Reconoce la CNDH “debilidad institucional heredada” para atender crisis de desapariciones
Luis Muñoz viernes 29, Ene 2021Segunda vuelta
Luis Muñoz
El 13 de noviembre de 2019, según narran las crónicas de ese día, entre jaloneos, empujones, protestas, choques verbales y una gran polémica, María del Rosario Piedra Ibarra (hija de la activista y fiel seguidora del presidente López Obrador, Rosario Ibarra de Piedra) rindió protesta como la nueva titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para el periodo 2019-2023.
De esa fecha al día de hoy, han transcurrido 14 meses y sus principales “preocupaciones”, la violencia de género y el caso Ayotzinapa, no arrojan resultados tangibles.
Cifras recientes revelan que en el país al menos 6 de cada 10 mujeres mexicanas ha enfrentado un incidente de violencia; 41.3% ha sido víctima de violencia sexual y 9 mujeres son asesinadas al día.
Esta situación explica el enojo de las mujeres que han salido a la calle para exigir alto a la violencia en su contra. El caso de los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, prácticamene está “empantanado” o registra avances mínimos.
Al terminar el sexenio de Enrique Peña Nieto, el actual gobierno se comprometió a esclarecer el caso de los normalistas, pero… hasta ahora solo hay anuncios de una nueva indagatoria y nuevas órdenes de aprehensión. No más.
En ese contexto, la titular de la CNDH, Rosario Piedra Ibarra presentó ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión su informe de labores 2020, con el anuncio de que sus “prioridades” son: violencia contra las mujeres, atención a las familias de desaparecidos, y el caso Ayotzinapa.
Indicó que en lo que va de su gestión se solicitaron a diversas autoridades 228 medidas cautelares o precautorias, además de que se emitieron 103 recomendaciones, de las que ocho fueron por violaciones graves.
Además, dijo que existen 550 recomendaciones pendientes de conclusión, la mayoría desde hace años. Entre ellas, una de la Guerra Sucia que data del año 2000; una más de 2004 respecto de crímenes cometidos en el estado de Veracruz por controversias agrarias, y otra, un caso de desaparición forzada en el estado de Morelos, en el 2005.
Informó que se emitieron, también, recomendaciones para atender denuncias derivadas de la pandemia de Covid-19, y fueron impulsados diversos pronunciamientos para que las medidas de seguridad sanitaria se aplicaran con estricto apego a la ley y a los derechos humanos.
Ante la SCJN, la CNDH ha presentado 113 demandas de acciones de inconstitucionalidad, “cifras históricas” para la Comisión, pues “en toda su historia no se habían impugnado tantas leyes ni se habían presentado tantas demandas”.
Destacó que estos números también reflejan que la tarea legislativa no se está elaborando con el cuidado y la atención debida de los derechos humanos; por ello, añadió, estamos implementando una reingeniería de la Secretaría Ejecutiva, a efecto de atender con más énfasis y cuidado esta realidad.
La violencia, una pandemia lacerante
En su exposición, la funcionaria mencionó que la violencia contra las mujeres es una pandemia más lacerante que la del Covid.
Reconoció que la violencia de género y los feminicidios son realidades que ameritan soluciones “urgentes y contundentes”.
En otra parte de su informe indicó que la CNDH ha apoyado la promoción de ampliación de los recursos del Anexo 13-Erogaciones para la Igualdad entre Mujeres y Hombres-, en especial para las casas refugio.
“Este es un buen momento para hacer un respetuoso llamado a las autoridades hacendarias para que a la brevedad se emitan los lineamientos que garanticen la continuidad de los recursos de apoyo a defensoras y defensores de derechos humanos y periodistas, además de la urgente atención que reclaman las víctimas, la mayoría de las cuales son mujeres y familiares de desaparecidos”.