Anaya y sus errores de cálculo
Ramón Zurita Sahagún miércoles 20, Ene 2021De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
No parece ser el mejor momento para que alguno de los aspirantes presidenciales hacia 2024 revele sus intenciones de recorrer el país para conocer los problemas que aquejan a la población y mantenerse en contacto directo con los ciudadanos.
El país se encuentra asolado por la pandemia, razón por la que no se da el contacto directo con la gente, las preocupaciones actuales son la pérdida del empleo, las carencias económicas, la vacunación contra la Covid-19, resguardarse y cuidarse lo mejor posible.
Ricardo Anaya Cortés eligió un mal momento para promoverse y buscar el respaldo que los electores le negaron en 2018 y como si fuesen pocos los elementos señalados, se autopostula en medio de la batalla electoral que concentra la atención política.
El ex candidato presidencial es un personaje sin ángel, ni carisma, con una figura altiva, egocentrista, presumido, arrogante, prepotente, presuntuoso y pedante, que poco conecta con gran parte de la población.
A eso se le suma que es un sujeto preparado, que conoce los temas que trata, de fácil palabra y preparación política, pero que no enchufa con la población y que le será difícil convencer a la ciudadanía de su bondad y buenos deseos por sacar al país del atraso en que se encuentra y darle a la población el bienestar que requiere.
Para los políticos en general resulta cada vez más difícil que la población les crea su generosidad de servicio, que ese es el único propósito de postularse a los cargos de elección popular y que no hay nada más allá de su vocación de ayudar al pueblo.
En el caso concreto de Ricardo Anaya Cortés fue un personaje que impactó cuando se convirtió en candidato presidencial. Joven, preparado y de fácil palabra, llamó poderosamente la atención durante unos días, después vino la debacle, no conectaba con la gente y sin nadie que lo ayudara en ese propósito de arroparse con la población.
Se le veía fruncido, incómodo en sus presentaciones públicas y lo peor vino después, cuando se conocieron algunas de sus acciones y fue tachado de apoderarse, primero del partido y luego de la candidatura presidencial.
Su arribo a la dirigencia nacional del partido fue un arreglo con Gustavo E. Madero, el que más adelante se sintió traicionado por el que creía era su pupilo.
Surgieron voces de inconformidad al interior del partido, militantes y dirigentes prefirieron abandonar el partido, entre ellos el clan Calderón- Zavala, los mismos que ahora están en negociaciones con el PAN y cuyo pretendido reingreso podrían venirse abajo (si es que en realidad ese es su propósito) por las intenciones de Anaya Cortés por volver a postularse como candidato presidencial.
El anuncio de Ricardo sorprende por el mal cálculo de tiempo, pero también se advierte como otro intento de posicionarse, después de que sus videos semanales con críticas al gobierno federal dejaron de ser interesante para el poco auditorio que tenía.
Para muchos, Anaya Cortés desperdició una gran oportunidad que era la de ser diputado federal plurinominal, coordinar a sus diputados y sentar la agenda legislativa y política desde el Congreso de la Unión, donde tuvo sus mejores momentos en el pasado.
En México, pocos han sido los candidatos presidenciales repetidores y el único de ellos que consiguió ganar fue Andrés Manuel López Obrador. Antes que él, Cuauhtémoc Cárdenas compitió tres veces, aunque en sola una tuvo opción de triunfo y para algunos fue motivo de fraude. Rosario Ibarra y Pablo Emilio Madero lo hicieron en dos ocasiones, muy lejanos de los punteros.
Veremos cuando Ricardo Anaya inicie su recorrido de la legua por todo el territorio nacional, si en realidad aprendió de la dura lección recibida durante el proceso electoral de 2018, cuando desaparición de las preferencias electorales que lo apuntaba los primeros días como un aspirante con posibilidades.
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Terminó la era Trump e inicia el gobierno de Joe Biden, por lo que muchos apuntan hacia una mejor relación entre Estados Unidos y México, aunque los hay también aquellos que señalan que las relaciones entre los gobiernos de las dos naciones pueden llegar a ser distantes. Esperemos que hoy que asuma la presidencia Biden dé a conocer algunas de sus acciones a realizar entre los dos países.