Pudridero
Alberto Vieyra G. martes 20, Oct 2020De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¿La sociedad mexicana es un pudridero? ¿Cuándo comenzó la degradación de los valores universales en la nación azteca y desde cuándo el Estado mexicano fue corrompido por las mafias criminales? ¿Desde cuándo México se colombianizó? ¿Tiene remedio todavía la patria mexicana? ¿Quién podrá rescatar a la nación convertida hoy en un narco-Estado?
La detención en los Estados Unidos del ex secretario de la Defensa Nacional de México, Salvador Cienfuegos Zepeda, es un durísimo golpe contra el Ejército mexicano, del cual la clase política mexicana ha hecho uso y abuso, metiendo a la institución castrense a tareas que no le confiere la Constitución en labores de policía o de el “combate al narcotráfico”.
La columna vertebral del Ejército es la defensa de la soberanía nacional, pero facciosamente la clase política mexicana ha usado al Ejército en una creciente y detestable militarización y sólo para perpetuarse en el poder.
La degradación del Ejército no tiene precedentes, pues no sólo ha perdido el respeto de la ciudadanía al permitir que grupos criminales humillen a nuestros juanes, escupiéndolos, desarmándolos, hincándolos y sometiéndolos vergonzosamente, a razón de que su Jefe Supremo, sí el Presidente de la República les ha ordenado “abrazos y no balazos” y no reprimir al “pueblo bueno y sabio”.
Lo chistoso es que la justicia mexicana no ve absolutamente nada del pudridero de los elementos castrenses y tiene que ser un gobierno extranjero, en este caso Estados Unidos el que tenga que llevar al banquillo de los acusados a los ex jefes militares coludidos con bandas criminales del narcotráfico, protegiendo a unos cárteles y combatiendo a otros cárteles enemigos.
La colombianización de México podría ubicarse durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la nación azteca se convirtió en proveedor especial de estupefacientes para los diversos frentes de batalla en la Segunda Guerra Mundial y claro está, bajo la protección del Estado mexicano y norteamericano. Recuérdese que Lucky Luciano era el gran jefe de la mafia norteamericana y era él, a través del ejército estadunidense el que hacía llegar la droga a los soldados norteamericanos en Europa. Desde entonces, EU simularía un combate contra las mafias criminales mexicanas, cuando la realidad es que el tío Sam necesita la droga y México es el paso y también país de producción para la droga.
Cuando Obama estaba en campaña electoral en Estados Unidos, la ex secretaria de Estado norteamericano, Hilary Clinton, revelaría en México que en Estados Unidos había de 35 a 40 millones de narcodependientes en todos los sectores de la sociedad. ¿Qué ocurriría el día en que ese universo de narcodependientes no tenga la droga? Seguramente que en EU ardería Troya en un conflicto social de altas proporciones. Hay narco-sociedad en EU que reclama los estupefacientes y hay que conseguirlos en donde estén. Para ello hay que proteger a cárteles amigos y combatir a cárteles enemigos hipócritamente fuera de sus fronteras.
De acuerdo con el libro Los señores del narco, la periodista mexicana Anabel Hernández documenta como durante los tiempos de la guerrilla nicaragüense, los aviones de la Fuerza Aérea Norteamericana llevaban armas a Nicaragua y regresaban a Estados Unidos cargados de droga. Lo mismo ocurría de Colombia y no sería remoto suponer que también de México, donde el gran pudridero se iniciaría con la puesta en marcha del modelo económico neoliberal, cuando se puso en el centro de todas las cosas el dinero y no a la criatura humana que se convirtió en carne de cañón de las mafias criminales para conformar una sociedad morbosa en la que los valores morales desaparecieron prácticamente.
¿Qué si tiene remedio todavía la patria mexicana? Seguramente que deben pasar muchas décadas para que ello ocurra, mientras en este país no haya trabajos bien remunerados y una educación basada en valores universales que solamente se consagran en un libro llamado La Biblia que pocos leen.