Seriedad
Alberto Vieyra G. jueves 3, Dic 2020De pe a pa
Alberto Vieyra G.
El coscorrón que la Organización Mundial de la Salud (OMS) le dio esta semana a Andrés Manuel López Obrador por su falta de seriedad es la mejor radiografía sobre la forma desastrosa y criminal con la que el gobierno mexicano ha enfrentado al coronavirus con un registro oficial de más de 107 mil muertos, pero que de manera extraoficial ronda en los 300 mil.
“La situación en #México es muy preocupante. Los números muestran que el país está en mala situación. Cuando suben los casos y también las muertes es un problema muy serio y pediríamos a México que sea serio. Esperamos que todos los líderes den ejemplo”. ¡Sí, cuánta razón tiene el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus! quien ha puesto a México, Brasil y Estados Unidos como 3 ejemplos irresponsables a no seguir para evitar ahondar en la catástrofe de salud pública que viven esas naciones. Pero López Obrador es un hombre necio que no escucha razones y de punta a punta, ha sido un ejemplo a no seguir, pues no ha habido poder humano, ni divino que lo obligue a ponerse el cubrebocas que se ha convertido en el gran salvavidas, acompañado de acciones de higiene y la prudente sana distancia.
Desde comienzos de la pandemia AMLO la comparó con “un catarrito” y hasta se dio el lujo de recomendar a los mexicanos que acudieran a restaurantes, que hicieran su vida normal porque “la pandemia está bajo control” o con el cuento de “ya vamos saliendo”, mentira que ha pronunciado en 33 ocasiones. A la infame conducta presidencial se sumaría la del lambiscón Cantinflas de la pandemia, Hugo López-Gatell quien cayó de la gracia de los mexicanos cuando aseveró que “el Presidente de la República tiene la fuerza moral, no de contagio” y malabareó muchas veces el uso del cubrebocas diciendo que sí, pero no, o no, pero sí y ambos desastrosos ejemplos han dado como resultado una catástrofe nacional con una mortandad de más de un Estadio Azteca repleto de fanáticos.
Pero para AMLO, “en México no pasa nada”, “vamos bien, requetebién” y hay que privilegiar las rifas del avión presidencial, los escándalos por el supuesto combate a la corrupción del pasado o la guerra contra los “conservadores fifís”, los “periodistas chayoteros” y la “prensa inmunda”, y ¡Vaya diabólica estrategia en abierta campaña electoral para perpetuarse en el poder para dividir a los mexicanos en ricos y pobres!
A AMLO solamente le interesa la concentración del poder y los presupuestos federales para actuar como un tirano. Pero, en una cosa ha sido congruente AMLO: “mandar al diablo a las instituciones”, por lo demás nada ha cambiado en el país.
¿Es hoy México una nación más segura? NO. ¿Hay menos pobreza? NO, la miseria aumentó de un 2.8% a 18.5%, según el Banco Mundial. ¿Impera en México el estado de derecho? NO. ¿Hay confianza de inversionistas nacionales y extranjeros en el gobierno mexicano? NO. ¿Hay medicamentos en México que eviten que siga la mortandad de niños con cáncer? NO. ¿Han bajado los niveles de corrupción de los gobiernos anteriores y del actual? NO.
Nada para bien ha cambiado en México. Por el contrario, en medio de la miseria, la ignorancia y el fanatismo político, México se encamina peligrosamente con AMLO a una nación comunista que ningún mexicano bien nacido desea. Por lo pronto, para la OMS México no cuenta con un Presidente de la República serio que haga frente con responsabilidad al momento de apremio que vive el país. El sólo hecho de que AMLO sea exhibido a nivel internacional como un gobernante sin seriedad en el manejo de la pandemia, lo haría sujeto a un juicio político que lo obligara a dejar el poder, en espera del juicio de la historia que seguramente sería implacable contra un gobernante que no conoce la seriedad e irresponsablemente juega con la vida de millones de mexicanos.
¿Lo entenderá AMLO, sabrá lo que es la seriedad, algún día actuará como un gobernante serio que no divida ni enfrente a los mexicanos? ¿AMLO sería capaz de pedir perdón a todos los mexicanos por la enorme cantidad de muertos que su falta de seriedad ha provocado y por el desastroso manejo que ha dado al coronavirus o le estaremos pidiendo peras al olmo?