¡Ole, ole, ole, ole!, ¡Slash, Slash!..
* Especiales, Espectáculos lunes 28, Mar 2011- El ex guitarrista de Guns N’ Roses convierte en un vapor de rock al José Cuervo Salón
- El célebre músico logró revivir una época que sigue intacta en el corazón de sus seguidores
Gloria Carpio
La emoción era inminente sobre Lago Andrómaco, ríos de jóvenes entre los 30 años de edad, ya sea a pie, en microbuses, taxis y/o manejando sus automóviles, invadieron más de 10 calles para poder llegar al número 17 de la citada calle pues, uno de los virtuosos de la guitarra en el mundo, Slash, estaba a punto de dar inicio a una noche “mágica y estruendosa” en el José Cuervo Salón y sin duda el foro, antes conocido como el Salón 21 de la Ampliación Granada se convirtió en una fiesta que quedará en la memoria colectiva de los asistentes, que aunque por instantes “enloquecieron” con el tremendo tráfico que se vio a las afueras del inmueble, finalmente la espera de una hora con 45 minutos de los 3 mil 500 fans de Slash (la mayoría estuvimos de pie en la planta baja, pues en la parte alta para tener derecho a una mesa el costo era de 500 pesos) valió la pena ya que cuando se escucharon los primeros acordes de la mítica guitarra del de la melena alborotada no dejaron de sonreír y estremecerse.
“¡Ole, ole, ole, ole!, ¡Slash, Slash!”, eran algunos de los elogios que se escucharon en el lugar que se cimbró con la versatilidad y originalidad del músico, esto, al tiempo, que cuerpo con cuerpo, hombro con hombro los asistentes disfrutaban de la velada rockera que dio inicio a las 21:45 horas. “Buenas noches México, ¿están listos para un poco de rock and roll?”, dijo el vocalista Myles Kennedy para dar pasó a Ghost, que quedó grabada en celulares de los fans, como quedaron el resto de las rolas como Back from Cali, Doctor Aliby y Starlight, y que por cierto, conforme pasaba la noche más “densa”se ponía, ya que algunos iniciaron con sus chaquetas muy bien puestas, pero ya al final algunos terminaron hasta sin camiseta, mientras que los mas “fortachones” cargaban a sus acompañantes, quienes aprovechaban la altura para tomar algunas imágenes del guitarrista que en tres ocasiones realizó un solo de guitarra, cada uno de aproximadamente siete minutos,
Sin duda la noche del sábado, del primer concierto del ex guitarrista de Guns N’ Roses en la capital mexicana, quedó constatado el gran poder de convocatoria del británico que también estuvo presentándose el domingo y el día de hoy será su último show en esta ciudad y donde sus seguidores no sólo tuvieron la oportunidad de escuchar los temas de su disco como solista, sino también los ya conocidos en las agrupaciones Guns N´ Roses y Velvet Revolver.
La frecuencia cardiaca de los más de 3 mil 500 fans se elevó al máximo, gotas de sudor de rock salpicaron al José Cuervo Salón, y los fanáticos de Slash, en su mayoría hombres, vestidos de negro, algunos con el look de Slash: lentes oscuros, sombrero negro de piel y gafas oscuras (dice Slash que nunca se quita el sombrero y gafas porque lo considera de mala suerte) se congregaron para ver la actuación del ex integrante de Guns N´ Roses, quien logró abarrotar el lugar que se convirtió en un “sauna humano” debido a que literalmente los asistentes estaban pegados unos con otros desde el momento en que Guillotina los teloneros de la noche subieron al escenario.
Algunas de las rolas que se escucharon durante la noche fueron, Civil war (tema con el que levantó una pequeña bandera de México que le aventaron al escenario), Rocket queen y Mr. Brownstone, sólo por mencionar algunas; de su disco como solista Slash & Friends; ejecutó con maestría By the sword.
Sin duda una noche de estruendo y magia guitarresca donde hubo chicas que se quitaron el sostén y sólo una pudo lograr que su bra color blanco llegara al escenario y Slash lo recogiera y solicitara a su staff que lo guardara.
Cabe resaltar que las únicas palabras que Slash dijo en español fue “Hola, ¿cómo están?”, e incluso casi ni se dirigió al público pues su contacto lo hizo únicamente con su guitarra y eso fue más que suficiente para desatar pasiones, como la pasión que desató entre las chicas cuando al interpretar Sweet child of mine y Pradise City, con la que cerró el concierto, hizo babear a más de una cuando mostró su torso desnudo, un exquisito abdomen de lavadero que significa horas y horas en el gym.
A la salida no pudieron faltar los souvenirs, entre los más vendidos el sombrero tipo Slash, playeras de Guns N´ Roses (afuera las pirata costaban 80 pesos, mientras que en el interior del inmueble, las oficiales costaban 250 pesos).
Un tache a los taxistas, ¿cómo cobran del Vive Cuervo Salón a la estación de Metro Río San Joaquín, (que está a unas cuántas calles), la exorbitante cantidad de 100 pesos), ¡por favor!, las autoridades tienen que frenar estos abusos.
Gran dosis de rock nos regaló Slash, a quie se nos hizo verlo actuar en vivo tras su aparición en el Super Bowl con los Black Eyed Peas. Slash nos cautivó con dos docenas de excelentes rolas que iban desde Guns N’ Roses hasta su reciente disco como solista Slash & Friends.