Morena lava pecados, pero no todos se salvan
Miguel Ángel Rivera jueves 11, Feb 2021Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Existe la percepción generalizada de que ingresar a Morena y declararse convencido defensor de la llamada Cuarta Transformación son suficientes actos de expiación para alcanzar el perdón de todos los pecados cometidos en la actividad pública y hasta en la vida privada.
Ejemplos hay muchos, Manuel Bartlett, entre los ex demonios históricos; el candidato a gobernador de Guerrero, Félix Salgado y, hace sólo unas horas, la ex secretaria de Salud del gobierno priista de San Luis Potosí, Mónica Rangel, confirmada candidata de Morena al gobierno de esa entidad.
También, prueba fehaciente de ese proceso de purificación son los numerosos casos de arrepentidos que buscan la salvación mediante el recurso de abandonar a su anterior partido y convertirse en convencido creyente del Movimiento Regeneración Nacional. Esto es especialmente cierto en momentos como los actuales, cuando está en proceso una contienda electoral.
Sin embargo, a pesar de ese enorme poder de “sanación”, hay casos en los que no funciona ningún ensalmo, en donde los conjuros no alcanzan a salvar a las almas descarriadas.
Uno de esos extraños casos afecta al matrimonio formado por la actual diputada federal Dolores Padierna y el dirigente popular René Bejarano, quienes han hecho toda clase de exorcismos para librarse de la mala fama que les persigue desde que el esposo fue exhibido por videos ilegales al momento de embolsarse considerables cantidades de dinero.
El profesor Bejarano pagó con cárcel esa infidencia, a pesar de que no se le comprobó que el dinero hubiese sido para su beneficio personal. Después de eso, aunque mantiene el control de una influyente organización, la Corriente de Izquierda Democrática, no ha podido regresar a ningún cargo de representación popular ni a un puesto importante de la administración pública.
Las posiciones políticas han sido para su esposa, Dolores, quien fue delegada en la ahora alcaldía Cuauhtémoc, la cual tiene dentro de su territorio el centro histórico de la Ciudad de México. También fue senadora y actualmente es vicepresidenta de la Cámara de Diputados federal, pero se le escapó la presidencia de ese órgano legislativo y tampoco pudo ser coordinadora de la bancada de su partido.
Lo que ocurre es que no pueden librarse de la fama de ser las “ovejas negras” de la familia. Todos se benefician de lo que aportan, pero no todos quieren aparecer con ellos en las fotos.
Esto se confirmó recientemente, a raíz de que la diputada Padierna rechazó la reelección y optó por buscar la candidatura para regresar a gobernar la ahora alcaldía de Cuauhtémoc.
Para empezar, el sólo anuncio de su intención la enfrentó con otra poderosa corriente interna, la encabezada por el coordinador de los senadores, el ya, desde ahora, considerado precandidato presidencial Ricardo Monreal. El actual alcalde en Cuauhtémoc, Néstor Núñez forma parte del grupo que rodea a Monreal, quien fue el anterior gobernante de esa demarcación.
Como Núñez ha expresado su propósito de aprovechar el recién reinstaurado sistema de reelección, se empieza a vislumbrar un inevitable choque de fuerzas, que supuestamente se resolverá, como sostiene la dirigencia nacional de Morena encabezada por el ex coordinador de los diputados (en competencia con Padierna) Mario Delgado, mediante encuestas que nadie sabe cómo se realizan, pero que resultan definitivas.
Lo que sí se conoció fue una encuesta independiente realizada por la empresa Massive Caller, la cual confirmó los negativos de los que no han podido salvarse los Bejarano-Padierna.
Ese estudio indicó que Padierna y Bejarano son rechazados por 80 por ciento de los votantes.
La encuesta telefónica, realizada por Massive Caller el pasado 4 de febrero y que incluye a 600 entrevistados, reveló que sólo el 5 (cinco) por ciento avala la postulación de la pareja Bejarano Padierna, mientras que un 15 por ciento no tiene una postura al respecto.
