Morena “resucita” muertos para juzgar a ex presidentes
Miguel Ángel Rivera jueves 12, Nov 2020Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Al tiempo que su recién elegido presidente, Mario Delgado Carrillo, fue confirmado en el cargo por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), nuevamente Morena se convirtió en centro de atención en los medios políticos y no precisamente por buenas razones.
En un caso, por la protesta del ex presidente de la Cámara de Diputados y frustrado candidato a la presidencia de ese partido, Porfirio Muñoz Ledo, se volvió a evidenciar la división que existe en las filas de la organización que llevó al poder al presidente Andrés Manuel López Obrador y, por la otra, en el afán de quedar bien con su líder y guía, se repitieron mañas que parecían desterradas de la política nacional y que sólo servían para el anecdotario de la picaresca: “hacer votar a los muertos”.
Vale empezar por lo último, tema en donde la figura central la ex dirigente nacional interina de Morena, Yeidckol Polevnsky, quien trató por todos los medios de quedarse al frente del partido y en ese esfuerzo procuró por todos los medios no sólo cumplir todos los propósitos del presidente López Obrador, sino inclusive intentar adivinarle el pensamiento.
Uno de sus intentos fallidos fue tratar de cumplir el anhelo presidencial de que organizar a los ciudadanos para que suscribieran la solicitud que se debe presentar a la Suprema Corte de Justicia para convocar a la tan deseada consulta popular destinada a juzgar a ex presidentes de la República.
Para convocar a esa consulta se requieren, según la ley, que la petición la respalde el dos por ciento del total de ciudadanos inscritos en el listado nominal de electores, o una tercera parte de los integrantes de una de las cámaras del Congreso de la Unión o, personalmente, el Presidente de la República.
Como seguramente se recuerda, el presidente López Obrador se manifestó de manera reiterada de utilizar el mecanismo de la consulta popular para justificar que se pueda juzgar a sus cinco antecesores, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña y qué mejor que ese proceso tuviera desde un principio el respaldo popular expresado en cientos de miles (poco menos de dos millones) de firmas de ciudadanos que suscribieran la solicitud a la Suprema Corte.
De inmediato se movilizaron los seguidores de la llamada Cuarta Transformación, en particular la corriente que encabeza la ex presidenta interina de Morena, la mencionada Yeidckol Polevnsky, pero como el tiempo para recolectar las firmas era muy corto, no pudieron reunir suficientes. Senadores y diputados tampoco reaccionaron con suficiente velocidad y por ello la solicitud a la Suprema Corte la tuvo que presentar directamente el primer mandatario.
Fue ampliamente conocido que la consulta dirigida directamente contra los ex presidentes se desvirtuó porque los ministros del máximo tribunal modificaron la pregunta y la dejaron en términos muy vagos, sin precisar que iba en contra de los ex mandatarios.
Todos estos antecedentes vienen al caso porque ayer se anunció que el Senado archivó -eufemismo para decir que mandó al basura- la documentación presentada por el equipo de Polevnsky para tratar de justificar la convocatoria a la consulta popular para juzgar a ex presidentes.
Lo grave es que no solamente no se reunió el suficiente número de firmas de ciudadanos, sino que se incurrió en otras irregularidades que hubieran causado la nulidad de la petición.
Según una revisión practicada por el Instituto Nacional Electoral (INE) a la documentación presentada por la ex dirigente de Morena se encontraron diversas irregularidades, como la presentación de credenciales de elector canceladas, formatos vacíos, sin información o con una pregunta diferente, datos falsos o erróneos, pero lo más grave es que algunos documentos correspondían a ciudadanos que ya murieron.
Vale aclarar que el “milagro” de hacer participar a los muertos no fue muy grande, “sólo” fueron 194 los ciudadanos “revividos” para solicitar la consulta popular.
Para muchos analistas, a pesar de que la denuncia de irregularidades surgió de instituciones oficiales, a fin de cuentas evidencia la división dentro de las filas del partido en el gobierno.
