¿Se repetirá la historia en México?
Armando Ríos Ruiz viernes 8, Ene 2021Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
Educados en diferentes escenarios, Donald Trump y el Presidente de México son iguales. El primero es hijo de Fred Trump, un magnate de la construcción que erigió un imperio con la edificación de casas para gente de nivel medio y que heredó a su hijo Donald, quien continuó con la tradición. Andrés López Ramón, padre de Andrés Manuel, nació en Veracruz y emigró a Tepetitán, Tabasco. Fundó una pequeña tienda que llegó a ser la más importante del pueblo.
Ambos son profundamente necios, populistas, ignorantes, casados con sus ideas, mentirosos e irrespetuosos de la ley. Un día coincidieron en el máximo peldaño a que puede aspirar todo político y enloquecieron en él. El primero sabe que su poder es superior, sencillamente por ser aún presidente de los Estados Unidos, el país más rico del mundo, en donde la democracia ha dado muestras de haberse impuesto por encima de sus habitantes.
El segundo ocupa el mismo cargo, pero en México, un país que vive en el subdesarrollo, en el que el Primer Mandatario se ha adueñado de todos los poderes. Gracias a ello ha impuesto su voluntad y no se cansa de dar señales de su intención de perpetuarse hasta que Dios diga. Cada día revela más su intención de caminar de acuerdo con los designios del Foro de Sao Paulo, inmerso en la destrucción del país a una velocidad inigualable.
Anteayer, la Unión Americana vivió un hecho sin precedentes. Miles de simpatizantes de su Presidente irrumpieron en el Capitolio, en donde se albergan la Cámara de Representantes y el Senado para impedir que el conteo de votos recayera oficialmente a favor de Joe Biden o en un intento más de revertir el triunfo y de alguna manera transferirlo a un mandatario que ha exhibido un deseo delirante, enfermizo de continuar.
Los hechos provocaron la muerte de una mujer por un tiro y de otras tres personas que eran atendidas en un hospital, 14 agentes de policía resultaron heridos, entre ellos dos de gravedad y 52 fueron arrestados por encontrárseles armas. También fueron encontradas varias bombas caseras y de otra fabricación, así como cócteles molotov. Los vándalos acudieron dispuestos a todo. Las sospechas del autor intelectual recaen, obviamente, en Trump.
Pero en Estados Unidos la ley se respeta y se hace respetar. La enmienda 25 se aplica en caso de que un Presidente muera, renuncie o sea cesado. El vicepresidente ocuparía entonces el cargo. En este caso, todos los actores políticos apuntan a Donald Trump, como el principal responsable y algunos han pedido su dimisión. Aunque ya está cerca el 20 de este mes, día en que tendrá que irse, quiera o no. El Servicio Secreto sería el encargado de echarlo, en caso de que hubiera resistencia.
En México, el actual Presidente ha realizado marchas, mítines y plantones por no reconocer sus derrotas en elecciones anteriores. Hizo uno en Paseo de la Reforma, que partió el corazón de la vialidad de la Ciudad de México durante 47 días, provocó pérdida de empleos, desaparición de empresas, caos viales terribles y una deuda que se calcula en 500 millones de pesos, porque los ocupantes no pagaban diferentes servicios, como el de la comida, por ejemplo.
Como aquí la ley es flexible y se aplica sólo a quienes no tienen forma de defenderse, no pasó absolutamente nada. Después de ese lapso todo continuó igual. El político permaneció inmerso en sus planes para 2018 e inclusive, en la reunión de banqueros en Acapulco, cuando acudieron todos los aspirantes a la Presidencia, el hoy mandatario amenazó con soltar a los tigres si “volvían” a hacerle fraude.
Hoy en el poder, ha exhibido uno día sí y otro también, que desea desquitarse de las contiendas presidenciales anteriores, con su permanencia indefinida. Las prácticas que exhibe son indiscutiblemente orientadas a consumar ese plan. Alimentar el desprecio por el trabajo a los jóvenes, entregar dádivas pecuniarias a estudiantes y a otros sectores de la sociedad, son un signo inequívoco. No tiene empacho en estar convertido en un clon de Hugo Chávez, a quien, de haber vivido, hubiera invitado a su toma de posesión.
Construye incansablemente su ejército de tigres con las prebendas entregadas al Ejército, convertido en mil usos y en multifacético hacedor de todas las artes. ¿De perder el Congreso en junio, sería capaz de usarlo a su favor? ¿De perder la revocación de mandato, sería capaz de usarlo en su provecho? México no es Estados Unidos. Aquí la ley no funciona. Además tiene otro elemento: el fraude.
Con todo mi corazón, quiero estar equivocado.