“Chachalacas” del poder
Alberto Vieyra G. martes 15, Dic 2020De pe a pa
Alberto Vieyra G.
El Presidente de la República tiene límites, no puede intervenir en política, no puede criticar a los partidos políticos, ni hablar bien del suyo. En tiempos electorales, el Presidente debe cerrar el pico y no estar friega y friega como un molesto pajarraco del poder. En tiempos de elecciones, el Presidente debe ser cauto, discreto y muy respetuoso de las distintas fuerzas políticas para no influir en los ciudadanos, ni trastocar el proceso electoral.
Los artículos 41 y 134 de la “ley de leyes” son clarísimos al impedir terminantemente la intervención del Presidente de la República en asuntos electorales. Perversamente, AMLO cree que tiene derecho de réplica o que como cualquier ciudadano puede ceñirse a los artículos 6° y 7° constitucional que consagran la libertad de expresión, pero resulta que de acuerdo a las reformas constitucionales del 2007 que ponen bozal a los jefes del ejecutivo en turno, no le dan derecho a estar como chachalaca interviniendo, ya sea para criticar o para hablar bien de unos y otros. No, el Presidente tiene límites, a diferencia de los ciudadanos de a pie, como usted y como yo.
AMLO engaña a sus adictos haciéndose la víctima o mártir, pues para él, la justicia “está por encima de la ley, y la voluntad popular por encima de la ley y cree que es él, el que dictamina la ley”. ¡Vaya perverso galimatías que nada tiene que ver con la realidad de la Carta Magna, que nos dice que el Presidente de la República tiene límites en asuntos de la democracia y muchos otros tópicos!
Pero, además, AMLO resulta ser un incongruente por los 4 costados, pues en las elecciones presidenciales de 2006, Vicente Fox andaba como chivo en cristalería haciendo campaña en favor del PAN, a grado tal de que AMLO le dijo: “¡ya cállate, chachalaca!”. Ese tipo de intervencionismo de Fox motivaría la reforma electoral de 2007, que hoy marca límites al Presidente para intervenir en política. Es decir, que AMLO hace hoy, lo que justamente criticaba ayer. ¿Hay congruencia en un politicastro que hoy dice que sí, y mañana dice que no o que sin ninguna ética política hace lo que le da la gana, a pesar de que las leyes se lo impiden?
No cabe duda que el poder transforma y marea a los politicastros que como ocurre en el caso de AMLO, pareciera rendir culto a satanás “el padre de la mentira”, pues en lo que va de su desgobierno contabiliza ya casi 29 mil mentiras a los mexicanos y lo peor, es que muchos le siguen creyendo. AMLO sabe de qué tamaño es la ignorancia del pueblo de México.
La semana pasada, el INE acordó imponer un bozal a AMLO, a tal grado de proponer acabar con la mañaneras de Palacio durante el proceso electoral, pero como el Presidente sigue haciendo honor a don terquitas, pues el asunto ya está en manos del Tribunal Federal Electoral y veremos muy pronto de qué están hechos los señores magistrados del Trife. Veremos qué tantas cosas de varón tienen para impedirle a AMLO que siga como chachalaca dividiendo y enfrentando a los mexicanos aprovechándose del proceso electoral para favorecer a su partido, Morena, y perpetuarse en el poder. En Palacio cundió ya la temblorina, pues en muchos estados de la república se han encendido los semáforos rojos, y no por la pandemia del coronavirus, sino porqué la alianza PRI-PAN-PRD se convirtió en la peor amenaza para Morena y el nerviosismo del Presidente se nota todos los días en su canto de chachalaca herida.