Descanse en paz Juan Bustillos Orozco, director del diario Impacto
¬ Sócrates A. Campos Lemus viernes 25, Dic 2020¡Que conste,.. son reflexiones!
Sócrates A. Campos Lemus
NUESTRO HERMANO Y DIRECTOR DE IMPACTO, DIARIO Y REVISTA, MURIÓ COMO QUERÍA, EN UN DÍA DE SOLSTICIO DE INVIERNO, TIEMPO DE FINAL Y DE INICIO DE ETAPAS, MURIÓ EN SU OFICINA CON EL ARROPAMIENTO DE SUS INSTALACIONES A LAS QUE TANTO DEDICÓ Y AMÓ, LES SOBREVIVEN SUS HIJOS Y ESPOSA Y TODOS NOSTROS, QUE ERAMOS SUS HERMANOS, A LOS QUE SIEMPRE ATENDÍA Y CUIDABA Y, SOBRE TODO, DABA LA LIBERTAD ABSOLUTA PARA DECIR LO QUE QUERÍAMOS SIEMPRE Y CUANDO TUVIÉRAMOS RAZÓN Y VERDAD.
Me encuentro en Oaxaca, Oaxaca, hace apenas unos días le escribía que traía algunos malestares cardiacos y que los resultados me obligarían a implantar un stern en una arteria y que andaba buscando la forma de internarme en el Hospital de Especialidades de Oaxaca, porque es un hospital de servicio público, para jodidos, y porque además cuenta con excelentes instalaciones y buenos especialistas. Como siempre me dijo que debería cuidarme mucho y bajar de peso y que estaría al pendiente de cualquier cosa necesaria para apoyar y eso era lo mejor, la amistad profunda y el cariño amable y sincero, ahora, deja un enorme hueco y sin duda, uno de sus hijos seguirá sus pasos como lo que son: los soldados de la libertad de prensa.
Muchos de sus camaradas estamos, pues, de luto y tristes, sabemos que todo tiene un tiempo y nada es permanente, ahora, entiendo que en su foto del WhatsApp siempre aparecía con su madre, Doña Clementina, dándole la bendición, hablamos mucho de ellas, mi madre también se llamaba Clementina y era fuerte y amorosa a su manera, pero solidaria a todo con gran fuerza y amor a los suyos. Ahora, lo veremos solamente en recuerdos, de muchas anécdotas y a lo mejor secretos y datos que tenía siempre como solamente él los podía tener con ese talento de periodista que jamás dejó un solo minuto de trabajar y por ello recordaba siempre lo vivido con muchos personajes de alto nivel a los que respeto y guardó muchos de sus secretos y por el respeto a ellos y sus familias. Como lo enseñara siempre don Pancho Galindo Ochoa y su amigo de vida y destino, Javier García Paniagua, y otros muchos.
Descanse en paz porque a lo mejor es lo que ya necesitaba con esa sonrisa de la que se despedía: cuídate mucho porque nos haces falta y ahora, él nos hace mucha falta.