Operación para reducir o controlar las crisis epilépticas
Elsa Rodríguez Osorio, Salud viernes 12, Feb 2021Cápsulas de la salud
Elsa Rodríguez Osorio
- Personas con diabetes, hipertensión y obesidad, más propensas a Covid
El Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía “Manuel Velasco Suárez” realiza un procedimiento quirúrgico que permite reducir o incluso controlar definitivamente las crisis de epilepsia en pacientes con esta enfermedad, afirma la jefa de la Clínica de Epilepsia de este instituto, Iris Enriqueta Martínez Juárez. En la conmemoración del Día Internacional de la Epilepsia, el 8 de febrero, la especialista destaca que la intervención quirúrgica tiene importante impacto positivo en la calidad de vida, debido a que esta enfermedad tiene implicaciones psicológicas, físicas, sociales y de estigma en quien la padece. La especialista señala que entre 2009 y 2017 se realizaron cerca de 200 cirugías de este tipo a personas con un promedio de edad de 40 años. De cada 10 pacientes que fueron intervenidos, ocho dejan de padecer crisis epilépticas y en el resto disminuyen los episodios o se produce mejor control. Después de la cirugía, alrededor de 90% de pacientes deben continuar el tratamiento con fármacos para un mejor control de la enfermedad. De acuerdo con la Organización Mundial de Salud (OMS), la epilepsia es la enfermedad neurológica grave más común en la que se generan descargas eléctricas anormales en el cerebro, que tienen como manifestación las crisis epilépticas. No distingue raza, sexo o edad. Hay epilepsias que desaparecen sin necesidad de tratamiento; otras se eliminan con cirugía y medicamento. Se considera que el paciente está en remisión cuando lleva diez años sin presentar crisis epilépticas y en cinco de éstos no ha requerido fármacos. No todas las crisis epilépticas son convulsivas, esto depende del sitio en el cerebro donde se genera la descarga. Algunas son de tipo motora con movimientos en extremidades, boca, manos y pies, o no motora, que se caracteriza porque la persona se queda inmóvil. También pueden generar pérdida de conciencia. Las causas más frecuentes para padecer epilepsia son la falta de oxígeno al nacer, traumatismos craneoencefálicos, neoplasias o tumores cerebrales, neuroinfecciones, neurocisticercosis, infartos cerebrales, hemorragias cerebrales y malformaciones vasculares, así como problemas inmunológicos, autoinmunes, genéticos o hereditarios, que son las causas menos frecuentes. La mayor incidencia de casos se registra en niños y niñas menores de diez años y en personas adultas mayores de 60 años. Quienes padecen epilepsia no son más vulnerables a tener complicaciones por el virus SARS-CoV-2 y deben continuar con su tratamiento contra epilepsia. Algunos medicamentos para Covid-19 podrían reducir la eficacia de antiepilépticos; sin embargo, no deben dejar de utilizarse. Los pacientes deben recibir tratamiento de forma individual para definir si se puede recetar otro antiepiléptico o ajustar la dosis. En 2021 el Buró Internacional de la Epilepsia impulsa la campaña en redes sociales #50MillionSteps para entrever la prevalencia de este padecimiento que afecta a más de dos millones de personas en nuestro país y a cerca de 50 millones en el mundo.
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De las más de 154 mil personas fallecidas por Covid-19, 5 de cada 10 tenían hipertensión, 4 de cada 10 vivían con diabetes y 2 de cada 10 tenían problemas de obesidad, de acuerdo con información del gobierno de México, actualizada al 27 de enero de 2021.Siete de cada 10 defunciones presentaron al menos una comorbilidad. Ante ello, el director general de Novo, Nordisk Yiannis Mallis, señala la importancia que ha cobrado el control de estas enfermedades crónicas y su objetivo; “En Novo Nordisk estamos conscientes de que el coronavirus representa una amenaza a la salud pública mundial. Para hacerle, hacemos un llamado hacia a las enfermedades crónicas como una necesidad sanitaria que requiere atención prioritaria. Nuestro compromiso es impulsar la llegada al país de tratamientos innovadores y eficaces, que puedan impactar positivamente la calidad de vida de las personas con enfermedades crónicas como la diabetes y la obesidad, así como buscar mayor acceso a todas las opciones terapéuticas de última generación. “El cuidado y atención de la diabetes debe ser una prioridad no sólo en mediano, sino también en corto plazo, 7 de cada 10 personas con diabetes no alcanzan sus metas de control. A mediano plazo, la diabetes es uno de losproblemas de salud y financieros más graves en México, sus complicaciones tienen un costo y consumen 9 de cada 10 pesos invertidos en ella. Con el crecimiento epidemiológico y la falta de control, la diabetes va a consumir una gran parte del PIB en los próximos 5-10 años, con gastos que pueden incrementarse del 3% al 6% del PIB”.