Transformación total de la alcaldía de Álvaro Obregón en un proyecto a seis años, propone Leonardo Ortiz Heras

Entrevista al académico, especialista parlamentario y político

• Se requiere de servidores comprometidos que acaben su periodo y no abandonen el cargo para buscar otro, dice el aspirante obregonense
• Plantea un cambio en favor de las niñas, niños y adolescentes, jóvenes y gente de la tercera edad de la demarcación, donde se erradique la corrupción y el manejo clientelar de los programas sociales

Luis Ángel García

Leonardo Ortiz Heras afirma que en la Álvaro Obregón se necesitan administradores de tiempo completo que sepan cómo resolver los problemas.

Inseguridad, transporte ineficiente, nula movilidad, desatención a los jóvenes, deserción escolar, falta de oportunidades y adicciones son los flagelos que padece la alcaldía Álvaro Obregón, por lo que hay que establecer políticas públicas que permitan tener objetivos claros para cambiar con firmeza.

Así piensa Leonardo Ortiz Heras, académico, especialista parlamentario y político que propone un cambio en favor de las niñas, niños y adolescentes, jóvenes y gente de la tercera edad de la demarcación para que cuenten con planes integrales de apoyo, donde se erradique la corrupción y el manejo clientelar de los programas sociales.

Nuestro entrevistado se define como mexicano de nacimiento, chilango por residencia y obregonense por convicción y decisión, el cual quiere aportar su conocimiento y experiencia para lograr la transformación de la alcaldía en un proyecto a seis años que no esté limitado por un trienio. Álvaro Obregón merece, dice Leo -como le gusta que lo nombren y reconozca la gente-, no políticos, sino administradores de tiempo completo que cumplan con su gestión, que sepan cómo resolver los problemas y enfrentar los retos y tengan visión a futuro para evitar los planes a mediano plazo y por ocurrencias. Se requiere de servidores comprometidos que acaben su periodo y no abandonen el cargo para buscar otro cargo.

Ortiz Heras, Leo, propone también reducir la brecha socioeconómica, ya que reconoce que la alcaldía -la tercera más poblada de la Ciudad de México- cuenta con un alto porcentaje de población en estado de pobreza y una pequeña proporción de habitantes con altos y muy altos ingresos. Por ello, urgió a crear un programa de reactivación económica sustentable, en alianza con la iniciativa privada que permita la generación de empleo para los lugareños. Que ponga el acento en la población adulta joven, de quienes forman el grueso de la población económicamente activa, de quienes necesitan generar, día a día, el sustento para su familia.

Destaca Leo, vecino de Puerta Grande en la parte alta de la alcaldía, la propuesta de crear una Central de Distribución y Abasto en la demarcación que atienda a la zona poniente de la Ciudad, sin las dimensiones de la de Iztapalapa, pero con la infraestructura suficiente para, primero, abastecer el consumo interno a bajo costo; ser proveedor del grande, mediano y pequeño comercio del poniente de la CDMX, y finalmente ser una alternativa viable para los consumidores de las alcaldías de esta zona. Todo ello, pensando en estrategias que permitan mejorar los mercados y activar las pequeñas tienditas.

Preocupa mucho a Leo, la juventud, la cual es la más afectada por los rezagos en Álvaro Obregón. Son víctimas inmediatas de la falta de oportunidades, cualquier retraso en la política pública impacta negativamente en ellos, generando problemas para continuar sus estudios, no hay programas deportivos o recreativos formales que los incentiven a optar por una vida sana, ni tienen oportunidades laborales que se adecuen a sus condiciones de edad, experiencia y conocimientos.

Algo que hay que resolver a la brevedad, comenta Leo en entrevista para El Obregonense, es la deserción escolar. Para ello es importante coordinarse con las autoridades educativas federales para reforzar las actividades y contenidos de los planes de estudio y acercar la tecnología a la niñez y a la juventud. Será necesario recurrir a los acuerdos innovadores que conjuguen a particulares, empresas tecnológicas e instituciones educativas para que se pueda instalar y ampliar, en toda la alcaldía, el internet gratuito y dar facilidades para que los estudiantes adquieran tabletas o laptops a precios bajos. Hoy, reconoce Leo, parte de la deserción se debe a la falta de internet y conectividad. Se les niega el derecho a la información en el ciberespacio.

Otro factor que influye en el abandono de los estudios es la pésima movilidad en la demarcación, y a Ortiz Heras se han acercado infinidad de jóvenes para quejarse de que hacen hasta cuatro horas para bajar, en transporte público, de las colonias altas de Álvaro Obregón a sus escuelas o centros de trabajo; ello ha provocado otro fenómeno el transporte informal, sin autorización, sin registro, con el consecuente gasto que representa para los usuarios. La mala movilidad no solo afecta a padres de familia y alumnos, también a los profesores.

El actual diseño caótico del transporte público complica el tránsito por las avenidas y calles de la zona. Por ello, una propuesta razonable del académico universitario es la profesionalización, la capacitación y certificación de los choferes de las unidades. Un mayor control de los conductores y el establecimiento y respeto de paradas prefijadas como medidas urgentes.

La ocupación sana y recreativa de los jóvenes es otro aspecto que hay que cuidar, porque de ello depende el ahuyentar la deserción y fortalecer las opciones de vida sana. Con base en ello, Leonardo Ortiz lanza la propuesta de recuperar los espacios deportivos y hacer que regresen los jóvenes a ellos, pero con programas y ligas para la práctica organizada de futbol, beisbol, softbol, natación y box, entre otras disciplinas.

La inseguridad, en todas sus expresiones,  para Leo, son temas importantísimos que hay que atender en coordinación con las autoridades federales y capitalinas, no es sólo un problema de policías y ladrones o de frías estadísticas, sino un drama que sufren colonos de carne y hueso que hay que entender. Ello, implica ver este tema como un problema de salud pública, económico y social que debe ocupar a las autoridades, y diseñar una intervención más decidida, eficiente y eficaz de la alcaldía.

A pesar de su juventud, Leonardo Ortiz Heras sabe que las políticas públicas locales requieren del trabajo legislativo, donde Leo tiene mucha experiencia, y por eso hace un llamado a los diputados federales y locales para que cuando aprueben presupuestos y programas tengan la sensibilidad para no afectar a los más necesitados y ser creativos para incrementar la productividad parlamentaria en favor del pueblo.

Finalmente, Leo reflexionó sobre la importancia de la participación ciudadana y el trabajo conjunto con las autoridades, ya que sólo así se podrá transformar a Álvaro Obregón y lograr, con una administración sana, el cambio con firmeza que erradique los flagelos que hoy impiden avanzar a los vecinos de esta demarcación, merecedores de un mejor futuro.

Leonardo Ortiz Heras se define como mexicano de nacimiento, chilango por residencia y obregonense por convicción y decisión, el cual quiere aportar su conocimiento y experiencia para lograr la transformación de la alcaldía en un proyecto a seis años