Educación virtual o regreso presencial a clases
¬ Luis Ángel García miércoles 3, Feb 2021Por la Derecha..!
Luis Ángel García
Nos enfrentamos a un dilema: romper con el paradigma de las clases presenciales y adaptarnos a la educación en línea o rechazar las normas de conducta y de consumo que nos dictará la sociedad post Covid-19.
Los salones, las bibliotecas y museos están cerrados desde hace casi un año y los ciclos escolares se hicieron a través de aplicaciones por internet y las consultas bibliográficas con Wikipedia y los e-books. Las tareas sobre museos fueron a través de visitas virtuales y reportes digitales.
La revista inglesa The Economist publicó recientemente un artículo que resume en 20 puntos lo que viene en 2021. Aunque el ser humano desea volver a socializar, esto ya no será posible porque la educación tradicional ya no regresará nunca, no será igual. Mantendrá un formato presencial, pero tecnológicamente adaptativo. Cada uno lo que necesita. Estudiar en línea será lo normal. Las escuelas y universidades se transformarán en un esquema híbrido.
Resulta dramático -al estilo de George Orwell y su novela 1984 o Fahrenheit 451, de Ray Bradbury-, el pronóstico de la publicación especializada, pero es importante que reconozca la sobrevivencia de la educación presencial.
Por otra parte, el New York Times publicó el pasado 2 de agosto, un demoledor artículo titulado “La educación digital es para los pobres y los estúpidos”, donde se afirma que la digitalización va dirigida a la masa social más baja: la clase media y los pobres, mientras que la élite empieza a huir del mundo tecnológico. La interacción humana real -apunta el diario neoyorquino-, se ha convertido en un símbolo de estatus social diferencial en los Estados Unidos.
En Silicon Valley las escuelas particulares de más prestigio han prohibido el uso de computadoras y celulares inteligentes para volver a la educación tradicional, mientras que las grandes compañías tecnológicas han exigido al gobierno norteamericano la compra de laptops para cada estudiante de las escuelas públicas.
Un estudio realizado en once mil niños -reseña el diario estadounidense-, mostró que aquellos que pasan más de dos horas ante una pantalla obtuvieron calificaciones más bajas que los que leyeron al menos un libro.
Jaron Lanier, una mente brillante de Silicon Valley, sugirió abandonar las redes sociales porque el individuo pierde el libre albedrío, destruye la capacidad de empatía y hace que lo que uno dice no importe.
Optemos por la asistencia de los alumnos a las escuelas. Es fundamental para la socialización de los estudiantes y el aprendizaje de valores que dan cohesión a toda sociedad. Los principios de convivencia pacífica sólo se inculcan en los centros escolares, donde tienen el contacto humano, juegan y viven experiencias lúdicas sanas, entienden y respetan el principio de autoridad y la vida en comunidad.
Lo más pronto posible debe retornarse al sistema escolarizado presencial, ya que no sólo peligra el contacto humano y social de los estudiantes para que sepan convivir y preservar la sociedad, sino para evitar el individualismo al que los conduce un confinamiento prolongado.
No solo se trata de formar a los ciudadanos del mañana con educación de calidad y apoyos tecnológicos que no los enajenen ni conviertan en autómatas sin capacidad de discernir. La educación a distancia no es mala per se, pero debe contar con un entorno sano que el actual confinamiento no da, ya que expone más al estudiante a la violencia intrafamiliar por el mayor contacto, que no convivencia, con los adultos que cada vez están más estresados y contaminan al menor.
No dejemos que la nueva cultura social post pandemia le arrebate a los niños y jóvenes la posibilidad de convivir en sociedad y, como reza un lema universitario, enseñémosles a aprender a aprender, aprender a hacer y aprender a ser. Esa debe ser la verdadera educación presencial.