Empieza el éxodo
Ramón Zurita Sahagún viernes 30, Oct 2020De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Desde hoy hasta el mes de diciembre muchos servidores públicos presentarán sus renuncias, mientras que aquellos que pretendan cambiar de un cargo de elección popular deberán solicitar licencia.
Se trata de un éxodo masivo de hombres y mujeres que optan como “chapulines” con afianzar su permanencia dentro de las instancias gubernamentales.
Los del servicio público arriesgan el cargo que actualmente ostenta, los de elección popular simplemente se alejan por un tiempo, con la mira puesta en obtener otro cargo por tres o seis años, dependiendo y sabiendo que en caso de fracasar pueden regresar a casa a continuar con el encargo del que obtuvieron licencia.
La forma en que unos y otros usan el trapecio, con red de protección es vista por algunos preocupados por la frecuencia con que se efectúan esos saltos de un lado al otro, quienes proponen algunas reformas que frenen ese éxodo.
Se trataría de algunas medidas que los retengan en las sillas para las que fueron electos por el tiempo que define cada uno de esos cargos.
Incluso ahora con la reelección de alcaldes y legisladores se podría optar por esta fórmula y en los otros también se podría aplicar la regla de que no regresen cuando sean derrotados.
La polémica es grande, ya que hay casos en inician como diputados locales o alcaldes, o a la inversa, sin cumplir con los tiempos establecidos saltan a una diputación federal, luego a una senaduría y más adelante a gobernador, sin haber cumplido con los tiempos en que fueron electos nunca.
Otros más se arriesgan a buscar una nueva opción, sabiendo que les espera un mullido sillón por varios años más.
El caso más notorio fue el de Jaime Rodríguez Calderón, gobernador de Nuevo León, quien se postuló como candidato independiente a la Presidencia de la República y estuvo fuera del gobierno de su estado por largos meses y cuando fue vencido en las urnas, regresó cómodamente a la titularidad del Ejecutivo en Nuevo León.
Como él muchos otros se aventuran, confiando en que la suerte les favorezca y puedan saltar a otro puesto de elección popular.
Por lo pronto, los servidores públicos del gobierno federal tendrán que optar entre hoy y mañana por continuar o ir a la aventura de un cargo de elección popular.
En el caso de los estados tendrán más tiempo para definir su futuro, mientras que senadores y diputados deben prepara la maleta mediante solicitud de licencia a su cargo y pensando en ganar, aunque confiados en que regresarán a sus curules y escaños en caso de ser derrotados.
Varios delegados federal tienen preparadas sus separaciones del cargo, ya que cuentan con el aval para convertirse en candidatos a gobernadores con el apoyo de Morena. Víctor Castro, Baja California Sur; Indira Vizcaíno, Colima; Juan Carlos Loera, Chihuahua (disputará la nominación con Cruz Pérez Cuéllar) y Lorena Cuéllar, Tlaxcala. Manuel Peraza, Nayarit y Pablo Sandoval, Guerrero, ya renunciaron para buscar la nominación.
En el caso de Peraza sabe que la nominación de Miguel Ángel Navarro, el favorito, es difícil pues no cuenta con senador suplente. Sandoval quiere negociar con Félix Salgado, ofreciéndole la nominación a la alcaldía de Acapulco.
Otros, como Jesús Alejandro Ruiz Uribe, Baja California; Roberto Pantoja, Michoacán; Karla Meave, Campeche; Judith Díaz, Nuevo León y Gabino Morales, San Luis Potosí, arriesgan todo si renuncian, ya que sus expectativas de ser candidatos son difíciles de conseguir.
Entre los senadores que pedirán licencia con la candidatura en la mano se encuentran Rubén Rocha, Sinaloa; Cristóbal Arias, Michoacán; Gilberto Herrera Ruiz, quien tiene licencia y es superdelegado en Querétaro y disputará la nominación con Celia Maya, candidata derrotada hace seis años y José Narro, Zacatecas que la disputará con David Monreal, todos de Morena.
Los que definitivamente quedan al margen de una candidatura a gobernador son Santiago Nieto, Querétaro; Irma Eréndira Sandoval y Rocío Nahle, Zacatecas.
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Después de la muerte del senador Joel Molina provocado por el contagio de Covid-19, en el Poder Legislativo se adoptaron medidas más severas para evitar la propagación del virus.
Hasta donde se sabe, casi 70 diputados se han visto golpeados por el virus, mientras en el Senado se manejan cifras sobre una decena.