Otro indicio de la lucha interna fue la protesta presentada por Porfirio Muñoz Ledo en contra de las encuestas que finalmente dieron como ganador y presidente definitivo de Morena al ex coordinador de los diputados federales Mario Delgado Carrillo.
El Tribunal Electoral federal decidió en definitiva que no procede la protesta de Muñoz Ledo y confirmó la victoria del diputado con licencia, quien ya había rendido protesta desde hace seis días, junto con la nueva secretaria general Citlalli Hernández.
Muñoz Ledo, quien durante su larga carrera política ya había sido presidente del PRI y del PRD, en opinión de los magistrados electorales no presentó pruebas de su acusación de uso indebido de recursos públicos y afectación a su derecho a votar y ser votado.
A los amigos, justicia y gracia
Acusado de cínico a irresponsable por el gobernador de Tabasco Adán Augusto López, el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz, encontró muy pronto al mejor de los abogados, el propio Presidente de la República.
La catilinaria del mandatario de Tabasco contra el funcionario federal se debió a que en opinión de algunos expertos las inundaciones que afectaron a varios municipios de ese estado se debieron, al menos en parte, a un mal manejo de los derrames de la presa Peñitas.
La indignación de Adán Augusto López lo llevó a manifestar que presentaría una denuncia contra el titular de la CFE, a lo cual Bartlett respondió ante los medios de comunicación que esa amenaza le causaba risa, lo cual, obviamente, aumentó el furor del gobernador tabasqueño.
Más allá de este enfrentamiento, lo que sorprende fue la respuesta del presidente López Obrador, convertido en abogado defensor de Bartlett.
“Al licenciado Bartlett le ha tocado ordenar todo el desorden o el saqueo que había en la Comisión Federal de Electricidad y le tienen ganas algunos medios”, manifestó el jefe del Ejecutivo federal, al desestimar las acusaciones contra su colaborador.
Además, respecto del enfrentamiento entre gobernador y director de la CFE, el primer mandatario dijo que no se quiere meter “en eso”. Además, López Obrador aprovechó para decir que es muy tolerante en cuanto a lo que expresan los funcionarios en su gobierno.
Sorprende la posición del primer mandatario porque se trata de problemas de su estado natal y quienes lo conocen desde hace mucho tiempo, saben que Adán Augusto López es uno de sus más cercanos y antiguos amigos.
En cambio, Bartlett fue una sorpresa desde el arranque de la actual administración federal, pues entre los seguidores de AMLO hay muchos que responsabilizan a ese funcionario de un supuesto fraude electoral conocido como la “caída del sistema” que propició la victoria de Carlos Salinas sobre Cuauhtémoc Cárdenas, entonces líder del Frente Democrático Nacional, en el cual militaba López Obrador.
Dato curioso: a Bartlett le siguen las mismas siglas. Cuando las elecciones de 1988, en su calidad de secretario de Gobernación presidía también la Comisión Federal Electoral (CFE) y ahora encabeza la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Lista de casi 200 oradores antes de aprobar el Presupuesto Federal en lo particular
Se confirmaron los pronósticos. El Presupuesto Federal para 2021 fue aprobado en lo general por la Cámara de Diputados luego de largo debate, que concluyó en la madrugada de ayer, miércoles.
Esto obligó a los legisladores continuar los trabajos por la tarde de noche del mismo miércoles, con la perspectiva de terminar hasta hoy, pues el Bloque Opositor presentó más de mil reservas, que llevarían a tribuna a más de 200 oradores, en medio de las consabidas manifestaciones.
Básicamente, las demandas de la oposición consisten en aumentar el gasto en rubros como los siguientes: agricultura y desarrollo rural, de 49 mil millones de pesos a 71 mil millones; en Educación Pública de 337 mil millones a 351 mil; en salud de 145 mil millones a 185 mil millones, entre otros.
Hubo negociaciones para hacer los cambios en una sola acción, pero Morena y asociados lo rechazaron, como seguramente también serán descartadas todas las enmiendas propuestas por la oposición.