Los peores días de la pandemia
¬ Augusto Corro viernes 22, Ene 2021Punto por punto
Augusto Corro
Las autoridades sanitarias registran (hasta el miércoles) 144 mil 371 muertes por Covid-19. Esa cantidad de decesos y más de dos millones de contagiados son el reflejo de que faltan medidas para enfrentar al coronavirus, a pesar de que se inició una campaña de vacunación. Estamos, pues, en un escenario de incertidumbre en el que la población ve, con estupefacción, la falta de camas en los hospitales, así como la saturación de servicios en crematorios.
Las cifras que tenemos a la vista son suficientes para conocer que vivimos la peor etapa de contagios de coronavirus con la gente cansada, agotada, fatigada por el aislamiento o por la inseguridad de sobrevivir en una crisis económica que, en unos cuantos meses, dejó sin empleo a millones de personas y amenaza con causar peores daños.
El martes pasado se alcanzó el máximo histórico para un reporte diario de Covid-19 que fue de mil 584 decesos. El miércoles se dio a conocer que hay 2 millones 130 mil contagiados. Las cifras mencionadas son oficiales, que, según expertos, son manejadas conforme a los intereses de las autoridades. Tenemos suficientes datos para saber que nos encontramos en un escenario incierto, en el que el coronavirus sigue su acción fatídica.
Los gobiernos locales, estatales y federales deben trabajar en planes conjuntos para frenar el paso de la pandemia en todo el país. Es momento de unir fuerzas y revisar lo que ha ocurrido en países, donde el virus fue controlado. Aprovechar la experiencia de lo que sucedió en Europa o en otros sitios donde fracasó el combate a la pandemia, para que esas acciones no se repitan en México. Pero ocurre que los mexicanos llevamos la carga del virus como si se tratara de algo ligero y pasajero.
Al llegar la pandemia de Covid-19 las autoridades la recibieron con un desdén inexplicable. Ni siquiera optaron por usar el cubrebocas, que era una de las medidas sanitarias prácticas que no costaba mucho dinero conseguirlos. Sucedió que los funcionarios públicos fueron los primeros en no tomar en cuenta la protección de la mascarilla. ¿Cuántas personas se habrían salvado del contagio con la aplicación del cubrebocas?
A pesar de los mensajes alegres del gobierno y de los funcionarios de salud, el coronavirus nunca se domó. Desde el día que llegó, su acción devastadora nunca se frenó. Hoy esta en México más fuerte que nunca con la muerte que acecha por todas partes. Con miles de familias que perdieron a sus seres queridos contagiados por Covid y que por los riesgos del contagio no pudieron darle una despedida digna de un ser humano, como señalan nuestras formas de vida.
Es importante que las autoridades revisen su estrategia de lucha contra el coronavirus, porque la cantidad de personas que perdieron la vita en estos días, nos lleva a pensar que algo no se hace bien. La aplicación de las medidas contra la Covid-19 se relajaron. No fueron suficientes los llamados de las autoridades a cumplir con las medidas sanitarias como lo mandaba el semáforo sanitario, que, de acuerdo con los expertos, se aplicaba tarde.
Se notaba la inseguridad de las autoridades para imponer la ley en los negocios o comercios que hicieron lo que les dictaba su conveniencia, abrieron las puertas para recibir a la gente, sin importarles la amenaza de los contagios. El aislamiento se hizo a un lado, para que la gente acudiera a las grandes tiendas a participar en el “Buen fin 2020”, que continuó con las fiestas decembrinas.
El resultado lo tenemos a la vista: ciudadanos angustiados por la escasez de camas en hospitales Covid-19, gente preocupada por la llegada lenta de las vacunas; y parte de la población llena de incertidumbre por la crisis económica y todo lo que provoca, entre otras cosas un desempleo galopante.
¿Usted qué opina amable lector?