Las otras cifras de decesos
¬ Augusto Corro jueves 28, Ene 2021Punto por punto
Augusto Corro
El manejo de las cifras de decesos por el coronavirus Covid-19 se presta a múltiples consideraciones relacionadas con la política, la salud y la economía. Ni la pandemia se escapó de sufrir una rasurada en el número total de muertes. De acuerdo con el informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) entre enero y agosto de 2020 se registraron 683 mil defunciones, cifra 36.8% superior a las 467 mil 264 reportadas en el mismo periodo del año anterior, producto principalmente de la pandemia.
Lo importante del mencionado informe es que el número de defunciones por Covid-19 durante los primeros siete meses del año fue 44.9% superior a las 75 mil 017 muertes reportadas una vez revisadas las cifras dadas inicialmente por las autoridades el 30 de agosto. Así pues, los datos oficiales de las autoridades sanitarias se encuentran muy lejos de la verdad. Sería interesante que oficialmente se explicara el por qué de esa información falsa.
Que digan las autoridades, con la seriedad del caso, a qué obedece la frivolidad con la que divulgan las mentiras. En México, según el último, la Secretaría de Salud dio a conocer que el país integró a sus estadísticas, en un lapso de 24 horas, mil 743 muertes por el coronavirus, el segundo registro diario más alto en la que va de la pandemia, para un total de 152 mil pacientes muertos. Si esta cifra es oficial, ¿qué tanto por ciento se encuentra alterada?
Es importante conocer el criterio de los gobiernos municipal, estatal y federal para manejar el semáforo epidemiológico si la información que reciben es falsa. Por ejemplo, en la Ciudad de México y en el Estado de México, que se encuentran en el color rojo, deberían tener al alcance los números reales para apoyarse en ellos con el fin de romper la cadena de contagios por Covid-19. La pregunta obligada: ¿cuál será el número de decesos por el coronavirus al terminar el invierno? ¿El doble de 152 mil decesos registrados oficialmente por las autoridades sanitarias? ¿O la cuenta que lleva el Inegi? ¿A quien creerle? ¿Usted qué opina amable lector?
Las matanzas de indocumentados
Al inicio de semana le informamos sobre la muerte de 19 personas en Camargo, Tamaulipas. Conforme avanzaron las horas se conoció la identidad de las víctimas: eran guatemaltecos. La historia cruenta vuelve a repetirse ante la impotencia de las autoridades para evitar las masacres efectuadas por la delincuencia organizada.
Esas acciones nos remontan a lo ocurrido en San Fernando, Tamaulipas, en 2010; y en Cadereyta, Nuevo León, en 2012. En el primer caso fueron ejecutados 58 hombres y 14 mujeres, provenientes de Centro y Sudamérica. Todos asesinados por la espalda. Según las investigaciones, los extranjeros fueron ultimados porque se negaron a pagar el rescate para alcanzar su libertad. Sólo un migrante sobrevivió.
En el año 2012, en Cadereyta, Nuevo León, en un camino vecinal fueron encontrados los cadáveres de 49 personas quienes fueron mutilados. Junto a los cuerpos sin vida, había una manta en la que los “Zetas” se atribuían los homicidios. Las victimas eran de origen hondureño y costarricense. También mexicanos. Los migrantes en nuestro país siempre se encuentran a un sinnúmero de peligros. No cuentan con ninguna protección. Nadie se preocupa por la seguridad de esos indocumentados que cruzan México para llegar a Estados Unidos.
Por otra parte, continúa incontrolable la violencia en México, a pesar de las cifras alegres que maneja el gobierno, en las que se refiere a la disminución de delitos. La realidad nos muestra que por segundo año consecutivo, nuestro país registró más de 35 mil asesinatos de hombres, mujeres y niños. Los homicidios y feminicidios en 2020 se mantuvieron en los mismos niveles de 2019. En nada influyó la desmovilización por la pandemia y el despliegue de casi cien mil elementos de la Guardia Nacional.