Noticias falsas o verdaderas, pero la realidad es que escasean vacunas
Miguel Ángel Rivera viernes 22, Ene 2021Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Como periodista profesional y como ciudadano, siento un rechazo por las ahora llamadas fake news, que antes no habían alcanzado la consagración de tener un título extranjero y que, simplemente, llamábamos voladas.
Precisamente por tal rechazo elemental, en estos momentos deseo que nuestro gobierno federal, encabezado por “ya sabemos quién” (YSQ) tenga “otros datos” para invalidar la especie que circula en las “benditas redes sociales” acerca del supuesto engaño por parte del gobierno de la llamada Cuarta Transformación (4T) de haber comprado suficientes vacunas para contener la pandemia, pero que en realidad nuestro país no las tiene.
La versión surgió de la columna titulada Radicales Libres, firmada por Aníbal M. Silva, quien basado en un reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), respecto a la iniciativa denominada COVAX —mecanismo creado para hacer más igualitaria la distribución de las vacunas entre las naciones de mayor y menor desarrollo económico— sostiene que el gobierno de México no está entre los países poderosos que aportaron para el desarrollo de la vacuna, ni fue admitido entre los pobres que se beneficiarán gratis o a precio reducido de la distribución de ese antígeno.
El problema mayor, como el mismo Silva lo indica, es que no hay forma de comprobarlo o desmentir desde las filas del ciudadano común, pues el gobierno federal reservó -es decir, no se puede divulgar- la información relativa a la supuesta o real compra de vacunas.
La misma columna de Aníbal M. Silva sugiere que, en realidad, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no compró ni apartó vacunas, sino que estaba esperanzado a que, dentro del mencionado programa COVAX, nuestro país fuese considerado entre el grupo de los pobres o medianos beneficiados por ese plan .
Lo cierto es —y se confirma con un documento de la OMS que se encuentra en Internet bajo la dirección https://www.gavi.org/news/document-library/covax-commitment-agreements — que México no aparece como patrocinador ni como beneficiario de la vacuna.
Aquí es donde surge otra duda: si México no pagó, ni está entre las naciones que recibirán el antígeno en forma gratuita ¿de dónde salieron las vacunas que ya se han aplicado, supuestamente en primer término a los trabajadores de la salud dedicados al combate de la Covid-19?
El referido Aníbal M. Silva presupone que las vacunas que rodeadas de tanta publicidad se han recibido en México son resultado de una donación de parte del gobierno de los Estados Unidos, todavía presidido por el “amigou” Donald Trump, lo cual reforzó la decisión de la llamada 4T de esperar hasta el último minuto para felicitar al nuevo mandatario Joe Biden.
Insisto, es de esperar que el gobierno encabezado por López Obrador tenga “otros datos”, pero por lo pronto surgen inconformidades por todos lados.
Como ejemplo, la senadora del PAN Guadalupe Saldaña Cisneros denunció que existen irregularidades en el gobierno federal para la aplicación de la vacuna contra la Covid 19 y, en particular, recordó que el gobierno de México incumplió con la fecha de la segunda entrega en su estado, Baja California Sur.
La legisladora panista precisó que el 12 de enero la entidad recibió cuatro mil 875 dosis que se aplicaron en 48 horas al personal seleccionado de 14 hospitales públicos, pero el siguiente lote no apareció.
“El 100 por ciento de las vacunas que se recibieron en Baja California, en la primera entrega que fue de apenas cuatro mil 875 dosis, debió haberse aplicado exclusivamente al personal de salud de los 16 hospitales públicos que están distribuidos en los municipios de Mulegé, Loreto, Comondú, La Paz y Los Cabos”, precisó.
Saldaña Cisneros advirtió que ningún brigadista, servidor o servidora de la nación, o persona de cualquier nivel jerárquico, debió desplazar al personal médico.
A un nivel más general, el Grupo Parlamentario del PAN en el Senado advirtió que la aplicación de la vacuna se estaba utilizando “con fines electoreros para favorecer el voto morenista”, que abarcaría a 22 mil promotores de Morena.
