Lejos de vencer la pandemia
¬ Augusto Corro jueves 7, Ene 2021Punto por punto
Augusto Corro
Las autoridades tienen todo el derecho de sentirse felices por el arribo de las vacunas contra el coronavirus Covid-19. Como quiera que se vea la situación, sí es positivo contar ya con el antídoto que terminará la pandemia. Sólo que el camino será muy largo, lleno de obstáculos que podrían retrasar el final de la lucha.
No será fácil vacunar a 130 millones de personas, como es el caso de México, si no se cuenta con equipos médicos que realicen la tarea de inmunizar a esas oleadas de contagiados. Ya vimos que en los primeros días de la vacunación se presentaron abusos propios del influyentismo tradicional.
A algunas personas se les aplicó la vacuna sin encontrarse en las listas de los trabajadores de la salud. Se trató de parientes de funcionarios que aprovecharon el puesto o el cargo para ayudar a sus familiares. Este mal ejemplo no debe repetirse.
Será para el gobierno una prueba de fuego la vacunación, en un país en el que los políticos actúan conforme a sus ambiciones e intereses personales. Y precisamente, en este año se llevarán a cabo las elecciones más grandes en la vida de México.
Los partidos políticos pretenderán llevar agua a su molino y en ese renglón sabemos que se trata de sujetos sin escrúpulos, con toda la mala fe para vencer al opositor. También el juego electoral servirá para exigir cuentas a las autoridades y a los partidos políticos sobre su papel desempeñado en la lucha contra la Covid-19.
Organizar
las brigadas
Es tiempo, pues, de organizar las brigadas encargadas de vacunar a millones de personas con la habilidad suficiente para desempeñar su trabajo sin contratiempos ni demoras. Igual orden deben mostrar los encargados del manejo de las listas de aquellos que recibirán el antídoto.
Nada justificará el “usded perdone” si lo convocan a vacunarse y no aparece su nombre con la autorización correspondiente. Claro, jugará muy importante la información previa para conocer el lugar, la hora y el día para recibir la vacuna. El orden tendrá que ser una medida primordial.
Nosotros, como parte de la sociedad, tenemos que actuar de manera solidaria para que millones de mexicanos se protejan del contagio del virus. Por cierto, es importante que con la llegada de las vacunas no desaparecerá el virus como por arte de magia.
Deberá pasar mucho tiempo para que se alcance la nueva normalidad que no alcanzamos en el primer intento. Por supuesto, se tendrán que ajustar los colores de los semáforos para reducir el número de decesos por Covid-19, pero al mismo tiempo rescatar la economía que se encuentra en crisis.
Se trata pues de un esfuerzo que debe realizar gobierno y sociedad sin golpeteo político y el sensacionalismo. Si todos vamos a colaborar en esta responsabilidad, es importante que los funcionarios asuman conductas formales, lejos de la frivolidad propia de personas inmaduras, como se dice.
Nada de vacaciones de los encargados de combatir al coronavirus. Nada de creerse superhombres inmortales que se dan el lujo de despreciar el cubrebocas. Y tampoco nada de mentir en las cifras de decesos y contagios.
Todos sabemos que en México, a pesar de contar con las vacunas, estamos muy lejos, igual que ocurre en otros países, de vencer la pandemia. Para empezar, las cifras de decesos y contagios nos revelan que algo se hizo mal.
Lo que se consideraba como una tragedia el llegar a los 60 mil muertos, en el presente esa cifra alcanzó el doble de decesos. Los hospitales están llenos y los crematorios están saturados, las familias esperan días para ser atendidas.
En fin, nuestra recomendación permanente: no bajar la guardia, quédese en casa. La pandemia no es cosa de juego. Cuídese. ¿Usted qué opina amable lector?