Otro periodista asesinado
¬ Augusto Corro lunes 2, Nov 2020Punto por punto
Augusto Corro
El periodista Arturo Alba Medina, de 49 años, fue asesinado a balazos el jueves en la noche informaron las autoridades. El hecho se registró en la colonia Hidalgo de Ciudad Juárez, Chihuahua.
Alba Medina se desempeñaba como conductor de un canal de televisión y era portavoz del Instituto Tecnológico en la citada ciudad. Al menos dos personas participaron en el ataque al comunicador.
Según medios locales y colectivos, el asesinato se produjo minutos después de que el periodista abandonara el edificio donde laboraba. Se trata, pues, de otro crimen contra comunicadores.
México, está por demás decirlo, es uno de los países más peligrosos para el ejercicio del periodismo en el mundo. De 2000 a la fecha, las organizaciones no gubernamentales tienen registrados 135 asesinatos de periodistas mexicanos.
De ese total, 124 eran hombres y 11 mujeres. A nivel mundial, México se encuentra en el sexto lugar de los países donde más asesinatos quedan impunes. En cuanto se conoce la agresión a los periodistas se abre el expediente y luego se olvida el asunto.
Los criminales gozan de total libertad reveló el Comité de Protección a Periodistas en su Índice Global de Impunidad el miércoles 28 de octubre.
Señaló que la corrupción, la debilidad de las instituciones y la falta de voluntad política para llevar a cabo investigaciones sólidas son factores que explican la impunidad en Somalia, Siria, Irak, Sudán del Sur, Pakistán, México y Filipinas.
En México, en lo que va de 2020, al menos cuatro periodistas fueron asesinados. Recientemente, el comunicador Julio Valdivia Rodríguez, de 44 años, fue ultimado y decapitado. Su cuerpo sin vida fue abandonado sobre las vías del tren, en el municipio de Tezonapa, en Veracruz.
En múltiples ocasiones señalamos en este espacio que en México los periodistas se encuentran indefensos ante las agresiones constantes de la delincuencia, en una espiral de violencia que no tiene fin.
Con la muerte de Alba Medina se registraron condenas y reclamos de justicia, que como ya sabemos, nadie escucha. Nada ni nadie detiene las agresiones, los ataques contra los periodistas.
Las fosas clandestinas
La espiral de violencia que padece México, desde hace varios sexenios, propició que se abrieran cientos de fosas clandestinas en diferentes sitios del país. Decenas de restos humanos son encontrados tras las búsquedas de los desaparecidos.
En Guanajuato se encontraron dos fosas con decenas de restos humanos inhumados clandestinamente: en Salvatierra, en una finca, fueron localizados sesenta y un cuerpos de personas. Se trataba del hallazgo más numeroso registrado hasta la fecha, en esa entidad. Esto ocurrió el miércoles.
El jueves pasado los guanajuatenses volvieron a conocer noticias aterradoras, pues en el municipio de Cortazar, cerca de Celaya, fue localizada una nueva fosa clandestina con 45 cuerpos humanos.
Las autoridades informaron que se integró la carpeta de investigación y fueron detenidas tres personas en posesión de armas de fuego, equipo táctico, droga y vehículos. Los sujetos forman parte de un grupo criminal.
Se pensó que con la captura de José Antonio Yépez (a) “El Marro”, Guanajuato recobraría la seguridad y la paz perdida hace varios años. El mencionado sujeto era el líder del cártel de Santa Rosa de Lima, enemigo del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La realidad es que continúa la lucha entre ambas organizaciones criminales con repercusiones fatales en la población que padece extorsiones, secuestros y masacres. La citada entidad vive sus peores tiempos de violencia.
¿Y las autoridades guanajuatenses? Pues estas, encabezadas por su inepto gobernador, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, dejaron crecer el conflicto entre la delincuencia organizada que libra una guerra a muerte por el control de los municipios. ¿Alguien será capaz de echar del estado a los grupos criminales?
¿Usted qué opina amable lector?