Guerrero: va la del PRI
¬ Arturo Ríos Ruiz martes 12, Ene 2021Centro..!
Arturo Ríos Ruiz
- Se registra Mario Moreno Arcos
- Dicen que Añorve irá por Acapulco
Mario Moreno Arcos, señalado por tener vínculos con el narcotráfico, se registró como precandidato del PRI a la gubernatura de Guerrero; lo respaldan los ex gobernadores Ángel Aguirre y René Juárez. Se informa en Proceso.
Sorpresivamente Manuel Añorve Baños, que hizo su labor para su imagen con miras a contender por tercera vez para la gubernatura, no se presentó y el silencio marca dudas que no contendrá en esta ocasión y que repetirá por la alcaldía de Acapulco, como consolación.
Se decía que Añorve Baños era la carta de Rubén Figueroa, otrora dedo influyente que decidía las candidaturas en Guerrero, pero de un tiempo acá ha perdido esa calidad determinante.
Pero hay que señalar que al menos René Juárez es parte activa de las redes de Figueroa que no se atrevería a la traición, pues los lazos entre ellos van más allá de la política y esto encamina a la posibilidad que es una estrategia conjunta para que el candidato sea de la misma casa que controla buena parte del estado.
De acuerdo a Proceso (10 de enero de 2021), Moreno Arcos es primo de Humberto Moreno Catalán, actual vocero del grupo paramilitar denominado “Los Tlacos” y de José Carlos “La Calentura” Moreno Flores, detenido en 2011 y acusado por el gobierno federal de ser el operador de Joaquín “El Chapo” Guzmán en la sierra de Guerrero.
Señalamientos delicados que minan su presencia para gobernar el estado con tamañas credenciales, que sería muy vulnerable en la campaña por parte de su principal competidor que será Morena.
Esta decisión nos muestra que los partidos nos escogen a la mejor carta y sólo los mueve a colocar a personajes maleables, en este caso Moreno Arcos, sin importan las caras negras que están a su alrededor.
Con lo anterior, queda borrada la supuesta obligación de los partidos políticos de escoger a los mejores elementos que garanticen confianza a los electores y sólo les interesa el control político y el mangoneo de las arcas de la entidad, el que menos importa es el que vota.
Así la cosas, todo indica que Héctor Astudillo, el gobernador actual, lo dejaron fuera de la jugada y bajó los brazos ante la fuerza de los ex gobernadores que siguen la palestra estatal moviendo piezas a su antojo. Mala señal.