Alfonso Romo marcó su salida del gabinete
Miguel Ángel Rivera jueves 3, Dic 2020Clase Política
Miguel Ángel Rivera
No pretendo presumir de adivino o de vidente, pero el pasado 20 de noviembre advertí en este espacio que el jefe de la Oficina de Presidencia, el empresario Alfonso Romo Garza, había marcado su camino para salir del equipo del presidente Andrés Manuel López Obrador y esta conjetura se volvió realidad ayer.
El propio presidente Andrés Manuel López Obrador se encargó de confirmar la salida del poderoso empresario, bajo el supuesto de que Romo Garza se comprometió a colaborar con el equipo de la llamada Cuarta Transformación durante un plazo de dos años, periodo que se cumplió el último día de noviembre.
El anuncio correspondiente no se hizo el 1 de diciembre para dejar todo el espacio al mensaje presidencial desde Palacio Nacional, pero ayer, miércoles 2, ya no existía inconveniente.
“Es un hombre independiente, honesto, comprometido con las causas justas”, había comentado el primer mandatario acerca de las razones por los cuales incorporó a su equipo a Romo Garza, quien anteriormente estuvo en el extremo contrario y fue muy cercano a su casi paisano, Carlos Salinas de Gortari, y del primer Presidente surgido de las filas del PAN, Vicente Fox Quesada.
Además, contrario a los elogios de López Obrador, en medios políticos nacionales no dejó se sorprender la incorporación a su equipo de un hombre señalado de haber estado vinculado con el ex dictador de Chile, Augusto Pinochet, y con el líder de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, a quien le imputaron delitos de pedofilia. Alfonso Romo nació un 8 de octubre de 1950 en la Ciudad de México y la política siempre lo ha llevado en la sangre, puesto que el Presidente de México de 1911 a 1913, Francisco I. Madero, es su tío-bisabuelo. Los colegios católicos lo vieron formarse en sus primeros años, y tiempo después Alfonso Romo se recibió como ingeniero agrícola por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.
Romo Garza fue desde el arranque de su incorporación al equipo de López Obrador, su contacto con los dirigentes del sector privado, algunos de los cuales, se presupone, fueron convencidos no sólo de no oponerse, sino inclusive de contribuir a la campaña de quien, por otra parte, era presentado como un “enemigo de México”.
Por eso no sorprendió que al inicio del actual régimen Romo Garza fue encargado de la Oficina de la Presidencia con la principal encomienda de mantener la buena relación con el sector empresarial.
Si bien logró cumplir su encomienda hacia el exterior, dentro del equipo presidencial, el empresario regiomontano despertó envidias y desacuerdos. Por lo menos el ex secretario de Hacienda Carlos Urzúa y el ex titular de la Semarnat, Víctor Manuel Toledo, lo acusaron de entrometerse en los asuntos de sus dependencias. De hecho. Toledo comentó, en una grabación subrepticia, que parecía vicepresidente, pues titulares de otras secretarías respondían a sus instrucciones.
Urzúa también fue severo, al declarar: “Me cuesta entender el tipo de relación que tiene con el Presidente. Ideológicamente, Romo es un hombre de extrema derecha”. Siempre en defensa de la llamada Cuarta Transformación, Romo Garza se esforzó por fomentar las buenas relaciones gobierno-iniciativa privada, pero siempre del lado del equipo de López Obrador, que desde siempre ha manifestado, por decir lo menos, desconfianza respecto de los empresarios particulares.
Por eso sorprendió que el pasado día 19 de noviembre, Romo Garza pareciera tomar partido por la empresa privada.
“Mi mensaje toral es invitar al país y al gobierno al que yo pertenezco, a que tengamos una cultura de que tenemos prisa; y que no podemos manejar un país que está decreciendo cercano al 9.0 por ciento y lo estamos manejando como si estuviéramos creciendo al 9.0 por ciento”, fue una de las contundentes declaraciones del empresario regiomontano a quien muchos consideran o creían potencial candidato del partido oficial, Morena, al gobierno del estado de su natal, Nuevo León.
