¿Bueno, que diputados se reelijan?
Armando Ríos Ruiz lunes 30, Nov 2020Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
En una acción por demás mañosa, de manera sorpresiva y sin que el punto estuviera en la orden del día, sin dictamen de las comisiones correspondientes y sin la presencia de partidos de oposición, salvo Movimiento Ciudadano, al finalizar la semana pasada, los diputados aprobaron una reforma que les permite reelegirse sin pedir licencia y abandonar el escaño para hacer campaña.
Quiere decir que los dizque legisladores, que sólo acuden a levantar la mano y a avalar las iniciativas del Ejecutivo sin condiciones y las que les ordenan desde las altas esferas del gobierno, podrán postularse y hacer su campaña plácidamente, sin dejar de cobrar un solo centavo de sus salarios y desde luego, sin tener que acudir a las sesiones.
Es una reforma sin precedentes, en lo que se refiere al abuso estratosférico de los representantes populares que ni siquiera lo son, porque fueron elegidos por el arrastre que representó la elección del Presidente, en unos comicios en los cuales, los electores acudieron a las urnas a votar por los cuadros en donde estaba inscrito el nombre de Morena, sin que importara quién era el candidato por quien sufragaron.
De esta manera, apostamos doble contra sencillo a que la Cámara de Diputados se pobló de indeseables, de ignorantes y hasta de delincuentes que permanecen ocultos, agazapados detrás del fuero, sencillamente porque no participan jamás. Porque no son capaces de presentar una iniciativa y porque su único trabajo consiste en levantar la mano cada vez que se les requiere.
Esa es su verdadera función: acudir a la cámara durante tres meses a levantar la mano, además, en tiempos normales, no de crisis sanitaria, a sentarse en la curul a dormitar. Cobran altos salarios por eso. Pero son más necesarios cuando el requerimiento es para participar en la aprobación de las decisiones del Ejecutivo. Otros tres meses son de vacaciones. Sin siquiera volver a los distritos que representan a enterarse de los problemas de la región.
Los que recibieron ayuda de grupos delictivos para hacer campañas volverán a ser objeto de lo mismo. Esa es la tónica y uno de los puntos que en años pasados se discutió antes de que la reforma se sometiera a la consideración de los flamantes “servidores públicos”.
En esta ocasión, se valieron del impedimento que impone la pandemia, de hacer acto de presencia física en el recinto legislativo. Es más fácil hacerlo a través de las computadoras, a las que también es más fácil no acudir, para dar el albazo, como ocurrió.
Esto es también lo que requiere el primer mandatario: conservar a sus incondicionales para que actúen a su favor el año entrante, durante las elecciones más grandes de la historia, en las cuales habrán de elegirse más de dos mil cargos de elección popular.
Corresponde al pueblo acudir a las urnas, si desea impedir tal hecho, a sufragar en contra, para evitar que la puerta rumbo a la dictadura se abra de par en par y quede a disposición incondicional de los planes de reforma constitucional, para favorecer primero, la revocación de mandato y después, la reelección.
No obstante, Claudia Zavala, consejera del INE y presidenta de la Comisión de Prerrogativas, dijo que dicho instituto analizará el convenio y determinará qué es lo que procederá. El acuerdo será analizado y en consecuencia, el INE creará el acto de autoridad y determinará lo procedente.
Como sea, los diputados der Morena se salieron con la suya. Impusieron su mayoría en un virtual reciento carente de opositores y mantendrán la Cámara Baja repleta de indeseables buenos para nada, que continuarán recibiendo todas, absolutamente todas las prebendas que otorga el puesto.
Se trata de un paso más dado por Morena, para consolidar el proyecto concebido desde el sur del continente, para avanzar en la imposición de gobiernos dizque de izquierda.