Cambio de patrón
Alberto Vieyra G. miércoles 11, Nov 2020De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Vaya torpeza diplomática y política la de AMLO en no reconocer el triunfo electoral del demócrata Joe Biden argumentando “prudencia” hasta conocer oficialmente el resultado, lo mismo que han hecho China, Rusia y para sorpresa de propios y extraños el mandamás venezolano Nicolás Maduro resulto más maduro que Andrés Manuel López Obrador, pues se apresuró a reconocer a Biden como el presidente número 46 de Estados Unidos.
¿Prudencia, desde cuándo López Obrador conoce la prudencia? ¿Quiere decir que los mandatarios que ya han felicitado a Biden por su triunfo son imprudentes? Ni hablar, a AMLO le sigue haciendo mucha falta que antes de hablar, conecte la lengua con el cerebro.
Llama la atención la tozudez de AMLO, pues cuando el boliviano Evo Morales ganó robando la elección, AMLO se apresuró a felicitarlo y lo mismo hizo con el argentino Alberto Fernández. A Evo Morales hasta le ofreció asilo político en México de donde tuvo que salir huyendo con rumbo a Argentina porque los mexicanos repudiaron el comunismo del boliviano, igual que hoy vomitan el comunismo de AMLO.
¿Qué nos dice el hecho de que AMLO no reconozca a su nuevo patrón o caporal de los yunaites?
Significa que AMLO se carga un monumental entripado que podría ser para México muy peligroso, puesto que las agendas de AMLO y Biden difieren como el día y la noche, sobre todo en lo que se refiere al asunto del cambio climático, pues mientras el demócrata norteamericano anuncia que privilegiara las energías limpias o renovables, AMLO no se mueve ni un ápice de privilegiar las energías limpias, sino las cochinas a base de combustóleo y carbón, dos contaminantes que tiene al planeta al borde del ecocidio y lo peor es que Biden tendrá que apretar tuercas porque el tema es parte fundamental en el Tratado Comercial México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Además, AMLO arrastra la vergüenza de la derrota, pues se la jugó descaradamente en favor de su amigou Donald Trump, el presidente que más groserías a proferido contra los mexicanos a los que llamó “la basura del mundo”. En el último mes, AMLO destacó en Estados Unidos a todo un ejército de pejezombies para cabildear entre las organizaciones de migrantes mexicanos para que votaran en favor de la bestia trumpiana y donde no encontraron eco, se dieron a la tarea de propiciar el divisionismo y la confrontación, como ocurrió con la Organización Fuerza Migrante que dirige el poblano Jaime Lucero.
Joe Biden seguramente que también le apretará las tuercas a AMLO, a razón de que cuando menos media docena de empresas petroleras y del ramo de la electricidad que habían invertido miles de millones de dólares en México acusaron a AMLO ante Donald Trump de haberlas echado de México violando contratos, que López Obrador llama “leoninos”, pero que se enmarcan en la reforma rnergética empujada por Enrique Peña Nieto y el incumplimiento de dichos contratos amenaza a México con una cascada de millonarias demandas ante las cortes internacionales, pues además, violan el famoso T-MEC.
En fin, que AMLO tendrá que serenarse y dejar su entripado para cuando se vaya a su rancho porque la relación bilateral con el vecino del norte no es cosa de quitarle un dulce a un niño y ese niño se parece a Chabelo, por lo que López Obrador tendrá que echar mano de algunos priistas doctos en ciencia y olfato político para que le digan que tendrá que obedecer al nuevo patrón, porque en México no se mueve nada sin no es con la anuencia de la Casa Blanca.