En una videoconferencia en ocasión de la XLII Convención del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, el jefe de la Oficina de la Presidencial culpó de los problemas económicos a la “crisis sanitaria, la caída del precio del petróleo, la fuga de capitales al inicio de estos shocks y una política monetaria muy conservadora”.
Pero si ese diagnóstico parecía un tanto sacrílego, más contraria a los principios de la 4T fue su advertencia de todos los caminos de recuperación económica pasan por la inversión privada. “Es vital para el bienestar del país y sin bienestar traicionamos el combate a la pobreza”, ha insistido.
El comentario de Romo Garza se dio en momentos en que multinacionales, como Iberdrola, anunciaron que paralizaban sus inversiones en México por los obstáculos del gobierno y la falta de claridad en el marco regulatorio.
“A nosotros no nos interesan los negocios privados, nos interesan los negocios públicos”, respondió el presidente López Obrador, quien al parecer en tales momentos no coincidía totalmente con las posiciones de su colaborador.
“Necesitamos tener una actitud de cero barreras a la inversión, para no desperdiciar ni una inversión, incluyendo la china que ya está en riesgo”, dijo Romo Garza ante los ejecutivos de finanzas.
“Entonces, ¿cuál es la palanca que nos está faltando para consolidar la recuperación económica? La inversión privada”, dijo también el titular de la Oficina de la Presidencia, quien remató su intervención con una cita atribuida a Benito Juárez; “Aquel que no espera vencer ya está vencido. México nos necesita a todos trabajando juntos para lograr una economía incluyente…”.
No se puede asegurar que esos argumentos sean la razón de que Romo Garza deje la Oficina de la Presidencia. La verdadera razón sólo la conoce el presidente López Obrador y sólo la dará a conocer si lo considera conveniente.
Por lo pronto, al confirmar la salida del empresario regiomontano, el primer mandatario manifestó: “Convenimos que estaría dos años y se cumplió el plazo” y advirtió que “es un hombre independiente, honesto, comprometido con las causas justas”.
También, el primer mandatario indicó que, si bien Alfonso Romo dejará la coordinación de la Oficina de la Presidencia, seguirá siendo su “principal enlace con el sector privado”.
“Poncho está más en mi visión de que lo importante no es el cargo, sino el encargo”, destacó el jefe del Ejecutivo en mensajes en las redes sociales.
Advirtió que Alfonso Romo le ha ayudado y “me seguirá ayudando. Es un hombre independiente, honesto, comprometido con las causas justas y además es mi amigo”.
Recordó que “fue el primero de los empresarios en adherirse al movimiento de transformación”.
El PRI se manifiesta a favor de colaborar con los empresarios
Como si se tratara de una respuesta a la negativa del gobierno del presidente López Obrador de dejar a las empresas privadas a su suerte, la dirigencia nacional del PRI respondió: “nosotros estamos para trabajar por el país, darles certeza a los empresarios, generar empleos en todo México, para que los ciudadanos tengan una mejor calidad de vida”.
En respuesta al triunfalista mensaje de López Obrador en ocasión del segundo aniversario de su ascenso al poder, la presidencia del tricolor, encabezada por Alejandro Moreno y Carolina Viggiano, manifestó que el gobierno de Morena está reprobado, pues no ha tenido la capacidad para resolver los grandes temas del país, como muestran los más de 7 mil 500 feminicidios, y los más de 2 mil 600 secuestros en esta administración.
La dirigencia del tricolor recordó que, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), se van a incorporar más de 10 millones de pobres en México, además de que ha caído la economía, no hay inversión, no hay desarrollo y se ha perdido el presupuesto para atender a mujeres; sector que ha sufrido más de 750 feminicidios en lo que va del año.
El presidente del tricolor, Alejandro Moreno, recordó que hay más de cien mil muertos por la pandemia y se tiene la tasa de mortalidad más alta, “debido a la falta de un gobierno eficaz y eficiente”, por lo que a nivel internacional se considera que tenemos los peores resultados en el manejo de la Covid-19.
Se gobierna, indicó, con ocurrencias, como en el caso de Tabasco, en donde se inundaron las zonas más vulnerables.