La minioposición
Freddy Sánchez jueves 7, Ene 2021Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Enclenque y pequeña…
Así se ve a la oposición desde la cumbre del poder morenista.
Una óptica de quienes posiblemente al verse en el espejo de su pasado no perdonan los sarcasmos que mucho se usaron para humillarlos por su escasamente robusta presencia electoral.
Y es que durante muchos años el imperio priista solía llevar a sus “emperadores” a ver casi siempre hacia abajo a sus adversarios políticos.
Varios de los cuales, de plano fueron un “invento grotesco” creado desde el poder para aparentar una oposición política al PRI que en realidad ni siquiera existía.
El panismo que representaba el único contrincante cierto para los abanderados del Partido Revolucionario Institucional, durante décadas apenas figuró como parte de la decoración opositora hasta que llegaron los cambios posteriores a Salinas de Gortari.
Primero el PAN y luego el PRD, figuraron como una oposición muy distinta a la de antaño y gradualmente le fueron arrebatando una y otra posición electoral al priismo que a partir de entonces, levantándose y volviéndose a caer en las preferencias electorales en tiempos de la tecnocracia, salió y volvió a regresar de la Presidencia hasta su más recientemente vergonzosa retirada, aunque sin perder por completo su influencia en las cámaras legislativas y gobiernos estatales.
Algo similar ocurrió con los panistas y perredistas que si bien dejaron de tener una presencia notoria similar a la de los últimos cuatro sexenios en distintas posiciones de poder Legislativo y gubernamental, tras el “huracán morenista” suscitado en las elecciones presidenciales recientes, consiguieron conservar al menos una parte de las sillas del poder nacional.
Así las cosas, el ahora llamado PRIANRD, (constituido por lo que los morenistas dejaron a su paso en los comicios presidenciales entre sus adversarios actuales del PRI, PAN y PRD) ciertamente está lejos de ser lo que fueron las tres grandes fuerzas políticas en el país.
De ahí que las direcciones ejecutivas del Partido Revolucionario Institucional, Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática, en aras de recuperar influencia y poder en México, optaron por entablar un acuerdo de unión de capacidades electorales, pensando en que juntos tienen mayores posibilidades de restarle a Morena el contundente dominio electoral que tiene en la Cámara de Diputados.
Una apuesta arriesgada de la actual oposición, porque a pesar de lo que haga podría perder, si se considera que en las encuestas de popularidad el presidente Andrés Manuel López Obrador conserva un apoyo social mayoritario, lo que se presume habrá de redundar en beneficio de los morenistas que buscarán no sólo conservar, sino aumentar su mayoría en la cámara baja.
Y esto último, lógicamente, es lo que se piensa entre los militantes de Morena que a sus opositores actuales les conceden mínimas posibilidades de recuperar lo que perdieron en las elecciones presidenciales.
Una cuestión en la que posiblemente, no les falta razón, pero habrá que ver si a pesar de las alianzas entre el PRIANRD y algunas otras organizaciones políticas y sociales, además de grupos empresariales, se impone o cae por lo suelos el entusiasmo de no pocos que hoy tienen el mando gubernamental, augurando que Morena no perderá y volverá a arrasar en los comicios venideros.
Sea como fuera por lo pronto, a los opositores al gobierno en turno se les atribuyen méritos insuficientes para alzarse como grandes triunfadores en las elecciones a realizarse este año, puesto que quienes detentan la mayoría de los puestos electorales en México, imitando quizá a los poderosos de otra época visualizan a sus adversarios políticos como una amenaza que no los es en realidad y por ello el desdén de calificarlos como la mini oposición.