Las siete de Morena
Ramón Zurita Sahagún viernes 27, Nov 2020De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Obligar a los 10 partidos que competirán en los comicios de junio próximo a contar con, cuando menos, siete mujeres como candidatas a los gobiernos estatales, motivó que los organismos políticos se dieran a la tarea de encontrar ese número de aspirantes con posibilidades de triunfo o de obtener una buena votación.
No son muchas las mujeres que reúnen esas condiciones en cada uno de los partidos, por lo que les será sumamente difícil lograr ese propósito en la mayoría de los partidos políticos.
Según las reglas, las nominaciones deben darse en las entidades en que tengan buena presencia y no al arbitrio que acostumbran algunos de ellos de postularlas en los sitios más recónditos de las entidades y en los que serían candidaturas testimoniales y no de competencia.
Uno de los partidos en competencia parece tener definidos los siete estados en que competirán mujeres, todas ellas con altas posibilidades de salir triunfantes de dichos comicios en los estados en que serán postuladas.
Salvo alguna dificultad, Morena tiene bien ordenado su selección de siete mujeres que habrán de competir por igual número de gubernaturas y partiendo como favoritas.
Se trata de mujeres bien posicionadas y con exitosas carreras políticas que las mantienen vigentes y que incluso en las encuestas se encuentran por encima de sus adversarios hombres y hasta de los demás aspirantes de otros partidos.
Varias de ellas son aspirantes que han entrado en la competencia desde hace mucho y que, incluso, compitieron ya por esos gobiernos, aunque no consiguieron el triunfo.
Ahora las cosas parecen diferentes y sus posibilidades son enormes para convertirse en la primera gobernadora de esas entidades, con la salvedad de Colima, donde ocurrió la elección de la primera mujer que gobernó una entidad en la historia política nacional.
Griselda Álvarez fue en 1979 la primera de su género en competir y ganar una elección de gobernador y ahora Indira Vizcaíno podría ser la segunda, postulada por Morena.
Las otras seis mujeres que pasarían a la historia si son seleccionadas por Morena como candidatas y apoyadas por los electores, para ganar en una misma elección son: Marina del Pilar Ávila Olmedo, Baja California, actual alcaldesa de Mexicali y diputada federal con licencia.
Layda Sansores San Román, Campeche. Es alcaldesa de Álvaro Obregón y ha sido diputada federal y senadora de la república y ya compitió hasta tres veces por el gobierno de Campeche, cayendo vencida en esas ocasiones ante los candidatos del PRI.
Nayarit, entidad en la que el senador Miguel Ángel Navarro sería desplazado para nominar a Geraldine Ponce, una ex reina de belleza y actual diputada federal, que sería con la que se completaría la cuota de siete mujeres.
Nuevo León, Clara Luz Flores, alcaldesa de Escobedo y quien participa en una serie de encuestas, levantadas por el Movimiento de Regeneración Nacional, de la que saldrá el candidato y donde Clara Luz es marcada amplia favorita.
Querétaro con Celia Maya, candidata derrotada hace seis años por el actual gobernador Francisco Domínguez y a quien se le abre nuevamente la oportunidad de competir en mejores condiciones que hace seis años. Celia fue propuesta como ministro de la Corte, pero no logró el respaldo de los senadores.
Cierra el círculo de las siete mujeres aspirantes Lorena Cuéllar Cisneros, Tlaxcala, quien al igual que Layda Sansores y Celia Maya ya fue candidata a gobernadora y no contó con el respaldo suficiente de votos para ganarle al actual gobernador Marco Mena.
De acuerdo con las encuestas recientes, Morena lleva amplias posibilidades de triunfo en seis de los siete estados en disputa, quedando fuera Querétaro, donde el candidato que postule hombre o mujer se situaría en segundo lugar, detrás del abanderado de Acción Nacional.
En los restantes seis estados, Baja California, Campeche, Colima, Nayarit, Nuevo León y Tlaxcala, Morena partirá como gran favorito.
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57 días llevan los tabasqueños bajo el agua, desde las primeras inundaciones, donde la ayuda ha sido poca y las pérdidas enormes. Primero fue el Grijalva y ahora el Usumacinta los ríos desbordados que, aunado a la derrama de las presas, mantiene a los habitantes de esa entidad en un estado de angustia.
Pagan justos por pecadores y los pocos esfuerzos desde el gobierno del estado impactarán fuertemente en la decisión de los electores el próximo mes de junio.