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos es el aeropuerto más extraordinario del mundo en tecnología moderna y le siguen Hartsfield-Jackson Atlanta Airport (Estados Unidos) y Pekín Capital Airport (China).
Pero también AMLO miente cuando afirma que el Aeropuerto Felipe Ángeles, le permitirá al gobierno “ahorrar” más de 200 mil millones de pesos. ¿Ahorrar?
El haber mandado a la basura el Aeropuerto de Texcoco significó para todos los mexicanos una pérdida de más de 300 mil millones de pesos y sin contar que 5 mil millones de dólares fueron colocados por el gobierno mexicano en bonos en New York y esa deuda la tendremos que pagarla usted y yo en los próximos 19 años.
Entonces, ¿en dónde está el ahorro del Presidente en éste y en todos los casos en los que afirma que hay ahorros? Si tenemos tantos ahorros ¿por qué los hospitales de México están sin medicamentos para atender por ejemplo a los niños con cáncer y por qué barrió con las guarderías infantiles y con los más de 100 fideicomisos en los que había un dineral de más de 100 mil millones de pesos?
En fin, la mitomanía del Presidente no tiene límites. AMLO vive en el surrealismo y lo malo es que todavía hay mexicanos que le creen y medios de comunicación con sus respectivos jilgueros pagados que aplauden las mentiras del presidente.
En la ridícula faramalla teatral de Santa Lucía, AMLO llevó como tramoya teatral a 4 avioncitos comerciales de líneas aéreas comerciales para que aterrizarán en la recién inaugurada pista clandestina de Santa Lucía. Obviamente que esos avioncitos no llevaban pasajeros y se guiaban por señales de humo o vaya usted saber de qué otro tipo, porque el Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles, que según AMLO será el más moderno del mundo, todavía no tiene torre de control.
Está por verse todavía, si las líneas aéreas internacionales podrán usar ese aeropuerto, toda vez que deberá contar el gobierno con la autorización de la IATA que es la Asociación Internacional de Transporte Aéreo. Pero, hay un pequeño, pero, ningún aeropuerto internacional puede funcionar si hay otro aeropuerto internacional a menos de 60 km de distancia y entre el Benito Juárez de la Ciudad de México y el Ángeles hay menos de 50 kilómetros y se ubica justamente en el espacio aéreo que deben usar los aviones para aterrizar en la Ciudad de México. No hay duda que Santa Lucía quedará como un aeropuerto militar solamente, pero mientras ello ocurre, le sirve a AMLO como tramoya teatral, cortina de humo o de polvo para tapar los problemas nacionales y hacer campaña electoral para su Morena.