Rebasados por el coronavirus
¬ Augusto Corro miércoles 25, Nov 2020Punto por punto
Augusto Corro
¿Cuánto tiempo hace que fuimos rebasados por el coronavirus (Covid-19)? Quizá ni las autoridades sanitarias conocen la cifra real de las víctimas de la pandemia. ¿Funcionó la estrategia del gobierno contra el virus? Cada día se manejan los números de decesos y contagiados que en nada ayuda a detener la enfermedad. ¿O sí?
Por ejemplo, los datos sobre el avance de la pandemia del 23 de noviembre son los siguientes: 101 mil 926 muertos y un millón de personas contagiadas. Con esta información se deduce que no se tomaron las medidas sanitarias preventivas para frenar el avance de la pandemia.
Los pronósticos para los próximos meses no son nada alentadores, porque anuncian un crecimiento incontrolable de la pandemia. Ya son varios días en que las autoridades se refieren a la llegada de la vacuna salvadora, pero de ninguna manera es información suficiente para cantar victoria.
Según las autoridades ya estará la vacuna en México el próximo mes de diciembre, sólo que no dijeron cuando empezará a aplicarse y qué sectores de la población serán los primeros en recibirla. Se trata una esperanza que en poco ayuda a disminuir el aumento en los contagios.
¿De qué nos sirve tener a un vocero diario únicamente para informar del número de muertos o contagiados? Lo que se necesita son acciones prácticas para la aplicación de las medidas sanitarias y la vigilancia necesaria para que se cumplan. Es parte de la responsabilidad del gobierno cuidar nuestra salud.
Pero si nosotros mismos no nos cuidamos, la fórmula resulta fatídica. No se entiende, cómo en pleno rebrote de la pandemia se juegue con los colores de los semáforos sanitarios a grado tal que no se sabe si estamos en el naranja, rojo o adivine usted qué color.
¿De qué sirven las cifras? En el tema de los contagios, el gobierno juega en dos canchas: en una convoca a mantenerse aislado y en la otra autoriza que abran los negocios: aunque se trate de horarios controlados, la clientela es constante y no le importa salir a la calle sin cubrebocas y sin guardar la sana distancia.
En esas condiciones las autoridades pretenden dar la imagen que trabajan contra la pandemia, pero por otro lado relajan los protocolos de cuidado en aras de evitar que la economía no se hunda más. Es decir que nos encontramos en medio de una pandemia, en la que cada ciudadano debe aplicar el criterio personal para salvar su vida; pero al mismo tiempo debe moverse para evitar mayores daños económicos.
En las mencionadas áreas las autoridades marcan la línea a seguir; pero mucha gente se va por la libre, por diferentes razones: en una se mueve por la necesidad de salir a conseguir recursos para comer; en la otra por el simple afán de sacudirse el hartazgo del encierro. La población, pues, se encuentra advertida de la posibilidad de contagiarse.
¿Es suficiente la advertencia o son necesarias medias más estrictas para evitar la infección viral? Unos se cuidarán, los demás nadie sabe lo que ocurra. Basta ver el intenso tránsito, los miles de personas que abarrotan las calles, no se diga de los centros comerciales con su clientela del “Buen Fin”, que ojalá no termine en “mal Fin”.
Las autoridades no se cansan de repetir que la estrategia contra la Covid-19 fue la adecuada: las cifras dicen lo contrario. En las condiciones presentes, es urgente que las autoridades revisen que es lo que pasa realmente, porque el número de decesos y contagios crece incontrolable.
En México se cuenta con científicos suficientemente preparados para opinar sobre la pandemia. ¿Por qué no se les consulta para cambiar de estrategia o seguir con la misma, a pesar de la pesadilla que vivimos? ¿Por qué no escuchar otras voces que orienten para enfrenar al coronavirus? La situación que se avecina es grave. Nunca será tarde la aplicación de nuevas medidas sanitarias para salvar vidas humanas. ¿Usted qué opina amable lector?