“Topar con la iglesia”
Alberto Vieyra G. lunes 14, Dic 2020De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Buscando hallar el palacio de doña Dulcinea, el caballero andante de la triste figura -Don Quijote de la Mancha- mantenía el siguiente diálogo con su fiel escudero Sancho:
-Hallemos (…) el alcázar -replicó Don Quijote- (…) Y advierte, Sancho, que yo veo poco o que aquel bulto grande y sombra que desde aquí se descubre la debe de hacer el palacio de Dulcinea (…)
Guió Don Quijote y, habiendo andado como doscientos pasos, dio con el bulto que hacía la sombra y vio una gran torre, y luego conoció que el tal edificio no era el alcázar, sino la iglesia principal del pueblo. Y dijo:
—Con la iglesia hemos topado, Sancho amigo (…)
“Con la iglesia hemos topado” es un tópico literario, derivado de un pasaje de Don Quijote de la Mancha, y que se usa coloquialmente para advertir a los gobernantes cuando incurren en violaciones a las leyes eclesiásticas o trastocan los credos religiosos. Topar con la iglesia, no es nada sano para cualquier gobernante o Estado.
La cita literaria de Miguel de Cervantes debería ser leída y releída mil veces por el señor presidente don Andrés Manuel López Obrador, quien a pasos agigantados une a los mexicanos, sí, pero en su contra, incluyendo a un universo probable de más de cien millones de católicos que en México están hartos de su “sistema político autoritario”, de la destrucción de las instituciones, las violaciones flagrantes a las leyes y al Estado de Derecho y de trastocar los principios religiosos del humanismo y de prostituir con su partido Morena a la religión católica usando perversamente a la Virgen Morena del Tepeyac. De igual manera en que el PRI uso perversamente los colores de la bandera mexicana para posicionarlos como parte de su partido.
El miércoles 9 de diciembre de 2020 fue presentada en sociedad la naciente organización social que bajo el título de “Viva Cristo Rey”, que cuenta con la bendición de los altos dignatarios de la Iglesia católica mexicana y hasta del Papa Francisco para oponerse frontalmente al sistema socio-comunista que encabeza AMLO y busca que la ponzoñosa partidocracia mexicana proponga desde las próximas elecciones federales a candidatos de probada honestidad que se identifiquen plenamente con la sensibilidad humana que demande en este momento el pueblo de México.
¡Basta de corrupción e inmoralidad en el sistema político mexicano! Es el clamor de la naciente organización que recuerda a los católicos que al grito de: “¡Viva Cristo Rey!”, se lanzaron a la Guerra Cristera durante los regímenes de Plutarco Elías Calles y Álvaro Obregón Salido, quienes “toparon con la iglesia” osando el cierre de templos en el centro de la república mexicana.
Pero me asaltan unas interrogantes: ¿Entenderá AMLO de que la división y confrontación que está provocando en el pueblo de México, no tendrá un final feliz? ¿Entenderá el señor Presidente que esa encarnizada lucha entre liberales y conservadores le ha causado un daño terrible a la nación azteca que fue descuartizada por Estados Unidos en 1848, apoderándose de 2 millones 547 mil 242 km cuadrados de nuestro territorio original? ¿Entenderá AMLO que esa confrontación entre liberales y conservadores desató la llamada guerra de los 3 años entre 1858 y 1860, patrocinada por la Iglesia católica? ¿Hasta cuándo cabrá la prudencia en López Obrador y se meterá en la cabeza que él fue electo para gobernar a todos los mexicanos y no para dividirlos? ¿Entenderá que la democracia es aceptar que México no es una nación homogénea y por tanto no hay la unanimidad en cuestiones ideológicas, políticas, ni religiosas? La obligación de AMLO y de cualquier gobernante bien nacido, es reconocer que todas las ideologías y que todos los credos caben en una nación en las que sus gobernantes sean tolerantes y muy respetuosos de todas las corrientes del pensamiento humano y las libertades.
Por lo pronto, AMLO ha topado con la iglesia y seguramente muy pronto sabrá que con la fe y los fanatismos políticos y religiosos no se juega.