Pandemia y delincuencia
¬ Augusto Corro miércoles 27, Ene 2021Punto por punto
Augusto Corro
En México, la delincuencia organizada funciona en todas las temporadas, incluida la que vivimos en el presente con la amenaza del coronavirus Covid-19, que abre el camino a nuevas maneras de actuar, pero siempre en la ilegalidad. Tenemos pues, a los sujetos que aprovechan la demanda incontrolable de oxígeno medicinal para multiplicar su valor varias veces, ante la impotencia de las autoridades para poner orden en el mercado.
La propia secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, denunció que la delincuencia ya está metida en la compra y distribución de tanques de oxígeno. Dijo que las denuncias por problemas de suministro es un asunto serio. El asunto debe ser analizado a fondo para aplicar las medidas urgentes que frenen ese delito. No es posible que las personas tengan que superar un sinnúmero de obstáculos, para comprar el producto a precios elevados.
El abuso en la venta del oxígeno se contemplaba desde el inicio de la pandemia, pero a las autoridades no les preocupó tomar las medidas pertinentes para evitar los abusos. Como es tradicional, el problema les estalló en las manos y el problema difícilmente se detendrá, porque no sólo se trata de un lugar determinado, pues la delincuencia organizada se encuentra dispersa en todo el país.
Precisamente, en la edición de ayer, DIARIOIMAGEN, que dirige nuestro director, el periodista José Luis Montañez, publicó una información relacionada con los abusos de distribuidores de oxígeno en el Valle de México ante el aumento de personas contagiadas por Covid-19.
En la nota periodística se señaló que debido a la saturación de enfermos en los hospitales por la pandemia, miles de familiares de contagiados optaron por mantener en casa a sus pacientes, porque el oxígeno medicinal se convirtió en un bien de primera necesidad.
Sin embargo, en la Ciudad de México y el Estado de México (Edomex), así como en el resto del país, el insumo mencionado escaseó por la alta demanda derivada, pues no se pudo romper la cadena de contagios. Los sobreprecios del oxígeno medicina se detectaron sobre todo en centros de distribución intermediarios, muchos de ellos minoristas e incluso clandestinos que surgieron al llegar la pandemia.
Urge, pues, que las autoridades se pongan las pilas y actúen rápido para meter en cintura a esos delincuentes metidos a comerciantes que poco les interesa el sufrimiento de miles de personas que se encuentran en el viacrucis que representa la búsqueda de oxígeno para los enfermos, y tienen que exponerse a los engaños de aquellos abusivos que hasta establecieron tiendas virtuales para timar a la gente.
Por otra parte, el gobierno apuesta a la atención en casa de los contagiados, con el propósito de tener camas para pacientes graves. ¿Y como se va a dar atención a un enfermo en el domicilio particular si los insumos escasean o se consiguen a precios elevadísimos? Es necesario que la población cuente con los recursos necesarios para enfrentar a la pandemia, así como la participación decidida de las autoridades para frenar los abusos que tienen harta a la población. ¿Usted qué opina amable lector?
La pandemia destruye todo lo que encuentra a su paso y además le permite a la delincuencia actuar impunemente. Por ejemplo, se detectaron centros “en donde se piden 15 mil pesos de depósito por un tanque de nueve metros cúbicos, la renta es de 800 pesos mensuales y el rellenado va de 800 a 1200 pesos, según el lugar. Hay días en que sube el costo. Hay pacientes que necesitan llenarlo dos veces al día”.
En fin, las autoridades deben estar pendientes de las actividades del crimen organizado que aprovecha cualquier situación para sus prácticas ilegales, como la vacunación y la venta de vacunas falsas contra laCovid-19 que ponen en riesgo la salud de la población. Los laboratorios advirtieron que la vacuna no está a la venta en ningún canal privado, por el momento.