Morena, de mal en peor
¬ Augusto Corro martes 2, Feb 2021Punto por punto
Augusto Corro
El partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) padece la rebeldía de su militancia, principalmente de mujeres, que rechazan a Félix Salgado Macedonio, como precandidato morenista al gobierno de Guerrero.
El controvertido político guerrerense carga sobre sus hombros varias acusaciones de abuso sexual a por lo menos cinco mujeres. Uno de esos delitos ocurrió hace 20 años. Desde el día del destape de Salgado Macedonio las protestas se multiplicaron.
Marchas, mítines, pronunciamientos escritos y verbales en contra del aspirante a gobernador marcaron inconformidad en las filas del partido guinda. Más de cien mujeres de ese instituto político (diputadas, senadoras, etc.) repudian la candidatura del senador con licencia.
Las legisladoras exigieron que se retire la candidatura de Salgado Macedonio tras las acusaciones de violación. Demandaron que el político se aleje de la carrera electoral.
Las protestas aumentaron en las últimas horas al conocerse que Salgado Macedonio fue ratificado el domingo pasado por el Consejo Político de Morena en Guerrero como precandidato a la gubernatura del estado, pese a las denuncias por violación y acoso sexual que hay en su contra.
Como es tradición en el citado instituto político, la elección se hizo con el extraño sistema de encuesta. Resultó vencedor y el consejo local lo avaló. Ahora falta que el Comité Nacional de Morena se pronuncie al respecto.
El dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, defendió la candidatura de Félix Salgado Macedonio. Dijo que mientras no exista una sentencia en su contra “tiene sus derechos políticos electorales”.
Añadió: “Mientras que Félix Salgado Macedonio mantenga sus derechos políticos él es nuestro candidato, no hay ninguna sentencia por parte de ninguna autoridad que acredite que haya cometido algún delito”.
Desde la cúpula del poder
La imposición de un candidato en Morena no debe extrañar. Desde un inició se pensó que “el partido en el poder” tiene la misma escuela política que tanto daño hizo a los priistas y que ahora lo tiene en la lona.
Se decide desde la cúpula del poder a los aspirantes a cargos de representación popular y ocurra lo que ocurra la designación es definitiva, porque va cargada de intereses políticos, de ambiciones personales que no importa que sea rechazada por la militancia.
Con la conducta criticable del partido guinda, de completo alejamiento de las bases, se repite la historia política que tanto daño les hizo a las organizaciones políticas: la imposición de dirigentes.
La política del amiguismo y del influyentismo provocó el distanciamiento de la militancia con sus líderes. Predominó el “dedazo” como práctica cotidiana para favorecer a los cuates. De esas experiencias saben demasiado en la dirigencia morenista.
La elección de su presidente, Mario Delgado, se efectuó en un desaseo político total, así se reflejó hacia el exterior del partido. Uno de los candidatos a la presidencia nacional del partido, el veterano Porfirio Muñoz Ledo, no estuvo de acuerdo en su derrota.
La elección fue a través de una encuesta, que según Muñoz Ledo, él fue el triunfador. Durante las manifestaciones de inconformidad, señaló al vencedor de la elección, Mario Delgado, como un incondicional del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
Dijo Muñoz Ledo que la llegada de Mario Delgado a la dirigencia morenista servirá para apoyar a Ebrard en sus deseos de participar como candidato a la presidencia de la República, en la próxima contienda electoral.
El divisionismo galopante
Las pugnas que se registran en el interior de Morena ya se esperaban y aún faltan más. Eso obedece a que son tiempos de designación de candidatos para las elecciones del próximo mes de junio.
Como se sabe el mencionado instituto político tiene en sus líderes y militancia a gente que estuvo en otros partidos políticos que abandonaron para irse a refugiar a la organización guinda. Se trata de personas de diferentes intereses que poco o nada les interesa la unidad partidista. No les importa el divisionismo con tal de lograr sus propósitos.
Vientos de divisionismo empezaron a soplar desde que Pablo Amílcar Sandoval, destacado morenista, fue rechazado como candidato a la gubernatura de Guerrero. Pablo es hermano de Irma Eréndira Sandoval, secretaria de la Función Pública (SFP), una persona muy influyente en el gabinete del actual gobierno obradorista.
Cabe señalar que en los partidos de izquierda, y en todas las organizaciones políticas, su debilitamiento empieza con las pugnas internas. ¿Usted qué opina amable lector?