Puebla y los demonios sueltos
Ramón Zurita Sahagún lunes 8, Feb 2021De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Siendo uno de los estados con mayor número de electores del país (el quinto) Puebla vive una sucesión de momentos difíciles para los ciudadanos en que tendrán que analizar con profundidad por cuáles candidatos sufragar.
Y es que los demonios andan sueltos y los golpes bajos, las patadas por debajo de la mesa, las descalificaciones y acusaciones van de un lado a otro, sin importar si son del mismo partido o de las alianzas que se han establecido entre los diversos organismos en competencia.
De por sí complicado, el panorama se enrarece más con la reciente detención del ex gobernador priista Mario Marín Torres, lo que podría impactar entre los aspirantes y alterar la decisión de los ciudadanos. Después de la captura del llamado “góber precioso”, cayó otro de sus subalternos Valentín Meneses, acusado de corrupción en su actuación como secretario de Gobierno. Meneses fue uno de los personajes más cercanos de Marín Torres quien es o era su amigo.
Y ahora muchos de los principales colaboradores de Marín Torres migraron hacia Morena y hoy buscan candidaturas por ese partido, como es el caso del ex secretario de Desarrollo Social del estado, Alejandro Armenta Mier, actual senador de la República, quien aspira a la alcaldía de la capital, la que se encuentra sumamente disputada y Javier López Zavala, aspirante a diputado por el mismo Movimiento de Regeneración Nacional, catalogado como el delfín de Marín Torres, a quien hizo candidato al gobierno estatal, sucumbiendo ante Rafael Moreno Valle.
Armenta se enfrenta a dos fuegos, al gobernador Luis Miguel Barbosa, a quien le disputó, sin éxito, la candidatura al gobierno estatal y a los otros aspirantes como Gabriel Biestro, que al destaparse como precandidato se lanzó en contra de los ex colaboradores de Marín Torres.
Pero ni Biestro ni Armenta son los únicos aspirantes a la presidencia municipal de Puebla por Morena, ya que Claudia Rivera, actual alcaldesa anunció su intención de reelegirse, pero enfrenta una situación similar a la de Armenta en cuanto a querencias, ya que el gobernador Barbosa quiere impedir su reelección.
Con todo y ello, Morena se mantiene a la cabeza de las preferencias, por lo que entró a la contienda uno de esos personajes que se sienten populares y que cuenta con las simpatías del gobernador, José Luis Sánchez, conocido como Chelís, un ex entrenador de fútbol que busca la misma alcaldía.
Pero si Morena enfrenta problemas internos, los otros partidos no son menos y aunque la popularidad del gobernador Barbosa no es la mejor, el aparato gubernamental se encuentra listo y aceitado para apoyar a los candidatos del partido.
La alianza conformada por PRI-PAN-PRD no inquieta a nadie, a pesar de que cuenta con buenos aspirantes por parte del tricolor como son los casos de José Chedraui, Enrique Doger y Lucero Saldaña, entre otros y Eduardo Rivera, José Antonio Gali, se proyectan por el PAN, pero en la alianza no se ponen de acuerdo, aunque la candidatura a la capital poblana corresponde al partido blanquiazul y es ahí donde el panista Rivera no cabría y Gali, personaje cercano al fallecido Rafael Moreno Valle (con cuyo apoyo logró la gubernatura de dos años) no parece tener las mejores credenciales.
Los demonios están sueltos en Puebla, donde el aspirante por Movimiento Ciudadano, el ex priista Manlio López no se le considera con las credenciales para competir, ya que cuenta con una acusación del pasado (2018) por violencia de género contra las mujeres.
Puebla ciudad cuenta con la quinta población más grande del país y es la manzana de la discordia en lo que respecta a su alcaldía, ya que el ganador sabe que tiene las puertas abiertas para disputar el gobierno estatal en 2024, cuando se produzca el relevo de gobernante.
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Curiosos los cambios de camiseta y adopción de nuevas ideologías por parte de los candidatos y aspirantes a posiciones políticas.
Uno de los más recientes es el de Gerardo Gaudiano Rovirosa, ex alcalde de Villahermosa (Centro) quien deja los colores del PRD y adopta los de MC, en tiempos en que existen investigaciones abiertas sobre su gestión administrativa.
Gaudiano fue candidato perdedor en los comicios pasados para gobernador frustrando los sueños de equiparar a su abuelo Leandro Rovirosa.