Sobre el particular, Lupita Saldaña coincidió con la secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud en Baja California Sur, quien calificó de “inaudito e incongruente” que la Secretaría de Salud federal contemplara de manera exclusiva 14 instituciones de salud, dejando fuera al personal del Hospital General Juan María de Salvatierra, ubicado en la ciudad capital y que da atención a toda la entidad.
Saldaña Cisneros respaldó la queja y declaró que las imposiciones del gobierno federal, “son una bofetada” para la base trabajadora del sector salud.
La senadora presentó el 4 de enero un punto de acuerdo ante la Comisión Permanente para exigir que la vacuna no se utilizara con fines electorales y para que se distribuyera a través del Sistema Nacional de Salud, mediante el Programa de Vacunación Universal que había funcionado con tanto éxito en el país.
A pesar de todo, se mantiene el plan de
reanudar clases presenciales en Campeche
A pesar de que el repunte de la pandemia de la Covid-19 en todo el país hace prever que el semáforo sanitario ya no será verde en el estado de Campeche, sino que regresaría al amarillo y a pesar de la disminución en el abasto de vacunas, el presidente López Obrador afirmó que se mantiene el plan de vacunación anti-Covid a los maestros para este fin de semana con el objetivo de reanudar las clases presenciales lo más pronto posible.
En su conferencia de prensa matutina, el mandatario explicó que se deberá esperar a la aplicación de la segunda dosis de la vacuna de Pfizer al personal docente para poder así encaminarse al regreso a las aulas en este estado del país.
“Campeche está en verde, me informaron que pasaría a amarillo con la nueva evaluación, pero aun así se va a vacunar a los maestros porque estaría en amarillo. Se aplica la vacuna este fin de semana y tendremos que esperar a la segunda dosis y ahí sí ya se regresaría a clases presenciales”, explicó.
La realidad insiste en desmentir a la Cuarta Transformación
Es de esperar que los buenos deseos de la 4T acerca de la pronta vuelta a la normalidad se materialicen a corto plazo, pero al mismo tiempo es necesario advertir que esas aspiraciones no parecen tener sustento en la realidad.
Un caso sobresaliente es el del empleo. La administración encabezada por el presidente López Obrador insiste en destacar que estamos en vías de recuperación de las bajas provocadas por la pandemia.
Sin embargo, organismos autónomos como Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) ponen en evidencia “otros datos”, como el lamentable hecho de que la pandemia dejó sin empleo a 2.1 millones de mexicanos al cierre de 2020.
Con esta cifra, la tasa de desocupación en el país llegó a 3.8 por ciento, superior en 0.9 por ciento respecto al mismo lapso de 2019, cuanto se tuvo un nivel de 2.9 por ciento.
La última edición de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, levantada por el Inegi precisó que la mayoría de la población sin trabajo, pero que estuvo en busca de un empleo, la integraban personas de entre 25 y 44 años, seguida por jóvenes de 15 a 24 años, mientras que los adultos de 45 a 64 años fueron quienes menos la padecieron para encontrar un empleo durante diciembre de 2020.
El estudio del Inegi destaca asimismo que, con la crisis sanitaria por la Covid-19, cerraron miles de negocios, principalmente en el sector servicios, debido a la falta de capital para poder continuar con el pago de nóminas o renta de locales. Como prueba menciona que, en abril, 12 millones de personas salieron de la Población Económicamente Activa (PEA), de las cuales hasta la fecha únicamente han regresado 9.5 millones de mexicanos.
El reporte del Inegi agregó que, al cierre de diciembre, se reportó una PEA total de 54.9 millones de personas, al igual que 29.5 millones de individuos se encontraron en condiciones de informalidad.
La población ocupada en jornadas de 35 a 48 horas semanales aumentó en 424 mil. Por el contrario, se observó un descenso en los ocupados en jornadas de 15 a 34 horas semanales de menos 271 mil personas.
Los trabajadores por cuenta propia disminuyeron en 217 mil, pero aumentó el volumen de trabajadores subordinados y remunerados en 253 mil personas y la población ocupada en el sector de la construcción disminuyó en 161 mil personas.