Mensaje navideño
¬ Mauro Benites G. miércoles 23, Dic 2020Municiones
Mauro Benites G.
La conmemoración de esta Navidad será diferente por la agresiva pandemia. El sentimiento de alegría por el nacimiento de Cristo será con más fervor y emoción. Nació un niño en Belén que vivió y murió, sin embargo, su enorme figura sigue presente en el corazón por su mensaje de amor. Vivió una vida pobre y oscura, sufrió una muerte atroz. Se rodeó siempre de hombres muy pobres, muy humildes y a los pescadores los hizo “pescadores de hombres”. Lo mejor de su naturaleza, que es la mejor de la humanidad, vivió con la compañía de mujeres y niños. Aunque se ha discutido mucho su filosofía, en realidad es de amor al prójimo. Era bueno en todo lo que la palabra quiere decir, también ha habido diversas interpretaciones de sus actos, que fueron los más sencillos e inimaginables. Sabía, porque entonces así eran las religiones, que lo iban a sacrificar, pero no rehuyó a su destino. Incluso sobre Judas, el hombre que lo entregó, traicionándolo, se ha escrito mucho, al grado de que algunos autores colocan a Iscariote como importante en la historia de Jesús, como si eso fuera posible. Ya se sabe que ningún hombre se le puede comparar, ni siquiera Sócrates en el trance de la muerte, aunque es el que más se le aproxima. Ha habido, se dice, varios Cristo. Es posible que en el siglo XX hubiera uno de ellos: Gandhi, pero nadie se le ha podido comparar jamás ni reyes, ni científicos, ni militares. ¡Claro! para los hombres lo más lógico es situarlo como hijo de Dios y de la misma esencia. Pero habemos algunos que consideramos a Cristo hombre, de tal manera bueno que es casi imposible imaginarlo como uno de nosotros. Y, sin embargo, su condición de hombre aparece muy clara para algunos: frente a la mujer adúltera, indignándose ante los comerciantes del templo, pidiendo soledad antes del Sermón de la Montaña. A través de más 2 mil años de historia humana, su figura, lejos de decrecer, ha ganado fuerza y significación; está muy por encima de lo que ocurre en el mundo, lo mismo que una ave que bajo las ciencias, que el espíritu el hombre es el mismo. Veamos lo que ocurre en estos días del año: todo se comercializa, la venta es general, pero por encima o por debajo, de toda esta garrulería, hay un sentimiento que va apoderándose del hombre, cuando lo es realmente, una dualidad de cuerpo y alma, o espíritu, que nos ordena no parar mientras en los comerciantes del templo, o cerca del templo, o dentro del templo mismo, sino que nos prepara el mayor acontecimiento humano: el nacimiento de un niño en un establo Belén cuyo mensaje es: “GLORIA A DIOS EN LAS ALTURAS Y PAZ EN LA TIERRA A LA GENTE DE BUENA VOLUNTAD.
FELIZ NAVIDAD
PARA TODOS!!!