En lo individual, de acuerdo con el sondeo de Massive Caller, la diputada Padierna solo alcanzó un 16 por ciento de respuestas positivas a su deseo de volver a encabezar la administración de la alcaldía. La encuesta pone en primer lugar de las preferencias, con 32 por ciento, al senador suplente y ex aspirante a la presidencia nacional de Morena, Alejandro Rojas Díaz-Durán, con el actual alcalde Néstor Núñez, segundo, con 31 por ciento.
Por cierto, Rojas -suplente de Monreal- se posicionó como aspirante a ese disputado puesto mediante el recurso de descalificar al matrimonio Bejarano-Padierna al sostener que representan “las ligas de la corrupción” de la política nacional.
“No es nada personal contra Dolores Padierna, ellos representan y lo afirmo, las ligas de la corrupción política, no son miembros de Morena, no están en el padrón de afiliados. Siempre han hecho política juntos, todos los conocemos como un movimiento, como una corriente política”, expuso el senador suplente.
Padierna recurrió a su condición de mujer al responder a las acusaciones de Rojas con una denuncia ante el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) bajo el cargo de violencia política de género.
“Mi trayectoria y mis capacidades son ampliamente conocidas, las he construido con mi propio esfuerzo y es la ciudadanía la que debe valorarlas. Sin embargo, en los ataques se pretende reducir mi vida política a mi vínculo matrimonial y a temas de carácter personal”, expresó la legisladora quien en duros debates en la Cámara de Diputados ha dejado constancia de su fuerte carácter, así como de su disposición a aplastar cualquier argumento en contra de lo que proponen Morena y su guía, el presidente López Obrador.
AMLO no pretende regular las “benditas redes
sociales”, sólo preservar la libertad de expresión
Resulta difícil poder entender lo que desea el presidente Andrés Manuel López Obrador en lo referente a la actuación de las redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram, entre otras), a las cuales durante su larga campaña electoral y la primera parte de su administración primero llamó “benditas” y luego dejaron de serlo, hasta llegar al extremo de protestar contra ellas por limitar la libertad de expresión.
(Esto último, a raíz de que esos medios de comunicación cancelaron las cuentas del ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, por incitar a la violencia).
Uno de los atrapados en la maraña de amor y al mismo tiempo de desengaño respecto de las redes sociales fue el coordinador de los senadores de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de su cámara, el mencionado Ricardo Monreal, quien en cuanto escuchó las protestas del primer mandatario por los actos de “censura” de las redes sociales, se apresuró a elaborar una iniciativa de ley para regular la actuación de Facebook, Twitter y demás fauna electrónica.
Pero casi tan pronto como el senador y se equipo empezaron a promover la iniciativa que resultaría original en el mundo occidental, se encontraron con otra declaración del mandatario que parece una forma de dar marcha atrás en su idea original de no dejar a las redes sociales la facultad de decidir qué se puede o no se puede publicar en los espacios cibernéticos.
En una de sus recientes conferencias mañaneras, el presidente López Obrador se pronunció en contra de regular las redes sociales, aunque al mismo tiempo pidió terminar la “censura” que ejercen dichas plataformas.
“Se trata de temas polémicos, yo soy partidario de que no se regule lo que tiene que ver con los medios de comunicación, soy partidario de lo que decía Sebastián Lerdo de Tejada, que la prensa se regule con la prensa”, declaró el mandatario en su rueda de prensa matutina.
López Obrador señaló que Monreal ejerce sus facultades como legislador, pero debe haber un debate con el resto de los senadores antes de que sea aceptada su propuesta.
En su respuesta a las declaraciones presidenciales, Monreal aseguró que López Obrador está en su derecho de rechazar que se regulen las redes sociales, pero explicó que son poderes autónomos, el Legislativo y el Ejecutivo, por lo cual se tendrá que legislar para garantizar la libertad de expresión en México.
El legislador también reveló que desde que presentó su iniciativa para regular las redes sociales ha enfrentado muy fuertes presiones, “pues el poder de las plataformas es inmenso”, pero consideró que alguien debe hacer esta reglamentación.