Homologar la seguridad aeroportuaria
¬ José Antonio López Sosa martes 27, Oct 2020Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Cada grupo aeroportuario, incluso ASA, tiene su propio cuerpo de seguridad aeroportuaria contratado, son empresas privadas que brindan el servicio de acuerdo a lo que los propios aeropuertos, con base en las reglamentaciones aeronáuticas nacionales e internacionales determinan.
Me refiero a la seguridad para pasar los filtros a lo que en la industria se denomina como zona estéril.
La realidad es que hoy, la seguridad aeroportuaria es a contentillo, es decir, depende de cada aeropuerto y no hay criterios homologados, ante la impavidez de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, cada terminal tiene su propia empresa de seguridad, la Terminal Uno tiene a una pésima empresa llamada EULEN, en la Terminal Dos está la empresa GSI, si bien tienen los mismos criterios, cada una actúa de forma distinta y sus capacitaciones son con base en como los dueños de esas compañías, entienden la seguridad aeroportuaria.
En el Aeropuerto Internacional de Cancún, operado por la empresa ASUR, se requiere sacar las computadoras en la revisión para accesar a las salas de última espera, pero no cualquiera otro artículo electrónico.
En el Aeropuerto Internacional de Puerto Vallarta, operado por la empresa GAP, puede uno pasar el filtro de seguridad sin dejar fuera los equipos de cómputo o los electrónicos.
En el Aeropuerto Internacional de Tepic, operado por ASA, seguridad no exige retirar nada, salvo las monedas de la bolsa para pasar los filtros de seguridad.
Así pudiera seguir compartiendo mi experiencia en el resto de los aeropuertos de la república, donde cada uno tiene sus criterios propios y cada uno tiene contratada a una empresa de seguridad privada distinta.
¿Por qué no crear un cuerpo de seguridad para todos los aeropuertos del país?, que cumplan con la reglamentación nacional e internacional al pie de la letra, algo como lo tienen otros países como Estados Unidos (con su agencia TSA, Transport Secutiry Administration), pero que dependa de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Se trata de un pendiente de varias administraciones, que se requiere en especial, ante los protocolos sanitarios, luego de esta contingencia producto del SARS-CoV-2.