Violencia en Polanco
¬ Augusto Corro lunes 30, Nov 2020Punto por punto
Augusto Corro
El empresario francés Baptiste Lormand, de 45 años, fue reportado como desaparecido el pasado viernes y el sábado en la madrugada fue hallado sin vida, junto con otro cadáver, en un camino en el pueblo de Magdalena Petlacalco, Tlalpan.
Las autoridades informaron que la desaparición del hombre de negocios, dueño de varios restaurantes, ocurrió el jueves en la colonia Polanco, pero fue el viernes cuando presentaron la denuncia correspondiente. Ambas víctimas estaban atadas y presentaban golpes en diferentes partes del cuerpo.
Baptiste Lormand fue visto por última vez con vida a las 17 horas en la citada colonia, donde se ubican restaurantes visitados por empresarios y políticos. Los dos asesinatos se suman a la ola de violencia que azota a México. Extraoficialmente se dijo que el otro cadáver podría ser de uno de los empleados del empresario.
La policía investiga el móvil de los crímenes en un escenario de violencia que no cede en el país. Hace varios años la Ciudad de México se enorgullecía de la ausencia de delincuencia, pero los tiempos cambiaron; hasta el propio jefe de la policía capitalina, Omar García Harfuch, fue víctima de un atentado, en las Lomas de Chapultepec.
Los dos hechos se registraron en zonas residenciales capitalinas, ahora incluidas en sitios de hechos violentos de alto impacto. En Polanco se desató la violencia con sus respectivos delitos que registra robos a transeúntes y secuestros.
El desconfinamiento y la apertura de actividades sociales como comerciales para regresar a la llamada nueva normalidad, provocaron que la incidencia de delitos de acto impacto repuntara en la Ciudad de México.
No cede el coronavirus
No avanza la lucha contra el coronavirus. A nueve meses de que se reportó el primer caso de coronavirus en México, creció la cifra de decesos y contagios. El último reporte sanitario del sábado arrojó los siguientes datos: 105 mil 459 fallecimientos y un total acumulado de un millón 100 mil 683 contagios.
En la Ciudad de México se vive una incertidumbre ante la indecisión de las autoridades para regresar al color rojo del semáforo sanitario. Si bien dijeron que existe una alerta, continuamos en el color naranja.
El gobierno dijo que se incrementarán las pruebas de Covid-19 para dar seguimiento a los infectados y canalizar a los enfermos a los hospitales, como acciones que rompan la cadena de contagios.
Sin embargo, las medidas señaladas no son suficientes para derrotar el virus. Se necesita volver al aislamiento y a la aplicación correcta y continúa de los protocolos de salud. En tanto no se cuente con la vacuna que mate a la Covid-19, sólo nos queda echar mano de la paciencia y fortaleza de espíritu.
No tiene caso referirnos a los pronósticos de los futuros estragos de la pandemia. El problema no sólo afecta la salud de la población; también daña su economía. La tragedia de la pobreza se agudiza en un sinnúmero de países.
Entonces, atender los dos problemas: salud y economía al mismo tiempo trajo mayores conflictos. Por ejemplo, para activar la economía, se debía abandonar el confinamiento que funcionaba como una medida práctica y eficiente contra la pandemia.
Pero se presentó la necesidad de reactivar la economía y se regresó al color de semáforo que permitía más libertad de movilidad, entre otras cosas. La idea no fructificó plenamente. Las medidas sanitarias se relajaron y el virus se fortaleció. Volver al color rojo es lo que preocupa a las autoridades.
¿Qué hacer en esas condiciones? ¿Superar la crisis económica sin que importe el relajamiento de los protocolos sanitarios, que al no aplicarse incrementan los contagios y los respectivos decesos? ¿O implantar medidas más estrictas como el confinamiento obligatorio, aunque se dañe más a la economía?
¿Usted qué opina amable lector?