Populismo venenoso
Alberto Vieyra G. lunes 11, Ene 2021De pe a pa
Alberto Vieyra G.
La política populista es venenosa. Donald Trump, la bestia trumpiana un loco populista de derecha convirtió a la democracia norteamericana en una democracia bananera. Lleva 4 años protagonizando un inobjetable gobierno del diablo.
¿Qué es un gobierno del diablo? Es una pregunta que a menudo me hacen mis 3 lectores y radioescuchas. A ellos, doy respuesta recordando que después de que Jesucristo fue bautizado a los 30 año en el río Jordán, se fue a un retiro espiritual de 40 días y 40 noches al desierto árabe. Ahí, el hijo de Jehová Dios fue tentado en 3 ocasiones por satanás que le pedía sólo un acto de adoración que significaría la traición al supremo arquitecto del universo. Con todo el cinismo, el maligno le ofreció regalarle a Jesucristo todos los reinos del mundo. Pero Jesús le replicaría: “¡Vete satanás! Porque está escrito: ´Adora a Jehová, tu Dios, y sírvele sólo a él´” (Mateo 4:10).
En ese impúdico, perverso y diabólico ofrecimiento, satanás demostraba que él está detrás de todos los gobiernos del mundo, aprovechándose de los defectos del ser humano y la mayoría de esos gobiernos han propinado históricamente dolor y sufrimiento a los pueblos de la tierra.
La mayoría de los politicastros, aquí y en China, se valen de las mentiras, rindiendo culto a satanás, “el padre de la mentira” para engañar, dividir a la población, mediatizar y fanatizar a través de la ignorancia ofreciéndoles el oro y el moro y hasta un paraíso.
Históricamente, ha sido el mismo engaño a los pueblos. Lo hizo en Alemania, Adolfo Hitler con su Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán -esto es el partido nazi-, lo mismo ocurrió en Italia con Benito Mussolini y su Partido Fascista Republicano; Mao Tse Tung, fundador del Partido Comunista Chino, y la República Popular China protagonizaría una dolorosa dictadura con más de 100 mil muertos. En la antigua Unión Soviética, Vladímir Illich Uliánov, conocido ampliamente como Lenin, protagonizaría la llamada dictadura del proletariado y el exterminio de miles de opositores.
En América, varios pueblos han sufrido las dolorosas tiranías de satanás. En Paraguay, por ejemplo, el Partido de los Trabajadores de América, el segundo partido socialista del mundo sembró dolor y sangre en Paraguay, sobre todo en la dictadura de 35 años del general Alfredo Stroessner, quien también masacróo a miles, igual que Augusto Pinochet en Chile.
Son muchos ejemplos de gobiernos del diablo, pero los más representativos en nuestros días es el que protagoniza el lunático descerebrado, Donald Trump en Estados Unidos, un populista que no sabe perder, como ocurre con todos los populistas en el mundo. Donald Trump pasará a la historia como un satánico anticristo que produjo mucho dolor al pueblo norteamericano y a otros pueblos del mundo. Ese venenoso populismo que tiene como objetivo “dividir y enfrentar a los pueblos”, exhibe hoy a Estados Unidos como una nación que se resquebraja como en tiempos de la guerra de secesión Norte-Sur y a una democracia que, aunque es la más antidemocrática del mundo, había dado muestras de ser una democracia que gozaba de la confianza de los norteamericanos, igual que las instituciones destrozadas por Trump, que en rigor debería estar en la cárcel, en un manicomio o en algún otro sitio donde no haga más daño a su pueblo.
El ejemplo de Trump en los Estados Unidos debe ser motivo de honda reflexión, toda vez que en México gobierna otro populista de “siete suelas”, éste de izquierda, pero tan venenoso, políticamente hablando, como Donald Trump, Hitler y compañía. AMLO tampoco sabe perder, es una característica fundamental de los populistas el no aceptar que en la democracia se gana o se pierde por un voto. AMLO resquebrajó al pueblo de México y la gran pregunta que me asalta es: ¿La macabra barbarie que se vivió en Estados Unidos este 6 de enero podría repetirse en México en 2024 con un López Obrador que enarbola todos los días a nivel nacional un populismo venenoso?