A llorar por la pandemia
¬ Sócrates A. Campos Lemus martes 8, Dic 2020¡Que conste,.. son reflexiones!
Sócrates A. Campos Lemus
Al terminar el gobierno del presidente José López Portillo, a todos los mexicanos nos cayó como un balde de agua aquello de que: “Defenderé al peso como un perro. Ya nos saquearon, no nos volverán a saquear” y sobre todo, cuando vimos llorar a don José, aquel hombre que durante años nos proyectó la imagen de un hombre sano y deportista, lleno de vitalidad y de fuerza, ahí lo vimos derrumbarse. En aquel discurso, cuando lloraba, alguien que estaba al lado de Javier García Paniagua dijo: “Que emotivo y brillante discurso, salido del corazón… y don Javier con aquella fuerza que siempre daba a sus palabras y determinaciones contestó algo así como: “Un Presidente no debe ni puede llorar, si el Presidente llora hablando de una tragedia quiere decirnos a todos que nos llevó la chingada”…
El viernes 4 vimos a un Presidente que siempre se dejó arrastrar por los consejos “López-Gatell” hablarnos preocupadamente de que en diciembre todos los mexicanos debemos cumplir con la norma de salud y evitar reuniones sociales y religiosas y que es importante hacerlo para evitar que la pandemia se genere a un nivel de extremo peligro y nos pueda rebasar e insiste en que nada por la fuerza, sino por la conciencia y que así todos debemos respetar para evitar contagiarnos y contagiar, el asunto es que como no hay exigencia para que cumplamos todos o muchos les vale y andan sin el cubrebocas hablando, tosiendo o estornudando en grupos y reuniones como si estuvieran en fiesta y así las cosas se van complicando, el problema es que si seguimos en tales condiciones a los que dejamos que hagan lo que les venga en gana y se contaminan y siguen contraminando en realidad podrían ser catalogados como “criminales”, tal como si tuvieran sida y sabiendo, no tomaran las precauciones y contaminaran a los que tienen contacto con ellos y pues como no pasa nada más que de regaños y súplicas que les valen madres, pues las cosas se van complicando. De nada sirve que se pongan normas para las ceremonias a la Virgen de Guadalupe o las que se veneran en diciembre si “astutamente”, guiados por curas y lidercillos dogmáticos, evaden el asunto y se adelantan o se atrasan en sus peregrinaciones y reuniones y saturan los templos y los centros ceremoniales, lo mismo sucede con las familias que con el cuento de que a lo mejor “ya no nos vemos”, pues hay que reunirse para los festejos de fin de año y Navidad y posadas, y en los centros de trabajo, pues las despedidas del año y el intercambio de regalitos como si eso demostrara el amor a los demás, cuando en la realidad nos ponen en peligro y después ponemos en peligro a los demás y pues no vale, al final de cuentas esto es como las llamadas a misa o a solicitarles a las madrecitas que insistan con sus hijos a dejar los malos pasos” y ponerse a trabajar… el asunto es que con mañaneras o sin ellas el problema está cada día peor y peligroso y si al Presidente ahora lo vemos alarmado y preocupado, tomando medidas para evitar que la pandemia nos rebase, pues el asunto en realidad está del cocol…
Seguramente las vacunas tardarán para llegar a cubrir a la mayoría de los mexicanos y en ese lapso no se pueden continuar rompiendo los esquemas de seguridad para control de la pandemia y los contagios. Claro que ahora todos estamos muy preocupados porque en las ocurrencias que nos muestran muchos políticos, pues se dan instrucciones para que la gente no vaya a trabajar ni a divertirse cumpliendo las normas y se acepta que cualquier “chango” ande desparramando el virus por todos lados porque como dice José Alfredo: “la vida, no vale nada”, el asunto es que para los burócratas y muchos sectores es a todo dar el que no vayan a trabajar, pues a ellos les siguen pagando su salario y tienen las prestaciones, pero a los demás miembros del infelizaje nacional, pues nos está materialmente llevando la fregada hasta el mismo ranchito de Andrés Manuel. Y mucho más preocupante es que, de acuerdo a la información o peticiones o protestas de personal médico, enfermeras y doctores ellos están materialmente agotados y piden tregua para descansar un poco y reponerse de la santa chinga de estar atendiendo a los irresponsables que anduvieron sin tapabocas y del tingo al tango, contaminándose y contaminando.
Cuando el personal médico está agotado es una realidad, pero además se dan cuenta de que por las malas condiciones de empleo y de trato y salarios les es mejor dejar la chinga e irse al sector privado porque ahí los “chacales” de la salud, pues tienen todo controlado y cobran bien, muy bien y pues el personal ganan un poco más o puede hacer sus negocitos y esto se va complicando porque al final de cuentas perdemos mucho personal en enfermedades y muertes y no tenemos control real de los medicamentos y equipos que se pueden usar en tal emergencia y el desgaste es mucho mayor, eso de que los hospitales privados dan servicio gratuito de acuerdo a los convenios firmados en público en las mañaneras es una mentira porque por ejemplo en Oaxaca en esos hospitales el día de atención por el coronavirus a un paciente no baja de cobrarles, cuando menos, ochenta mil pesos diarios y eso aquí y en otros lados son verdaderas “changaderas” y con el cuento de que se pueden contagiar, lo cual es cierto, muchos médicos por ver a un paciente de lejecitos les cobran hasta dos mil quinecitos o tres mil pesos la consulta y pues no hay más que pagar, al final de cuentas los jodidos que se jodan porque muchos están haciendo su minita y su negocios, lo mismo sucede con los medicamentos y las atenciones y esto genera ya irritación y malestar social en muchos sectores porque se ve que puro choro y bla, bla, bla, pero no hay freno a los contagios y así, ahora, muchos fifís le echan la culpa de todo hasta del frío o las inundaciones a AMLO, cuando él no tiene culpa y trata, cuando menos de buena fe de atender todos los casos, pero ya sabemos que aprovechados de la ocasión pues no dejan de enviarle los golpes bajos porque no saben de otra forma de atacar más que así o por la espalda… y pues ahora sí, pues a ver que dice diosito porque la cosa anda del carajo… no contamine ni se deje contaminar y no salga de casa y no vaya a fiestecitas a lo pendejo porque, a lo pendejo, morirá.