En la muerte, todo terminó como empezamos: con una bala
¬ Sócrates A. Campos Lemus lunes 28, Dic 2020¡Que conste,.. son reflexiones!
Sócrates A. Campos Lemus
EL DÍA DE LOS INOCENTES: “INOCENTE PALOMITA QUE TE DEJASTE ENGAÑAR…
También hoy es el día donde miles de mexicanos se vuelcan a pedir y adorar a SAN JUDAS TADEO y ahí se llega por miles de creyentes que van con sus peticiones y ahora hay preocupación porque en tiempo de crisis los peticionarios crecen y hay mucho mayor riesgo de contaminación y contagios en la pandemia que vivimos. La fe llega a sostener a muchos en la vida, pero en ocasiones también llevarla a los extremos sirve para destruir la propia vida, así que seguramente ya muchos deben tener conciencia de que el personal médico, dedicado a salvar vidas, está profundamente preocupado porque los mayores contagios se alcanzan en la irresponsabilidad y en el dogmatismo pensando que la estampita y la medallita salvarán y protegerán, cuando en la realidad se van dando cuenta de que son alcanzados por las desgracias y en el actual momento esto es terrible porque muchas familias no cuentan con los medios necesarios para superar los retos del contagio y ayudar a los contagiados a sanar y no continuar contagiando, por esa razón los llamados de QUÉDATE EN CASA PORQUE ES MEJOR PERDER UNA FIESTA QUE PERDER LA VIDA POR UNA PACHANGA Y UNA REUNIÓN QUE DEJARÁ DESGRACIAS Y MUERTE.
Los tiempos cambian y también las condiciones y las relaciones personales, la visión del mundo y la vida, pero por desgracia no todos se van preparando para esos cambios, al contrario se quedan esperando a que sigan las cosas igual con aquella idea de que “para cambiar, hay que dejar las cosas igual que antes” y esto no es una realidad. Los viejos de nuestra generación estamos ocupados y preocupados porque al final de cuentas toda la vida ha sido de trabajo duro y de esfuerzo serio por el que hemos llegado a acumular los años que tenemos, algunos hemos superado pruebas terribles porque nuestra generación ha sido una de las grandes luchadoras que, “derrotados”, al final, logramos cambios necesarios que tuvieron que aceptarse por el sistema para que lograra sobrevivir sin dar cuenta de que esos cambios eran producto de una lucha social y política donde los esfuerzos y la conciencia se mantuvieron por años, pero al sistema no le convenía que esto fuera aceptado porque entonces se convierte en un motivador para continuar las luchas y es lo que no quieran, enfrentar a los hombres de conciencia y que tienen alas y raíces de libertad.
Claro que como los tiempos cambian esa enorme generación para alcanzar su nivel máximo de solidaridad social y valores de lucha olvidaron lo que eran las cuestiones materiales y se enredaron en sus sueños y utopías, dejaron la acumulación de los puestos y presupuestos y marcharon por calles gritando y gritando hasta desgañitarse para decir su verdad y ahora, al paso del tiempo no cuentan con los recursos ni con los años que les permitan laborar y tener ingresos sólidos para pasar los últimos años de la vida y además, nuestra generación no dejó jamás de tener la visión de “proveedor en casa” y tiene la suficiente vergüenza para andar solicitando migajas o apoyos y ayudas y es cuando la crisis se manifiesta y sabemos que la vida también tiene límites y que cuando ya no hay caminos de solución lo mejor, cuando menos, es dejar que los sufrimientos acaben de cualquier manera y así han aumentado los suicidios o enfermedades de la vieja generación y de la joven que solamente ve las desgracias a las que se han llegado en ese terrible andar en sueños y utopías y es por ello que, los cambios de conciencia se deben dar desde la escuela, ya no en el hogar, porque ahí los valores se han perdido ante la falta de resultados y de frustraciones y desengaños, de mentiras y de “derrotas” que a pesar de todo fueron las que vencieron y dieron las nuevas rutas, pero todo queda ahí, sin respuestas, porque al final de cuentas, desde hace años, esta generación jamás ha reclamado derechos económicos, sino reconocimientos a sus utopías y sueños que siendo grandes los han empequeñecido muchos de los oportunistas que se han beneficiado de sus esfuerzos.
EL doctor Kumate, investigador y maestro decía: “YA SOMOS MUY VIEJOS PARA PERDER AMIGOS” y como los amigos son valiosos y pequeños ejemplos de riqueza espiritual y relaciones de alegría y valores, pues es muy duro perderlos porque no tenemos más que eso, no hay valores económicos ni materiales, solamente las hermandades espirituales y el recuerdo de esos pasos en la gritería de los años y los caminos secos y duros por los que recorrimos por años de vida, dejando lo mejor de los tiempos.
Cuando pensamos en ello nos damos cuenta de que al voltear dejamos de tener y ahora muchos nos angustiamos no por no poder continuar, sino por estar los espacios cerrados a los viejos y años, los tiempos cambian y nos olvidamos de que no todo es luchar por los demás sino también buscar para sostenernos sin dar lástimas ni necesitar de lo elemental, y pues no hay, por ello, muchos viejos se pierden en la enfermedad y en el olvido, se quitan mejor la vida ante la frustración y a que les llegue el resentimiento, nos olvidamos, a lo mejor, de que nada es permanente y que todo cambia y lo hablamos, pero no lo actuamos en nuestro favor, como siempre dando, pero sólo esperando y nada llega porque al final de cuentas al sistema le valen esos esfuerzos a pesar de que son los beneficiarios de los mismos.
Estamos seguros que AMLO ha tenido su camino largo y terrible en sus esfuerzos y peleaba solo, solitito como ahora lo sigue haciendo y por ello a lo mejor deja solamente que algunos de sus allegados le cuenten de esos tiempos y ellos lo hacen en esos espacios de que aprovechan decir lo que el otro quiere escuchar, pero no aclaran porque no tienen claridad de las verdaderas razones que hoy se sufren y todo termina se pierden muchos de aquellos viejos soñadores y utopistas que marcaron las rutas y se perdieron en sueños… Todo termina como empezamos: por una bala… y al olvido.